Caminando por una calle cerca del Ministerio de Educación, luego de salir de una clase de historia, observaba unos carteles que se exhiben en el frente de las aceras de dicho lugar, y aunque llevo tiempo mirándole, fue ayer cuando me dije a mi misma, “la historia de este país ha sido construida con mucha represión y violencia”, una violencia de hombres contra otros hombres y de hombres en contra de las mujeres, y también de mujeres con otras mujeres, siendo esta, quizás menos vista; y dichas acciones no siempre vienen de fuera.
En ese sentido y con el deseo de erradicar estas conductas de no paz, se recuerda que el 25 de noviembre ha sido designado como Día Internacional de la no Violencia contra las Mujeres, con el fin de denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres de todo el mundo y con el deseo de que se establezcan políticas públicas en los diferentes países para que se erradique este flagelo.
Este día nace en torno a la conmemoración de aquel hecho fatídico donde en el año 1960 fueron asesinadas las hermanas Mirabal. La caída de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en República Dominicana bajo el régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo, fue un grito de basta ya, el cual produjo la necesidad urgente de designar un día en el año para la toma de conciencia, no solo de las mujeres, sino también de los hombres, en torno al respeto de la vida humana.
La historia nos remonta a los orígenes de este día, cuando en el año 1981, se celebró en Bogotá Colombia, el primer encuentro feminista Latinoamericano y del Caribe, y allí se decide señalar el 25 de noviembre como el dia Internacional de la No Violencia en contra de las Mujeres, en memoria a las hermanas Mirabal, como ya había dicho (La biblioteca Dang H. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25 de noviembre de 2001).
En 1993, La ONU aprobó la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, y en el año 1999 se realiza la jornada de reivindicación asumida por ella, en su resolución 54/134 del 17 de diciembre del mismo año, donde invita a gobiernos, organizaciones internaciones y no gubernamentales a convocar actividades con el fin de sensibilizar a todos sobre el tema de la violencia a las mujeres.
De qué violencia se está hablando?
Estamos hablando de la agresión que se ejerce a las mujeres a nivel: físico, económico, psicológico, sexual, cultural, social, espiritual, hecho que altera la armonía, cuidado y equilibrio emocional. Visto desde acciones que se generan en contra de estas y que laceran de forma profunda a toda la persona, ocasionando la muerte en muchos casos a manos de quienes ejercen acciones violentas en estas dimensiones de la mujer.
Desde hace mucho tiempo se ha venido realizando actividades, escritos, marchas, campañas para erradicar esta realidad penosa, sin embargo, se estima que el 70 por ciento de mujeres sigue padeciendo diversos tipos de violencia (UN Woman (11/2009). «Violencia contra las mujeres». www.un.org.)
De quién estamos hablando?
Estamos hablando de las mujeres, pero también estamos hablando de los hombres, aquellos para los que no se hace ninguna campaña, hasta donde sé, todavía no se ha designado un 9 de marzo como día internacional del hombre, tampoco un 26 de noviembre como día de la intervención de los hombres que provocan un 25 de noviembre. Entonces me pregunto ¿Hasta cuándo vamos a seguir provocando más exclusión en el trato de aquellos que ya hemos denominado como maltratadores? Estoy de acuerdo que es necesario seguir haciendo todo lo posible para que no haya 25 de noviembre.
Conozco muchos lineamientos feministas, conozco también muchas implicaciones de la cultura patriarcal, aun así, estoy convencida partiendo de mi reflexión, de lo que veo, de lo que escucho y de lo que leo, que mientras no se incluye se excluye. Es necesario capacitar al hombre sobre sus emociones, sus dimensiones todas y vinculación sana hacia el género femenino, del cual también él es parte. Creo que hay que fortalecer el trabajo emocional y valoración de la vida con los hombres.