El Mar de China, que se divide en Mar de China Oriental, al norte, y Mar de China Meridional, al sur, es un importantísimo segmento del Océano Pacífico que se ubica entre los 5 y 30 grados Latitud Norte y los 105 y 125 grados Longitud Este. Este Mar toca las costas de casi todos los países ribereños de Asia Oriental y de Sudeste Asiático, a saber: China, Japón, Corea, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Camboya. Los casos Singapur, Tailandia e Indonesia, en menor medida. De un tiempo a esta parte hemos venido señalando que así como el Mediterráneo fue siempre el Mar más importante, el Mar de las disputas, de las luchas entre las naciones europeas-occidentales, cuando se fue dando forma a la región, con nacimiento y ascenso de Imperios como el Romano, entre otros, hoy, al que debemos prestar atención es precisamente al Mar de China.

En el Mar de China Oriental, existe un conflicto importante que tiene como protagonistas a China y a Japón por las islas Diaoyu-Senkaku. De soslayo envuelve a Corea y a Taiwán en menor proporción. Tiene en vilo las relaciones entre China y Japón.

En el Mar de China Meridional, existen disputas territoriales entre China, Filipinas, Vietnam, Brunei, Malasia, por más de 200 pequeñas islas, rocas y arrecifes, que en su mayoría conforman las cadenas de las Islas Paracel y Spratly.China, que entiende que su Mar Territorial incluye todas esas islas, como tal trata de ejercer soberanía sobre la zona, desde el punto de vista geopolítico y de explotación de recursos naturales. Este ejercicio de la “Política Exterior” de China, que no es más que la proyección de su “Interés Nacional”, se encuentra de frente con los intereses de Vietnam y Filipinas en la zona. Malasia y Brunei, también pero no con misma intensidad. Cuando intereses nacionales se encuentran en la arena internacional, surgen los conflictos entre Estados que demandan de “Política Internacional” sensata, para evitar una conflagración de la cual resultemos perjudicados todos los ciudadanos del mundo, pero sobre todo, ellos los que pueblan la región de mayor crecimiento del planeta. China es el principal socio comercial de esos países del sudeste asiático y ellos el tercero de China, de manera, que desde esta óptica, tienen mucho que perder.

Por coincidencia o, como ya han señalado algunos analistas, motivados por la reciente visita de Barack Obama a Vietnam y Filipinas, estos pueblos, sobre todo Vietnam, está llevando a cabo movilizaciones en contra de China, que han incluido daños a fábricas chinas en algunas ciudades de ese país.

Definitivamente la “Historia no ha Terminado”, es más, está ahí para que la consultemos y evitemos repetirla en su parte más horrenda, que son las guerras. Lo que nos enseña la historia, desde las Guerras Púnicas entre romanos y cartagineses, hasta las más recientes, pasando por las dos mundiales, es que los pueblos luchan por recursos, expansionismo,  por su propia defensa, y que en muchos casos, se producen en las zonas de mayor crecimiento económico. La historia nos ha enseñado que no hay ganadores en las guerras. Es tiempo de Asia-Pacífico, por eso ahí también se nos presentará la oportunidad de demostrar que hemos aprendido de la historia y que hemos avanzado en el largo camino hacia la humanización.

Atención a lo que sucede en el Mar de China, ahí está la clave de la paz y la estabilidad del planeta en el futuro.