…la codificación (programación informática) es una extensión de la escritura. Saber codificar permite “escribir” nuevos tipos de cosas – cuentos interactivos, juegos, animaciones y simulaciones. Y al igual que en la escritura tradicional, existen poderosas razones para que todo el mundo aprenda a codificar. – Mitchel Resnick

La representación gráfica del habla es la escritura en sus diversas manifestaciones, desarrollada en el transcurso de varios milenios por diferentes culturas, y que se utiliza para comunicar desde simples recetas hasta complejas novelas. Nosotros utilizamos como grafía el abecedario latino que los romanos desarrollaron a partir de los alfabetos etrusco y griego hace más de 2500 años.

Es una meta de la escolarización aprender no solo a leer e interpretar la representación gráfica de nuestra lengua, sino también a generar textos propios con ese código lingüístico, en mayor o menor medida. Expuestos a la magia de esa poderosa herramienta que es la escritura durante todo lo largo de la escolarización, algunas personas pasan a escribir poesía y filosofía, mientras que otras limitan su uso a tareas mundanas como hacer listas de compra de víveres o chatear por WhatsApp. La escritura no solo es una herramienta muy práctica para la comunicación en el día a día; también puede y debe ser un poderoso ejercicio para disciplinar y expandir la capacidad de pensar y crear, por eso se debe cultivar intensivamente durante todo el proceso educativo y más allá. Se escribe para aprender tanto como para comunicar.

En tiempos no tan remotos, se utilizaba el aprendizaje de las lenguas antiguas, sobre todo el latín y el griego clásico, como ejercicio para fortalecer los músculos intelectuales de los alumnos. Esa práctica ha caído en desuso con la universalización de la educación, y ya son pocos los estudiantes que se someten al rigor de estudiar las lenguas muertas. Escribir un texto en latín o griego es un reto intelectual del pasado, excepto para los poquísimos aspirantes a ser helenistas o latinistas o estudiosos de la literatura comparada.

La representación gráfica de la música es la notación musical que reconocemos sobre el pentagrama, útil innovación del fraile cantor Ugolino de Forlì en los albores del Renacimiento italiano hace unos seis siglos. La notación musical permite codificar hasta una compleja partitura sinfónica para que otros puedan interpretar la intención musical de su compositor. Es un excelente ejercicio mental aprender no solo a leer la notación musical, sino a expresarse musicalmente por medio de la escritura en pentagrama; pero no es muy común aprender notación musical en las escuelas, quizás porque no percibimos un valor práctico/económico inmediato y se le dedica poco tiempo en el currículo. Debemos exponer a los escolares a la experiencia musical escrita porque enriquece la vida, es un excelente ejercicio mental y permite identificar y desarrollar talentos musicales a temprana edad. Todos podemos beneficiarnos de esta disciplina, aunque pocos serán compositores consumados.

En cuanto a su bondad como ejercicio intelectual para expandir la mente, lo mismo aplica al aprendizaje de la programación informática o “codificación”, que es la escritura de código desarrollada en las últimas décadas para las computadoras, según opina Michael Resnick del MIT Media Lab:

En el proceso de aprendizaje de la codificación, la gente aprende muchas otras cosas. No solo aprenden a codificar; codifican para aprender. Aparte de aprender conceptos matemáticos e informáticos (tales como variables y condicionales), también aprenden estrategias para la resolución de problemas, diseño de proyectos y comunicación de ideas. Estas habilidades no solo son útiles para los informáticos sino para todos, sin importar edad, historia personal, intereses u ocupación.

Con la ventaja de que la programación informática representa hoy un alto potencial económico para quienes dominan esa moderna forma de comunicación, pues el mercado demanda cada día más codificadores para el desarrollo de la Inteligencia Artificial y tantas otras aplicaciones prácticas y de gran valor económico. Los estudiantes que sobresalen por sus habilidades de codificación informática pueden desarrollar una carrera profesional de alto potencial en el mercado, prácticamente con empleo asegurado o posibilidad de emprender por su cuenta en el universo de las Apps, sitios web y creación de algoritmos de gran utilidad. Los que no logran un dominio suficiente para programar profesionalmente, mejoran, sin embargo, destrezas mentales aplicables a otros oficios y profesiones, tales como estrategias para solución de problemas, entre otros. Nadie pierde su tiempo aprendiendo a codificar, como nadie pierde su tiempo aprendiendo a escribir su lengua materna.

Es tiempo de iniciar a formar a los futuros maestros para que puedan acompañar a los jóvenes escolares  en el aprendizaje de la nueva forma de escritura, la programación informática. Debemos pensar en ir más allá de leer código, formando a los escolares en la programación informática para escribir código. Debemos no solo consumir, sino también producir masivamente contenido informático, y para eso tenemos que alfabetizar a toda nuestra juventud en las técnicas y el arte de la codificación informática desde temprana edad. República Digital Educación debe prestar especial atención a esta necesidad, así como todas las instituciones que forman a los futuros maestros de excelencia, que la nación tanto necesita, tienen la responsabilidad de abordar este nuevo reto de la educación.