El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANS) de República Dominicana debiera impulsar un Sistema Integrado de Auditoría en Seguridad Vial (SIASV). Un abordaje que de acuerdo al aliado y experto costarricense Roy Rojas así como varias agencias consultadas, se define como el examen estructurado de rendimiento en seguridad de una carretera nueva, existente o futura, realizado por un equipo de profesionales independientes. No sólo ingenieros civiles, sino multidisciplinarios, que genere oportunidades para mejorar la seguridad de todos los usuarios de las vías y reduzca la mortal epidemia de accidentes de tránsito que nos arropa.
Auditoría de Seguridad Vial no es igual, ni sinónimo de los estudios convencionales de seguridad vial pues, mientras las auditorías son investigaciones organizacionales y proactivas, las otras valoraciones tradicionales son investigaciones “coyunturales y reactivas” de sitios con historias de quejas o deficiente desempeño de seguridad. En la auditoría de seguridad vial, el equipo de intervención y control, es imparcial e independiente, no tiene nada que ver con los ingenieros que han diseñado el proyecto de vía o el que asegura su construcción y mantenimiento.
Una virtud clave de la Auditoría de Seguridad Vial es el uso de un “task force” o fuerza de tarea de la auditoria que generalmente acumula una experiencia interdisciplinaria y variada. Incluye además de ingenieros de seguridad en las carreteras, epidemiólogos, ingenieros de diseño de carreteras, sociólogos, urbanistas personal de mantenimiento y fuerzas de seguridad. Se pueden agregar otras especialidades de acuerdo a cada caso. Por rigor, seriedad e imparcialidad, los miembros del equipo no deben participar en el diseño o mantenimiento de la instalación que se está examinando y auditando, para que así puedan tener un punto de vista objetivo.
En muchísimas sociedades latinoamericanas como la dominicana, la seguridad vial está empeorando. Los accidentes, las muertes y las víctimas han aumentado dramáticamente durante los últimos 30 años, debido en parte al crecimiento exponencial del parque vehicular de cada territorio. La tasa de mortalidad por vehículo es de 10 a 20 veces más alta en República Dominicana en comparación con otros países de América Latina similares y comparables.
Los peatones, ciclistas y motociclistas de dos ruedas son los llamados Usuarios Vulnerables de la Vía (UVV) y constituyen más del 75 por ciento de todas las muertes por accidentes del tránsito. La reducción de la siniestralidad y letalidad de los accidentes y su prevención han sido clasificadas como las dos principales estrategias de trabajo de seguridad vial. En la reducción de letalidad de los accidentes, se utiliza el conocimiento de eventualidades trágicas que han ocurrido en las carreteras existentes para mejorar el diseño de las nuevas carreteras, para reestructurar las viejas o para influir en el comportamiento de los usuarios de la vía.
La prevención de accidentes por su parte, es la aplicación de conocimientos especializados en el diseño de carreteras seguras, también denominada por varios autores de la India, la Geometría del Camino. También deben auditarse los materiales utilizados cuando construimos nuevas calles y carreteras o rediseñamos las carreteras existentes, independientemente de las razones por las cuales un proyecto individual se lleve a cabo.
Sugerimos que el INSTRANS, utilice el concepto de Factores Contribuyentes del Accidente (FCA), que en epidemiología se denominan “Factores Precipitantes del Accidente”, son los que si están presentes facilitan, determinan y precipitan su ocurrencia. De acuerdo a la Tríada de Leavell y Clark Tales, metodología utilizada en varias exitosas investigaciones, y muy en especial en nuestra tesis de maestría denominada “Epidemiología de los Accidentes de Tránsito”, son factores que relacionan favorable o adversamente, el usuario, el vehículo y la carretera-entorno ambiental.
La cultura, el comportamiento y el modo de vida de los usuarios de la vía es el factor precipitante por excelencia para acelerar o detener los accidentes. Además debemos considerar medidas de ingeniería de carreteras que son efectivas para reducir la frecuencia y la mortalidad de los accidentes. Se requiere una masiva orientación de los usuarios de las vías promoviendo un conocimiento de la carretera y alertando sobre los factores precipitantes para promover un comportamiento preventivo, por eso el experto Roy Rojas nos habla frecuentemente de “Vías Perdonadoras de Vidas” o “Carreteras Aceleradoras de Muerte”.
INTRANS debiera promover una cultura de seguridad vial como gestión previa para alcanzar las metas deseadas de reducir la mortalidad de los accidentes. Debemos conocer cuáles son las carreteras o los tramos de vías que perdonan o salvan las vidas y cuáles son aquellas que precipitan irremediablemente la muerte. Ese es el objetivo central de la Auditoría de Seguridad Vial: hacer las recolecciones o los levantamientos de información que son necesarios para garantizar que todas las vías funcionen con seguridad y los usuarios no se expongan a riesgos máximos de accidentes, tanto en las vías por construir, las nuevas y las ya existentes.
Se impone identificar los factores de riesgos de las vías para promover un nuevo comportamiento de los usuarios y un mejoramiento de carreteras que generan la mayor mortalidad por accidentes del país. En la Auditoría de Seguridad Vial, el INTRANS y Santiago debemos estar.