Según Arnold Hauser,  las «obras de arte son provocaciones con las cuales polemizamos.

La tecnología   ha llegado a transformar  los instrumentos que permiten la ejecución en el arte.  Es así, además, en  los criterios que  sustentan la multiplicidad de estilos que  se han revelado con el uso  de la tecnología aplicada a los medios.

Se van  reemplazado   funciones que antes los humanos reservaron para sus órganos anatómicos en sus  funciones respectivas.

Esta es una de las brechas por las que hay que asomarse para observar la influencia de la tecnología en las culturas de nuestros días.

 

Se trata de la transmisión  de símbolos con los que se crea un lenguaje  paralelo con el del habla, la expresión  que se aplica a las cuestiones del arte.

Tendríamos que verificar entonces para qué sirve ese conjunto de conocimientos con que ha progresado la inteligencia desde que se ha desarrollado la tecnología  de manera incontrolada en nuestra civilización de hoy.

Entendimientos  que son necesarios  en el esquema para llegar a un fin  como instrumentos en la creación  de objetos artísticos.  A esos conocimientos debemos agregarles los  que  se deben a un rigor científico.

Esto nos lleva a  reflexionar  sobre una cuestión diferente, al margen de instrumentos y tecnología. Se trata de los códigos que interesan a los aparatos míticos de las diferentes culturas que han escapado al uniforme global que va borrando en nuestros días históricas regiones que hacen  características de los diferentes pueblos.

Porque los mitos son relatos  que  los mismos grupos humanos  vienen   desenvolviendo desde  milenios para buscar en las interrogantes que ofrece el misterio de lo desconocido.

Las  pretendidas respuestas  se  vienen  dando  desde  la religión y desde el arte.

Walter Benjamin, analizando la influencia de la tecnología,  al principio del siglo pasado  había analizado el arte de las Vanguardias mediante análisis en el que pretendió demostrar que el arte se explica a través de signos que  el hombre intenta descifrar sin un resultado aparentemente satisfactorio.