Preocupación global ha causado la administración de Donald Trump, no solo en lo geopolítico, socioeconómico, migración, etc., sino además, con relación al Cambio Climático. Una abrumadora mayoría de las naciones del mundo (195), incluyendo Los Estados Unidos, estuvieron conteste a suscribir el Acuerdo de París en el 2015 (COP21) y a firmar el mismo, a final del 2016 (COP 22) en Marruecos, con notable representación de las naciones participantes y que obliga a su cumplimiento. Indudablemente, la postura del gobierno de Los Estados Unidos (Administración de Obama) con una preocupación legítima, explicó, ofreció, defendió y convenció al mundo para dar su apoyo total al mismo, mientras las amenazas de Trump para desconocer y negar su existencia al tiempo de subestimar sus potenciales consecuencias catastróficas, pasando de las palabras a los hechos.

Esta administración ejemplifica su descreimiento en la realidad del Cambio Climático, mediante la aprobación de proyectos que son questionados por sus innegables impactos ambientales negativos y contribución a la producción de gases con efectos invernadero (GHG), como los oleoductos para para la explotación de combustibes fósiles; El nombramiento en la Agencia Ambiental, de una persona con posturas antagónicas a todas las disposiciones tendentes a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, que contribuyen a reducir el Calentamiento Global y defensa del medio ambiente http://www.diariolibre.com/medioambiente/un-esceptico-del-cambio-climatico-dirige-la-agencia-de-medio-ambiente-de-ee-uu-CC6325062; La reducción de los fondos federales a favor de la prevención, combate y mitigación del Cambio Climático, son muestras del abandono de las politicas puestas en marcha por la administración Obama, que si impulso esperanzadoramente, para reducir las amenazas que conforme a la casi totalidad de la comunidad cientifica mundial, éste representa para la humanidad y Planeta Tierra http://dailycaller.com/2016/02/08/heres-how-much-more-money-obama-wants-for-global-warming-programs/.

Desobligarse de los compromisos asumidos por Obama con relación al tema, no solo es un mal ejemplo sino sienta un mal precedente en torno a una problemática, que atemoriza sino que puede producir un cambio dramático y catastrófico para todas las especies del globo terráqueo. Además, puede revertir los avances obtenidos en décadas por la ciencia y la concienciación de los políticos en representación de sus respectivos países.

La ciencia ha permitido que el proceso del Cambio Climático, sea mejor entendido y comprendido por los actores políticos, sino para evitarlo, reducir su impacto negativo, especialmente, en las zonas más vulnerables como las comunidades y ciudades de las zonas costeras.

En el orden de los hallazgos para determinar la certeza del Cambio Climático, la mayoría de los países, han seguido y se han adherido, a las propuestas y el liderazgo de Los Estados Unidos, especialmente, naciones como China, Brasil, India y Rusia, que son los principales generadores de GHG. Es de temer, que la seriedad y miedo a las consecuencias del Cambio Climático, sean desestimadas y que otras naciones, también se desinteresen, especialmente, las que aún no han firmado el COP 22 de Marruecos, como la República Dominicana.

Los Estados Unidos, en apoyo a la reducción de gases de tipo invernadero, se habían comprometido a eliminar el 50% de sus plantas de generación energéticas con plantas de carbón, que es una fuente no limpia de producción, para el 2030. La República Dominicana, que aun no ha cumplido firmando el COP 22, está construyendo dos plantas de carbón (Punta Catalina), para según sus autoridades, resolver su matriz energética. Dichas plantas, se encuentran en medio de controversias no solo porque que no es una fuente de energía limpia, sino por formar parte de uno de los escándalos de corrupción más notables, atribuidos al gobierno y patrocinado por la Odebrecht.

Tanto la nueva postura de la administración Trump con relación al Cambio Climático como la de la República Dominicana, con la construcción de plantas de carbón, desafían el Principio de Precautoriedad, discutido y aprobado en la Cumbre de Río 92, que establece: “que frente a la ausencia de evidencias científicas sobre temas y aspectos que pongan en riesgo al ser humano y el medio ambiente, se impone el principio precautorio” es decir, no arriesgarnos https://salorefloguz2.wordpress.com/2014/12/23/el-ignorado-principio-de-precautoriedad-ambiental/.

Por tanto, reducir, cambiar o suspender el apoyo moral y económico que demanda el Cambio Climático, es un retroceso para tan sensible tema. Tal conducta, pone en situacion crítica, perturbadora, peligrosa y antihumana, catalogado por Obama: como el más crítico que enfrenta la humanidad y que enfrenta la comunidad cientifica a los despropositos del presidente Trump http://almomento.net/boston-cientificos-protestan-ante-amenazas-de-trump-a-la-ciencia/291719.