Una feliz coyuntura incidió en la decisión tomada por el Ministerio de Cultura en la cual se favorece el cambio de localización de la vigésimo segunda versión de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD2019); movilizando las instalaciones de esta importante actividad de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte hacia la Ciudad Colonial. Un cambio acertado por parte de los organizadores, el cual libera a la ciudad de Santo Domingo de congestionar el centro cultural más importante de la nación y su periferia integrada por actividades gubernamentales, académicas, comerciales y residenciales.
Además del respiro propiciado en las proximidades de la Plaza de la Cultura, en esta nueva edición el lugar seleccionado presenta una serie de potencialidades ya que vincula lo histórico a la gente, fomenta los desplazamientos peatonales, diversifica la oferta turística, incentiva los desplazamientos a la ciudad colonial, ofrece nuevas oportunidades de negocio para los puntos comerciales localizados en el entorno, entre otros beneficios. Sin embargo, la deficiencia de un sistema de movilidad colectivo será el mayor reto para los organizadores del evento y los administradores de la ciudad; pues, aunque se libera de complicaciones una importante zona de la metrópolis, este cambio de localización solo traslada los problemas de movilidad de un lugar a otro de la ciudad, con el agravante de que el nuevo emplazamiento no es un lugar libre de automóviles; lo cual aumenta el desafío de preservar la seguridad de los peatones que se desplazaran con libertad por el entorno de la Feria del Libro.
Ante esta acertada decisión, la ciudadanía debe dar un voto de confianza a los organizadores y contribuir con el éxito de la Feria del Libro, a través de su apoyo al evento y presentando ideas que puedan anticiparse en reducir los impactos que este tipo de eventos produce en la ciudad.
En términos propositivos, es importante destacar que el principal reto observado ante la nueva localización se encuentra en propiciar y garantizar una gestión efectiva de la movilidad urbana, tanto de los peatones que se desplazaran al interior de la Feria del Libro, como del tránsito motorizado que recorre de manera habitual el perímetro en cuestión.
Para tales fines sugiero siete (7) acciones para impulsar una mejor movilidad hacia la Feria del Libro y en su interior:
i) prohibir el transporte motorizado en las áreas de exposición de la feria, de manera que se garantice la seguridad de los asistentes,
ii) divulgar promoción informativa que estimule las visitas a la feria sin vehículo privado, así la población estará advertida, enterada e informada de las mejores alternativas,
iii) fomentar el uso de los medios colectivos y públicos (taxis, uber, Cabify) para visitar la FILSD, con el fin de reducir los entaponamientos en el área de influencia,
iv) limitar el parqueo para los expositores y los que trabajan en la FILSD, lo cual reducirá el número de vehículos estacionados en el parqueo,
v) habilitar el recorrido desde la puerta del Conde hasta la calle La Damas, por la calle El Conde, con el fin de promover el comercio de la zona y colocar expositores de la FILDS,
vi) crear una ruta temporal con autobuses de la OMSA desde la estación Casandra Damirón hasta la Puerta del Conde, que permita a los usuarios llegar en metro a la Plaza de la Cultura y conectar con el espacio de la FILSD y finalmente
vii) identificar lugares en la periferia de la ciudad colonial, para colocar estacionamientos temporales conectados por un circuito de transporte que vincule los parqueos con el área de exposición.
Sin lugar a duda, estas y otras medidas contribuirán en disminuir el impacto negativo que pudiera producir la Feria Internacional del Libro Santo Domingo a lo interno de la Ciudad Colonial y de su perímetro inmediato.