“(…)– Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón.

 – Lo esencial es invisible a los ojos (…)”.  Antoine de Saint- Exupèry 

 

“-No puedo apreciar esa pintura, Maestra.

-¿Por…?

-Es que no me gusta, no la entiendo”.

Diálogo testimonial en una provincia cualquiera de la República Dominicana, durante el tan necesario Diplomado de Educación Artística, dirigido a maestros de la asignatura, en el sistema escolar dominicano.

Más allá de que te guste o no, puedes apreciar una obra de arte. A veces algo no es de nuestro agrado pero valoramos sus cualidades.

Primero, siente el encuentro con la obra de arte como una fiesta de las sensaciones, de los sentidos, y luego del gozo estético, instantáneo y sensorial, sobre vendrá el razonamiento lógico, más pausado y meditado.

Apreciar una obra de arte parte de la experiencia estética y artística. Al percibirla se hace una representación asociativa-comparativa-instantánea, condicionada por experiencias artísticas anteriores. En la observación que es en primera instancia, un proceso físico-sensorial, impactan las características exteriores de la obra y en fracciones de segundos, sin darnos cuenta, nuestro cerebro hace relaciones, conexiones con las vivencias estéticas y artísticas y con los códigos del contexto sociocultural donde has vivido y los patrones estéticos pitagóricos que desde Platón nos vienen como modelo, siglo tras siglo y se han asentado como cánones de “lo bello” en la cultura occidental: armonía, proporción, equilibrio, orden, relación figura-fondo, perspectiva, transparencia, distribución de los objetos en una obra bien medida y equilibrada, etc.

Podemos hallar lo bello o lo feo en cualquier aspecto de la naturaleza, de la realidad circundante y estamos hablando, entonces, de gusto estético pero cuando la belleza la apreciamos en una obra de arte, entonces, nos referimos a gusto y la apreciación artística. ¿Cuál es la diferencia entre gusto y apreciación artísticos? En que el gusto artístico es un proceso psicológico/instantáneo, de carácter subjetivo, individual. Es emotivo y no racional en el que convergen: las experiencias de vida, la experiencia estética, los conocimientos adquiridos, la personalidad, los sentimientos, carácter y estados de ánimo, así como códigos socioculturales y factores medioambientales. La apreciación artística, en cambio, va de la mano de la percepción, pero al mismo tiempo se independiza de ella porque no solo es un proceso emotivo-sensorial sino racional-conceptual. Se produce en la apreciación artística una simbiosis entre la información que nos quiere trasmitir el creador de la obra con códigos perceptivos de quien la aprecia, así como los factores medioambientales y socioculturales que confluyen en el tiempo y espacio concreto en que observamos la obra. La apreciación artística es, sobre todo, un proceso lógico de razonamiento, de construcción de conocimientos a nivel intelectivo y se fundamenta en la interpretación, el análisis, enjuiciamiento o valoración, etc.

La aplicación de métodos de análisis como el comparativo, análisis-síntesis, inductivo-deductivo, son efectivos para lograr emitir fundamentados juicios de valor sobre una obra de arte.

Apreciar el arte es un proceso que va desde mirar, sentir, descodificar hasta analizar, comparar, sintetizar y emitir juicios de valor, con apoyatura de nuestra experiencia estética y conocimientos técnico/artísticos  de la historia del arte, del currículo del autor, y del contexto sociocultural de la obra.

Apreciar arte se aprende, mirando arte e investigando. Si no vas a exposiciones, a galerías de arte, a talleres de artistas. Si no miras arte, tu vista no estará entrenada. Será difícil establecer semejanzas/diferencias/originalidad en una obra.  Si no lees sobre arte, carecerás de referentes. Apreciar el arte, también, es una habilidad que se va adquiriendo en el encuentro sistemático con la obra de arte. Apreciar el arte inicia por el gusto artístico, y luego transita al análisis técnico/conceptual, a la relación forma y contenido. Es todo un proceso que no se circunscribe al entendimiento racional/lógico que salta a golpe de ojo, en una pintura figurativa pero… ¿Y en el abstraccionismo, en el cubismo y en otras escuelas, tendencias y estilos? ¿Cómo podemos apreciar una obra? Ante una obra no te preguntes  ¿qué quiso decir el autor? sino ¿qué me trasmite la obra, qué significado tienen para mí esas líneas, colores, luces y sombras, transparencias, texturas… Y es que estamos en condiciones de descodificar el lenguaje del arte porque somos seres sentipensantes.

Hoy reflexionamos sobre la apreciación artística como proceso sensorial/intelectivo, porque como materia dentro del currículo escolar -tema tan interesante como escabroso- trataré en un próximo artículo.