Escrito por mi invitado de hoy Dr. Jaime Aristy quien ha elaborado un estudio del impacto de la política de compras y contrataciones públicas en las MIPYMEs y mujeres en la República Dominicana.
Las compras públicas tienen un impacto positivo sobre el desempeño económico de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) en la República Dominicana. Los resultados se fundamentan en una encuesta realizada entre marzo y abril de 2016 a 408 empresas proveedoras del Estado, entre las que se encuentran 231 beneficiarias de las compras públicas y 177 no beneficiarias.
A partir de agosto de 2012 se ha ejecutado una activa política de fomento y fortalecimiento de las MIPYMEs y de la participación de la mujer en las compras públicas, como instrumento de inclusión económica, generación de empleo, reducción de pobreza y aumento de la equidad distributiva. En el período de 2005 a Agosto de 2012 y de septiembre de 2012 a diciembre de 2015, la cantidad de proveedores pasó de 19,800 a 58,970 empresas. De esas empresas, 7,417 unidades productivas ejecutaron contratos con el Estado Dominicano. Las MIPYMEs representan casi un 84% del total de las empresas beneficiarias de las compras públicas. El monto total adjudicado a esos proveedores osciló entre 1.43% del PIB (2015) y 2.95% (2013).
Cabe destacar que en los últimos cuatro años la cantidad de mujeres proveedoras del Estado ha aumentado significativamente. Entre inicios de 2005 y agosto de 2012 se registraron 1,748 mujeres como proveedoras del Estado. En contraste, entre septiembre de 2012 y julio de 2016 se registraron como proveedoras 12,389 mujeres. Esto implica que se puede pronosticar que la participación de la mujer como beneficiaria de las compras públicas aumentará en los próximos años.
Las empresas que suplen al Estado muestran una significativa mejora de su desempeño económico y financiero. Ocho de cada diez empresas beneficiarias declara que la calidad de su producto ha mejorado después de las compras públicas. Esto ha permitido que la imagen de la empresa y de sus productos haya mejorado, favoreciendo su acceso al mercado privado.
Ser un suplidor del Estado estimula al empresario a ser un mejor productor. El 79% señala que ser un beneficiario de las compras púbicas le ha llevado a mejorar la eficiencia operativa de su negocio, elevando simultáneamente la organización de las tareas del personal. Incluso señalan que la calidad de la mano de obra empleada es mayor. Casi siete de cada 10 empresas declaran que la motivación y satisfacción de los trabajadores se ha elevado. El 80% de las unidades productivas que venden al sector público indican que ha mejorado la profesionalización de los responsables de la producción.
La mejor calidad y combinación más eficiente de los insumos productivos se ha traducido en un aumento de la productividad y competitividad de los beneficiarios de las compras públicas. El 73% de las MIPYMEs beneficiarias de las compras públicas afirma que el nivel tecnológico de su proceso productivo es mayor. De acuerdo a estimaciones econométricas, se calcula que las compras del sector público aumentan en un 12.9% la eficiencia y productividad de las MIPYMEs.
Las compras públicas mejoran las ventas, salarios y utilidades de las empresas. Se ha estimado que esas adquisiciones de bienes y servicios se traducen en un aumento de 4.1 millones de pesos en la venta promedio de las empresas beneficiarias con relación a las no beneficiarias de las compras públicas.
El mayor nivel de ventas permite un aumento de la remuneración de los factores de producción, como son el empleo y el capital. Se calcula que las ventas al Estado permitieron que, en promedio, cada empresa beneficiaria de las compras públicas incrementara en 760 mil pesos anuales el monto de salarios pagados. Asimismo, ser un beneficiario de las contrataciones del Estado permitió que, en promedio, las utilidades de las empresas se incrementasen en 710 mil pesos anuales. Este buen desempeño financiero hizo que cada empresa beneficiaria de las compras públicas aportase 1.46 millones de pesos anuales al proceso de creación de valor agregado.
Ese valor agregado por unidad de venta creada por las compras públicas permite el cálculo del multiplicador de esas adquisiciones. Este arrojó un valor de 0.36, el cual está dentro del rango del multiplicador de impacto (0.22) y del multiplicador de largo plazo (0.42) del gasto de capital cuantificado por el Fondo Monetario Internacional para la República Dominicana. Esto implica que las compras públicas a las MIPYMEs tienen un impacto favorable sobre el crecimiento del PIB, al igual que lo tiene el resto del gasto de capital.
El acceso de la mujer a las compras públicas mejora significativamente el ingreso de la mujer dominicana. Las estadísticas disponibles en el Banco Central de la República Dominicana, basadas en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo, indican que en 2015 el total de mujeres ocupadas era 1,587,383. Esa cifra contrasta con los 2,721,667 hombres que pertenecen a la población ocupada. Estos datos significan que mientras la mujer representa la mitad de la población en edad de trabajar, sólo alcanza un 36.8% del total de la población ocupada. Asimismo, los datos ponen de manifiesto que la tasa de desocupación de las mujeres es de 22.4%, mientras la de los hombres es 8.2%. Esa realidad implica que las compras públicas realizadas a las empresas dirigidas por mujeres tienen un impacto positivo y significativo sobre el bienestar de ese segmento de la población. En ese contexto, cabe destacar que, en 2015 el salario mensual promedio de los hombres alcanzaba 16,392 pesos, mientras que el de las mujeres fue de 13,433 pesos. Al contrastar esos promedios con el salario mensual promedio de las empresas beneficiarias (35,707 pesos), el ingreso para las mujeres sería un 165.8% mayor. De esto se desprende que el programa de compras públicas a MIPYMEs supone una gran oportunidad de generación de mayores remuneraciones para las mujeres dominicanas.
A nivel macroeconómico el impacto de las compras públicas es importante. En el año 2015, se realizaron compras a MIPYMEs por un monto de 44 mil millones de pesos, equivalente a un 1.43% del PIB, beneficiando a un total de 6,313 empresas. Se estima, utilizando el método de diferencias en diferencias, que esas compras se tradujeron en la creación de valor agregado (i.e., salarios y utilidades) por una suma equivalente a un 0.28% del PIB. La estimación por intervalo del valor agregado promedio anual por empresa permite calcular un límite inferior de 0.11% del PIB y un límite superior de 0.45% del PIB. Esto significa que la estimación puntual de 0.28% del PIB es similar estadísticamente a cualquier valor comprendido en el intervalo citado con un nivel de confianza de 95%. Si se utiliza el método del multiplicador del gasto para determinar el impacto de las compras públicas sobre el PIB se obtiene como resultado que el aporte de esas adquisiciones en 2015 se situó en un 0.51% del PIB.
Esto resultados permiten concluir que las compras públicas a las MIPYMEs ayudan al desarrollo económico y social de la República Dominicana. Estos datos reflejan que las políticas del gobierno dirigidas a facilitar el acceso de las Mipymes y mujeres a las compras públicas, han sido acertadas. Sobre todo porque este impacto se logra sin invertir mayores recursos que los mismos destinados a la provisión de las obras, bienes y servicios que demanda la ciudadanía logrando muchísimo mas con los mismos recursos. Por ese motivo, es recomendable que el gobierno continúe con la adopción de medidas que faciliten su acceso a los procesos de adquisición del Estado, lo que mejorará la productividad, competitividad e ingresos de los dominicanos, en especial de las mujeres.