Temprano del día muchos sentimos cierta alegría, pues Rajoy, por fin deja de ser el Presidente del Gobierno de España.
Este hecho de España es un buen ejemplo del manejo del ajedrez político. Rajoy después de varias vueltas salió victorioso en las elecciones anteriores gracias a la mano extendida del sector de Felipe González dentro del PSOE lo que llevó a Pedro Sánchez a renunciar a la Secretaría General y a su curul parlamentario.
En el anterior proceso el sector más derechista dentro del PSOE evitó pactar con Unidos Podemos (integrado por PODEMOS e Izquierda Unida y el Partido Comunista Español) y así ponerle fin al gobierno del PP. Esa errónea estrategia permitió que en las encuestas de este año ya PODEMOS sobrepasaba al PSOE.
No olvidemos cómo se produjo la vuelta de Pedro Sánchez al liderazgo del PSOE, imponiéndose a la orientación ultraconservadora, y esta vez, distinto a la anterior, pactó con Unidos Podemos y así, amanecemos hoy con Pedro Sánchez como el nuevo Presidente del Gobierno Español.
Mientras Rajoy con su política reaccionaria fomentaba el sesionismo en Cataluña con la bárbara represión contra el derecho a la autodeterminación, Pedro Sánchez desde ya anuncia el diálogo con el independentismo procurando restaurar la unidad española y las autonomías consentidas y consensuadas por sus propios pueblos.
Que buena lección para los verdaderos socialdemócratas dominicanos, los liberales progresistas y peñagomistas, pero también para los de la izquierda opositora quienes, sin alcanzar los niveles de aceptación popular de Unidos Podemos descartan a priori las posibilidades de formar una amplia alianza que permita el desplazamiento del peledeismo gobernante.
Naturalmente, comprendemos la indignación que se crea cuando desde esas fuerzas, tal como el PRM, su interés fundamental no es crear esas avenidas unitarias, tipo acuerdo PSOE-UP, sino que compiten con el PLD por quien asume las posiciones más conservadoras y derechistas, y para ello no hay espacios para avanzar y mucho menos para pactar con los sectores progresistas y de izquierda en nuestro país.
Aprendamos pues del nuevo liderazgo del PSOE y de Unidos Podemos, cuando ascender al poder para producir cambios en la vida política y social se trata. Ni en España ni aqui puede ser para seguir en más de lo mismo peledeista y mucho menos para instaurar modelos conservadores y antipopulares como los de Macri y Temer.