Lo que vamos a desarrollar a continuación es uno de los conocimientos más importantes que podemos aprender en nuestra existencia. Lamentablemente algunas personas mueren sin llegar a descubrirlo.

Pese a la convicción con que decimos que somos de tal o cual forma y que tenemos algunas determinadas limitaciones, uno de los mayores logros del ser humano es descubrir que puede y debe transformarse a sí mismo. La principal facultad de una persona es su capacidad de autoprogramarse, porque en la medida en que alguien pueda transformarse voluntariamente, descubre que sus límites de hoy no necesariamente serán los de mañana. Cuando alguien dice “soy así y no hay nada que se pueda hacer”, tiene razón, si eso cree no hay nada que se pueda hacer, hasta que descubra que siempre puede superarse.

La muerte supone la incapacidad de evolucionar voluntariamente. Si realmente vives, vas a experimentar transformaciones en el día de hoy, aunque a menudo avanzamos de forma inconsciente. Desde hace milenios todas las religiones nos dicen que debemos evolucionar y nos señalan el camino de una vida virtuosa, cuando escuchamos voces contrarias y preferimos el camino del mal, también evolucionamos, en esos casos la vida se encarga de devolvernos cada travesura que hacemos, para que de alguna forma aprendamos lo que no quisimos aprender “por las buenas”. Se te dijo que no debes meter la mano en el fuego, si no aprendiste con las palabras aprenderás al quemarte la mano, pero definitivamente aprenderás.

Solamente los que aprenden a autoprogramarse, tienen la capacidad de mejorar a los demás. En la sociedad conocemos algunos ejemplos: los padres, los maestros, los directores, los sacerdotes y pastores, los coaching, los asesores, los políticos coherentes, etc. Son personas que primero han trabajado en sí mismos, ya que el que no ha podido mejorarse a sí mismo, difícilmente mejorará a otro.

Cuando un predicador te dice: “conviértete” lo hace porque sabe que tienes el poder de hacerlo, puedes decidir en cualquier momento hacer un giro de 180 grados en tu vida, pero la condición es: “si quieres”. En la medida en que equilibres tu mundo interior se organiza tu mundo exterior.

Durante siglos se ha hablado del “secreto de los masones” y realmente, aparte de algunas claves secretas de cada grado, el secreto más importante es que somos autoprogramables, que podemos trabajar modificándonos a nosotros mismos y es nuestra misión más importante. Sin embargo, no es extraño ver masones de altos grados, que jamás asimilaron ese conocimiento y permanecen iguales que al iniciarse en la orden. Somos una especie de piedra bruta que mediante el tallado puede perfeccionarse, pero sin el tallado esa piedra permanece igual de bruta, aunque tengamos todas las herramientas necesarias para perfeccionarla.

Si decides transformar tu existencia debes detenerte, apartarte, relajarte, tranquilizarte, y en tu silencio interno te conectarás con tus niveles superiores de conciencia, donde puedes alcanzar la frecuencia desde la que puedes capitanear la nave de tu vida, que definitivamente tienes que dirigir tú. Normalmente te llegarían ayudas inesperadas, pero aunque así no fuera, en tu interior encontrarás la luz necesaria.

Al conectarte a tu conciencia superior, que es tu parte semejante a Dios (Génesis 1:11, 5:1 y 9:6), todos tus sueños o metas pueden ser logrados, algunos instantáneamente, otros podrían ser en meses, años o siglos.

Hay muchas formas de programarte para lo que necesites, pero una de las más simples es visualizar con la mayor claridad posible lo que quieras lograr de ti y de tu vida. Mientras más claro visualices tu meta, mejor dirigirás tus facultades en esa dirección. Para los creyentes, la oración es un excelente mecanismo, por desgracia la mayoría realmente no cultiva la oración personal o individual, participando sólo de ritos colectivos y a veces ni eso.

No puedes borrar tu pasado, pero puedes cambiar el impacto que produce en ti. El control de tu vida lo tienes hoy, según manejes tus pensamientos, aprendiendo a utilizar más lo que tienes y lamentar menos lo que te falte. El futuro podría existir, podría ser todo lo que esperas o totalmente diferente a lo que crees, pero el mañana te afectará dependiendo de lo que creas ahora. Hoy puedes empezar a lograr todo lo que quieras, siendo muy importante que sepas qué quieres realmente.

Sí, sería más cómodo que Dios hiciera los cambios en tu vida sin tú esforzarte, pero si él quisiera hacerlo ya lo habría hecho, es evidente que te dio el libre albedrío para que lo hicieras tú. Deja de pedirle que haga tu trabajo, más bien pídele que te capacite para cumplir con tu deber. Cuando logramos sentir más allá de nuestros sentidos, descubrimos que no estamos solos y que poseemos los medios que requerimos para lograr lo que necesitamos. Recuerda que difícil no quiere decir imposible. La Fe te permite saber que puedes jugar, la Esperanza motiva el tipo de juego que escojas y el Amor permite que disfrutes tu juego.