Aprovechamiento del agua sobrante de las piscinas:
Continuando con el tema sobre las estrategias para aprovechar y reutilizar las aguas, planteamos una solución para la optimización de este recurso cuando es utilizado en piscinas. Ponemos el caso de una piscina pública (Clubes, hoteles, centros deportivos, etc.) en la que se debe renovar con mucha frecuencia una cantidad determinada de agua. Debido a los grandes volúmenes de los vasos de las piscinas la renovación de este porcentaje de agua lleva consigo necesariamente el rechazo de otro importante volumen de agua. El agua desechada, se puede utilizar para las mismas aplicaciones que la lluvia, pero, para el riego se hace necesaria una decloración previa que no conlleve perjuicio para las plantas. En otras palabras, pudiendo estar disponible para los mismos usos, el sistema para aprovechar el agua sobrante de piscinas, es idéntico al del aprovechamiento del agua de lluvia.
¿Se pueden reutilizar las aguas grises?
Las aguas que provienen de la ducha, la lavadora o el lavamanos (aguas grises) se pueden reutilizar para los tanques de depósito de los inodoros. Para este sistema se debe prever una segunda red de tuberías independientes para la ducha, bañera o lavamanos que vaya a una pequeña instalación de tratamiento y depósito de almacenamiento, desde donde se bombea el agua – ya tratada- hacia los inodoros mediante una red aparte. Para el caso de que las aguas grises no abastezcan el agua necesaria para los inodoros, el depósito de almacenamiento llevaría una alimentación del aljibe (cisterna o tinaco) de aguas pluviales o de la red de abastecimiento. En todo caso, el sistema debe impedir que puedan ponerse en contacto el agua de ambos orígenes. Es pertinente la revisión periódica de las condiciones sanitarias del agua almacenada y proveer al sistema de un aliviadero que derive hacia la red de evacuación de aguas residuales.
Dimensionamiento de los depósitos de aguas no potables
El diseño de las instalaciones y los sistemas de aguas pluviales, sobrantes de piscinas o aguas grises reutilizadas debe estar debidamente separado y garantizar que no se mezcle con el agua potable para prevenir de posibles contaminaciones del suministro habitual. Por lo tanto, es fundamental un mecanismo de doble seguridad o interrupción del flujo, para no mezclar estos dos tipos de agua.
Para calcular el volumen del depósito de agua se consideraría el consumo de agua no potable previsto y la cantidad de aguas pluviales, sobrantes de piscinas o grises que se puedan recoger. Para el caso de agua sobrante de las piscinas, el agua a disposición dependería directamente del volumen de la piscina y del porcentaje de renovación que se establezca. Para la reutilización de aguas grises es necesario estimar la cantidad de agua procedente de duchas, bañeras y lavamanos. En el caso de las aguas de lluvia, el volumen del depósito se establece como el resultado de un polinomio que integra la demanda de agua para cisternas de inodoros y riego de zonas verdes, la precipitación y la superficie de captación con el coeficiente correspondiente a la porosidad del material captador.
El consumo de agua no potable previsto para el edificio se determina directamente en función del número de usuarios, aparatos y equipos existentes (duchas, piscinas, lavadoras, lavaplatos, zonas verdes, etc.). La cantidad de agua pluvial que se pueda captar depende de las características de la superficie captadora en proyección horizontal, es decir, de su tamaño, se permeabilidad y la rugosidad de su acabado.
Las cubiertas que tienen una respuesta más rápida a la lluvia y con más eficiencia y limpieza suelen ser las metálicas; esto así por ausencia de rugosidades y puntos de retención de residuos que pudiera arrastrar el agua. Otras cubiertas, como las de tejas, o de hormigón son más lentas y de menor eficiencia, pero igualmente aptos para la captación.
Pasar a la acción
En nuestro país, donde podemos disfrutar de lluvias durante gran parte del año sería de gran utilidad poder aprovechar este recurso. Igualmente la idea del aprovechamiento de las aguas grises podría ser un compromiso de partida no solo para los proyectos de nueva construcción que van abarrotando nuestras ciudades, sino también para nuestros hogares, industrias, etc.
En nuestras sociedades, aprovechar, preservar y optimizar el agua debe dejar de ser un poema en clave de aspiración utópica y pasar a ser una acción acorde con lo que realmente significa: la preservación de la vida.