La Universidad Autónoma de Santo Domingo, desde el año 1958, viene formando maestros a través de lo que en su época fue la Facultad de Filosofía y Educación. La formación de maestros continúa en la Escuela de Pedagogía donde se desarrollan 15 carreras, lo cual estableció como un hecho ineludible, la creación de la Facultad de Ciencias de la Educación en septiembre 2008.

Sin embargo, vemos como un hecho alarmante pero no sorprendente, que el Consejo Nacional de Educación, dirigido por el Ministro, Carlos Amarante Baret, desnaturalice los perfiles de formación de maestros al tratar de privilegiar los contenidos en contra de los conocimientos pedagógicos. Todo esto contradice los estándares internacionales y las tendencias que dan cuenta que los contenidos didácticos son tan importantes como los contenidos de las disciplinas.

Esto es una estocada a los esfuerzos de formación docente que lleva a cabo la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, al desnaturalizar los perfiles se abre paso para que paralelamente se formen licenciados en los contenidos con mención en la enseñanza, algo aberrante.

Cabe destacar, que el Ministerio de Educación viola el Pacto Educativo en el numeral 5.1 en la que establece la prioridad de formación pedagógica de los docentes al aprobar estos perfiles con un enfoque incorrecto,  en el cual no se dará al traste con los problemas de contenido en las disciplinas, pues el problema del Sistema Educativo es profundo y esto puede agravarlo y no se solucionará cuando se obvia que el 40% de los maestros imparte docencia en las escuelas fuera de sus respectivas áreas de formación.

Lo que si ayuda esta aprobación de perfiles desinteresada es que Universidades sin estructuras de Facultades y Escuelas de Pedagogía puedan formar Biólogos, Físicos, Químicos, Historiadores, Lingüistas y entre otros con menciones en enseñanza, en perjuicio de las ciencias de la educación, sin la formación que requiere un maestro, con las competencias de un enfoque sociocultural y socio crítico como lo plantea las bases del Currículo aprobada en el año 2013 de ese mismo organismo.