Las fronteras entre lo artesanal y lo artístico, más bien se establece con arbitrariedad a partir de lo rústico, lo estilizado y conceptual de una u otra de las destrezas y talentos que ejerce un individuo una vez decide producir una obra, transformar un objeto en valor estético o simplemente entregarnos algo bello, utilitario, conceptual o armonioso en lo visual.

Por tanto, lo artesanal y lo artístico se encuentran y se distancian según el marco conceptual que acompañe al observador de la obra terminada. Podría ser arte si entiendes que esta dimensión del talento humano posee la absoluta propiedad de lo estético, y de lo conceptualmente resumido en trazos o pinceladas, combinación de colores, estructuras de las figuras, o en arquetípicas que determinan un lenguaje o una semiótica hecha a través de lo lineal imaginado al interior del artista y que brota como representación estética en su obra.

De su parte el artesano es visto como aquel que con sus manos, talento e ingenio a partir de materiales reciclados o residuos vegetales y de la naturaleza misma, transforma un objeto con valor estético, no solo para la contemplación propiamente, si no también, para el uso, la decoración interior o el símbolo identitario. La artesanía dota de discurso y practica el producto final que resulta de las manos del artesano, sin problematizarlo, pero sí cargado de simbolismo y referencia.

Genaro Reyes, artesano y artista es esa mezcla entre lo rústico estéticamente logrado y lo estilizado a partir de una combinación de piezas, a partir de una línea definitoria de su obra, y del uso sistemático de una materia prima que da identidad a su trabajo, que le impregna valor artístico a su creativa obra, sin el necesario toque de la estilización, del concepto abstracto como discurso, si no, más bien, del simbolismo de sus piezas y la manera en que, sabe y logra, combinar cosas para transmitir ideas, conceptos, problemáticas y tradiciones culturales y por momentos, contestarías, ante discursos establecidos y de iconos emblemáticos.

Los colores caribeños, la temática racial, la modernidad (como el helicóptero y su pesebre), y el respeto de los símbolos tradicionales adaptados a espacios diferenciados, organizan la mirada del artista al momento de traducirnos la manera en que sus esculturas, ambientaciones, uso de colores, contextos y refiguraciones estéticas, sociales y culturales, nos ponen a dialogar con la navidad, sus tradiciones y lecciones para permitirnos trascender más allá del mito

La exposición Caminos a Belén, que se muestra en los salones de la Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago, en estos momentos, comparte entre libros y otras publicaciones, una muestra exquisita de dos grandes artesanos y artistas nuestros de la madera: Rusvell y Cayuco, que nos deleitan con una variada representación de belenes a propósito de la navidad que se acerca.

La muestra en tamaño mediano y grande, tiene la particularidad de que en el caso de Cayuco-Genaro Reyes- , convierte el motivo del Belén o el Nacimiento del Niño Jesús, en escenarios variopintos ingeniosos, simbolizando lugares posibles de ese nacimiento y de los nacimientos producidos en la pobreza de nuestros pueblos de hoy.

Rompiendo el referente simbólico, la visión socioantropológica del artista, atraviesa múltiples contextos para refigurar sus Belenes que van desde las casitas tropicales y rurales de nuestro país, hasta las yolas, donde se producen estos nacimientos. La yola es para el artista Cayuco un tema reiterado y cuya apropiación le ha permitido convertirla, en eje transversal de su creatividad y en  un recurrente de su trabajo artístico a partir del cual establece diálogos con los temas sobre los cuales se escoge definir muchas de sus exposiciones.

Esta visión lo transforma en un artista que logra comunicar un lenguaje antropológico y estéticamente mimético de situaciones cotidianas del ser humano, independientemente del motivo de la convocatoria como en este caso, la muestra del PUCMM de Santiago, donde sus belenes se trasformaron en una crítica social, sin abuzar del motivo convocante.

Los colores caribeños, la temática racial, la modernidad (como el helicóptero y su pesebre), y el respeto de los símbolos tradicionales adaptados a espacios diferenciados, organizan la mirada del artista al momento de traducirnos la manera en que sus esculturas, ambientaciones, uso de colores, contextos y refiguraciones estéticas, sociales y culturales, nos ponen a dialogar con la navidad, sus tradiciones y lecciones para permitirnos trascender más allá del mito.

Con esta exposición, la obra de Cayuco nos mostró una realidad cotidiana, muy presente y posiblemente muy inclinada a los motivos por los cuales Cristo no es hijo de una cuna de sábana de seda, sino de un simple carpintero  que tuvo el pesebre, los animales de su comarca y los ajuares domésticos de sus padres como acompañantes de su pobreza material, pero que nos enseñó la grandeza de su pobreza espiritual.

Con esta exposición, Camino a Belén, el Departamento de Cultura de la PUCMM y los artistas nos entregan un bello y significativo mensaje de navidad, confrontando opulencia con humildad, y los artistas dándonos talento, creatividad, ingenio y valor estético con originalidad.