Vea usted, mire, deténgase un poquito. Pare la marcha, el trote, el arrastre maloliente de ese cadáver. ¿No ve? ¿Sus sentidos no registran? ¿Quées lo que le pasa? ¿Acaso no sabe, nunca antes supo?¿Jamás se imaginó tanta corrupta realidad cargada a cuesta? ¡Pero si se le ha muerto encima, en su cara, arrojando excrementos, pus, entrañas! ¡No me diga usted! ¿Really? ¡Cónchale! Lo siento tanto, lo lamento tanto, qué pena da, qué gran pena!
¡Ah no, no llore!¡No se lamente! Yo no estoy para juzgar a nadie(aunque es en usted que recae el asunto apreciado Magino, sufrido magino, jodido magino)… Es que usted no quiere escuchar, ver, hacer un alto, zafarse del tajo abortivo, inmundo de la partidocracia y el mesianismo criollo:
Ustedle alimenta con su sangre, con sus entrañas, con el agridulce sudor de su pellejo. Usted lo mima Magino, se deja chupar,sorber, succionar sin que nunca llegue a saciarse. Mírese usted,pendejo magino ¿no sé reconoce aún? ¿Aún no sabe qué es esemontón de abandono, esa imagen maltrecha, esa hambruna con ojos, plagadas de parásitos y podredumbre?¡Carajo magino, carajos! ¡Si el espejo no está empañado, si se ve clarito, con pesuñas y todo!
¡Mi sufrido magino, maginito, güevón! Le tienen fiesta, le clavan cuchillos, le hacen BBQ con los tajos que le llevan del lomo! Mírele monigote Magino, observe tan siquiera un poco ¡Ponga asunto coño! ¡Con usted no hay quién pueda, con usted no hay quien encuentre salida! ¡Déjese de tanto ron, de tanto amargue, de tantas habladurías, pretensiones, cabañas y caravaneos inútiles! ¡Si son tres y sus amigotes, si son tres y sus cobardes sanguijuelas aliadas! ¡Pendejo Magino, bajeado Magino, robado Magino, amado Magino! A usted hay que hacerle una “limpia” profunda, grande! ¡A usted hay que purgarle con Apazote, caña fistula, hoja de sen, anamú!
¡Hay Magino, mi querido magino, pelafustán y manilo Magino! ¡A usted se lo está llevando belcebú con todo y pailas!
Aquí le dejo un poema, tonto Magino, un “po-es-ma” mío, propio, de mi hechura y peculio. Espero lo entienda, apreciado, amado, dolido Magino! Lo titulé “El apazote sirve para la Democracia” Aquí “le va” ahí se lo dejo! Le amo mucho Magino!
El apazote sirve para la Democracia.
al mediodía, menuda como una olla esmaltada donde ha encontrado casa el grillo, llegará la que ya esperas, o sea, que un tanto para las doce, escucharé llamando a la puerta, mientras me preparo para el primer funeral del día, a la flaca mujer curandera que ha de venir ofreciendo auxilio con sus ramas de apazote.
¡Qué llegue entonces! ¡Qué llegue! ¡Que hoy me levantado dispuesto a purgar mi panza! No más lombriz, no más comezón, no más caminar vestido de frac la pobreza amarilla de esta bandera. Ya lo imagino, ya me entusiasmo: acuclillado toda la tarde con un martillo mientras espero machacar la abultada cabeza de la Tenia. ¡Apazote!