Ante un sistema que ha fracasado en políticas de igualdad y género
Cada día nos levantamos con las noticias de que una mujer ha sido asesinada por su pareja. Todos han tenido una tía, una prima o amiga que ha muerto como resultado de una serie de acontecimientos donde han estado expuestas a violencia, maltratos físicos y verbales.
El motor que ha reactivado la lucha por la reivindicación de la vida de las mujeres dominicanas, ha sido el más reciente caso de Anibel González, joven abogada de 30 años, que fue asesinada la madrugada del pasado 31 de agosto en San Pedro de Macorís, por su ex esposo al este salir de prisión precisamente por intentar matarla. La reacción de los colectivos sociales preocupados por el tema, fue convocar una manifestación frente a la Procuraduría General del Distrito Nacional para expresar su rechazo y exigir responsabilidades.
A partir de ahí se ha venido desarrollando un plan de lucha más intenso, que consistía en hacer vigilancias todos los lunes durante los meses de septiEmbre, octubre y noviembre frente a la Procuraduría para permanecer en alerta ante esta ola de feminicidios que azota el país.
Las cifras
Las más recientes “cifras oficiales” son alarmantes, indican que desde enero 2018 hasta junio del presente año se han registrado en el país 117,812 casos de violencia de género, violencia intrafamiliar, y de delito sexual.
Señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que entre enero de 2010 y septiembre de 2019 han sido asesinadas 1,795 mujeres, colocando a la República Dominicana en el primer lugar donde se producen mayores feminicidios en América Latina.
Al día de hoy ya han perdido la vida 70 mujeres.
La falta de voluntad real y compromiso de las autoridades
Todas las declaraciones dadas por Jean Alain Rodríguez como respuesta a los constantes pronunciamientos de diversos sectores, han sido para justificar las “buenas prácticas” que ellos ejecutan alegando que los feminicidios han disminuido un 22 % durante este año.
El pasado 19 de noviembre, la prensa nacional resaltó que el Procurador al ser interpelado por los casos de feminicidios en los que se llegó a un acuerdo entre la víctima y el victimario, Jean Alain aseguró que estos acuerdos son constantemente auditados.
De lo que el procurador no habla es de cómo estos fiscales han terminado firmando un supuesto “acuerdo” con los agresores, donde hay un grave peligro de asesinar.
Es importante destacar que en el Distrito Nacional, Santiago y San Pedro de Macorís, la estadísticas presentadas por el Poder Judicial, revelan que se han hecho un total de 441 acuerdos representando un 52 % de los acuerdos que ha firmado el Ministerio Público en el país, en los casos de hombres que han maltratado y agredido a sus parejas o exparejas.
No es casual que una de las consignas más repetidas en los últimos meses es “Ayuda pidió y el sistema le falló”
Movilización de mujeres, sectores sociales, y partidos políticos.
Es un gran paso que organizaciones de la sociedad civil, diversos colectivos de mujeres, activistas sociales, y partidos políticos se dieron cita a la llamada “Marcha de las mariposas” realizada el pasado domingo 24 de noviembre en conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
El gran reto que tienen las mujeres actualmente, es asumir esta lucha con la persistencia que esta amerita para lograr que se pueda avanzar junto a todos los sectores que estén dispuestos a sumarse; para pasar del discurso, a las propuestas; de la indignación a concientizar y cambiar el actual modelo que permite que la mujer sigan expuestas todo tipo de manifestaciones de violencia.
Para desmontar la cultura machista hay que trabajar a favor de la educación basada en relaciones de respeto e igualitarias; que pasa por un cambio en las reglas del juego y que se proponga reformular el modelo económico, social y político que elimine los estereotipos, y prejuicios.
¿Cuántas mujeres más tienen que fallecer para que esto se convierta en una demanda nacional con una movilización que paralice el país, que retumba en cada esquina, el clamor popular de que los feminicidios son una epidemia nacional?
Abogo por un pacto social y político nacional para preservar la vida de nuestras mujeres.
¡Ni una menos, vivas nos queremos!