Tsai Ing-wen, de 59 años, que ganó de forma convincente las elecciones del 16 de enero de este año 2016, tomó posesión el pasado viernes 20 de mayo, como presidenta de Taiwán. Por muchas razones, con Tsai, se inicia una nueva era en la historia de Taiwán, diferente a todas las anteriores.
Lo singular y distintivo comienza con que es la primera mujer que ocupa esa posición y que además cuenta con mayoría parlamentaria. Todo comenzó cuando la presidenta, vestida de manera sencilla, abordó su Audi negro, placa ARE-9015, (vehículo, que como he mencionado en otros artículos, es preferido por los políticos y ejecutivos chinos), hizo un recorrido acompañado de una escolta mínima, para no interrumpir el tradicional día a día de la ciudad de Taipéi y llegó al Palacio Presidencial donde se produjo la ceremonia de asunción, donde se destaca el juramento, levantando mano derecha, frente al retrato del padre fundador de la República de China, Dr. Sun Yat-sen.
En su breve discurso de aproximadamente 33 minutos, insistió en la promoción de la paz, no obstante, aunque no habló claramente de independentismo político, mucho menos de separatismo, las medidas anunciadas comienzan a establecer cierto alejamiento y procuran reducir dependencia de China. Se propone ampliar sus vínculos comerciales por el Sudeste Asiático y para esto anunció una “Nueva Política con Rumbo al Sur”, y aumentar el reconocimiento internacional de la isla promoviendo conexiones globales y regionales de Taiwán y participando activamente en la cooperación multilateral y bilateral, así como en tratados de libre comercio como el de la “Alianza Transpacífica”, que impulsa Estados Unidos con otros doce países de la región.
Ese interés anunciado por la nueva presidenta de Taiwán, no es bien visto desde Beijing, que ya hizo saber que si se busca la independencia y alejamiento político de China, la paz será difícil. Esta es otra de las razones por las que creo estamos asistiendo al inicio de una nueva etapa en la historia de Taiwán, sobre todo en sus relaciones con China, a las cuales debemos dar seguimiento desde ya.
Pese a todas estas posibles implicaciones internacionales y hasta geopolíticas, el interés del pueblo taiwanés es más modesto. Un joven estudiante, que fue entrevistado en las calles de Taipéi, dijo de la presidenta Tsai, que no importa de qué partido sea, mientras cumpla con su deber de alcanzar mejor calidad de vida para el pueblo, por otro lado, una estudiante dijo que aspira a que la presidenta reactive la economía para que la juventud pueda encontrar un empleo.
Lo que he venido observando es que las relaciones entre la República Dominicana (RD) y Taiwán se están fortaleciendo. El Ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, asistió a la toma de posesión de la presidenta Tsai, en representación del presidente Danilo Medina, y no sólo fue recibido unos minutos por la Presidenta, en una primera reunión bilateral entre Taiwán y RD, sino que además el Canciller Navarro le hizo entrega de la invitación formal para que asista a los actos de juramentación del segundo mandato de Danilo Medina el próximo 16 de Agosto. Si esto afectará las relaciones entre la República Popular China (RPCh) y la RD, sin lugar a dudas sí, para bien o para mal, pero ya nada será igual.
De que las relaciones entre la RD y Taiwán están en un buen momento, se reitera al constatar que en la actividad que para celebrar y dar a conocer la singular ocasión, su excelencia, Valentino Ji Zen Tang, embajador de Taiwán en la RD, llevó a cabo en la tarde del pasado lunes 23 de mayo, hubo una representación del actual Gobierno dominicano del más alto nivel. La Primera Dama, Candy Montilla de Medina, representó a su esposo el Presidente, pero además estuvieron la presidenta del Senado y de la Asamblea Nacional, Senadora Cristina Lizardo, quien tomó la palabra y dejó claro la importancia que tiene Taiwán para la RD. La diputada Karen Ricardo, el diputado y recién electo Alcalde Santo Domingo Este, Alfredo Martínez, entre otros importantes funcionarios, así como destacados miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
El embajador Valentino Tang, en sus palabras dio a conocer las virtudes de la actual presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen, de sus perspectivas, pero sobre todo de las relaciones entre la RD y Taiwán.
Mi aspiración como sinólogo, amigo del pueblo chino, es que prime la sensatez en el liderazgo a uno y otro lado del Estrecho y se imponga el diálogo; y que eso se exprese aquí en la RD, para que haya armonía entre los representantes de los chinos, tanto de la Isla, como del Continente, que el Gobierno dominicano, siga tratando con el respeto y la distinción como hasta ahora ha hecho a la representación de la RPCh aquí. A eso aspiro y sé que así será.
Felicidades presidenta Tsai Ing-wen, felicidades Taiwán en la persona de su excelencia, embajador Valentino Tang.