ANTOLOGABLE – ANTOLOGAR
“. . .ha generado varios números temáticos que son ya ANTOLOGABLES por la erudición, la variedad de opiniones, la audacia y la exclusividad. . .”
La primera voz que aparece en el título, antologable, no la conocen todos los hispanohablantes. No es moneda de curso corriente en la lengua; sin embargo, lleva en su seno los elementos que permiten que se la identifique. En este estudio se analizará esa voz. Se comenzará por la segunda voz, antologar, que podría ser la base de la primera y, al final, se verá cuál es la elección de la RAE al respecto.
Ya se mencionó la posibilidad de la base sobre la cual se ha formado la voz antologable, tomando en cuenta que lleva en sí la terminación -able. Este ejercicio lleva a la presunción de que la terminación se añadió a un verbo que por fuerza debería ser antologar. Pero este verbo, a su vez, tampoco es de conocimiento general en español.
La conclusión de que el verbo debe ser antologar es lógica porque la terminación -able se aplica a los verbos de la primera conjugación que terminan en -ar, después de eliminar la última letra del verbo, la erre /r/.
Cuando se procura encontrar el susodicho verbo en los diccionarios que se compulsan, este no aparece, excepto en el DEA de Seco, Andrés, y Ramos, con la equivalencia de otro verbo: antologizar.
Cuando se busca el verbo antologar en el DRAE, la información que ofrece en línea ese lexicón es: “esa palabra no está registrada en el Diccionario”. Después de eso aparece una lista con vocablos parecidos al de la búsqueda y, entre ellos está el verbo antologizar, que es un artículo nuevo que aparecerá en la vigésima tercera edición del DRAE. La acepción que se reconoce para este verbo es “incluir en una antología”.
Infortunadamente se desconocen las razones por las que la RAE ha preferido el verbo antologizar en lugar de antologar para abrirle las puertas del diccionario mayor de la Academia. Quizá porque el uso había favorecido ya el aprobado verbo; aunque consta en el DEA que antologar también se usa.
El último verbo mencionado en el DEA, además de la acepción común con el DRAE trae una segunda: “Hacer una antología”. Llegados a este punto hay que volver a la terminación.
El sufijo -able en español se utiliza para formar adjetivos “casi siempre verbales” e “indica posibilidad pasiva, es decir, capacidad o aptitud para recibir la acción del verbo”. Entre comillas está lo que escribe al respecto la RAE.
Desde el año 2008 Fundéu escribió: “El verbo correspondiente a antología es antologizar, y su participio, antologizado”. La edición del DEA en que ya aparece el verbo consignado por la RAE es del año 1999. Lo que ha sucedido con este verbo es algo que se perfilaba desde hace años. Aquí no puede quizá decirse que se dio preferencia al verbo más largo, solo por ser más largo.
GATERA
La voz gatera es conocida en el español general con los significados que se le han añadido a gracias al uso través del tiempo. En la próxima edición del DRAE, la 23ª. , dos de sus acepciones vendrán con enmienda. A pesar de todo lo anterior, en República Dominicana este vocablo tiene un significado desde hace muchos años que comparte con Argentina, Paraguay y Uruguay.
Los diccionarios de dominicanismos elaborados hasta la fecha no han asentado la voz como una de uso en el léxico dominicano. Si se ha pasado por alto este uso es muy posible que esto se deba a que no hay obra perfecta.
En República Dominicana la gatera en un hipódromo es “la armazón que se utiliza para encerrar a los caballos antes de la salida simultánea en una carrera”. Esta definición se copia del DAA donde consta como propia de los países antes mencionados, con la ausencia de la República Dominicana.
De la existencia de esta voz en el habla dominicana pueden dar fe los aficionados al deporte de las carreras de caballos. Se recuerda el uso en las emisiones radiofónicas de estas carreras en el ya desaparecido hipódromo Perla Antillana.
La historia de esta voz no termina ahí. Existe en dominicano la expresión “quedarse en la gatera” para expresar que alguien se quedó atrás, muy rezagado, que no despegó, que no avanzó, que no progresó. Se aplica a personas.
Si no se mencionan las acepciones usuales para la palabra del título es porque son de fácil consulta en cualquier diccionario de lengua española.
ENCENDIDO
“Cruz se encuentra ENCENDIDO y figura como líder de cuadrangulares en las Mayores con 20”. Además estableció un récord para los Orioles al sumar 52 carreras impulsadas. . .”
Hace largo tiempo ya que se escucha de boca de los aficionados al béisbol el adjetivo encendido para aplicárselo a uno que otro jugador, sobre todo cuando el rendimiento en el campo de juego sube. También aplican el adjetivo al bate con que produce los batazos. Dirán así que tiene “el bate encendido”.
Lo que llama la atención acerca de la palabra es que en ninguno de los diccionarios que se consultan se encuentra una explicación satisfactoria para el uso que se detecta en el ejemplo de esta sección que se conoce muy bien en el juego de béisbol.
Los diccionarios generales no traen nada que valga la pena mencionar aquí. El DAA asegura que en El Salvador y República Dominicana “encendido, -a” se usa para la persona que está alegre, animosa.
De hecho el verbo encender no es uno que goza del favor de los dominicanos. Tómese por ejemplo cuando se acciona la ignición de un vehículo de motor, se dice que se prende. La luz, el fuego y otras acciones también utilizan el verbo prender y olvidan por completo el verbo encender. Otro ejemplo, la persona que toma demasiadas bebidas alcohólicas no está encendido, sino “prendido”.
Cuando el jugador de pelota está encendido batea muy bien, da lo mejor de sí, produce los mejores resultados, está rindiendo su labor cabalmente, está superándose, destaca su actuación.
En otros países estar encendido, como en Cuba, es estar enojado, estar molesto, tener muchos deseos sexuales. Se aplica a las personas exclusivamente. Estos datos se extraen el Diccionario mayor de cubanismos (1999).
Los diccionarios de español general solo producen para encendido lo relativo a los colores, la mecánica y la electricidad.
La opinión de quien estas notas escribe es que hay que hacer espacio en los diccionarios de español dominicano para incluir este adjetivo del título con el significado que sin duda alguna posee en el béisbol.
FRATERNIDAD
“El asesino virgen mató a cuchilladas a sus compañeros de apartamento, mató a tiros a dos mujeres frente a la sede de la FRATERNIDAD de ellas. . .”
El meollo del asunto en esta sección es desentrañar qué cosa es esa “fraternidad” frente a cuya sede el asesino mató dos mujeres. La búsqueda se hace interesante si se piensa que en inglés hay algo que se conoce con el nombre de fraternity que necesariamente no corresponde con la fraternidad del español.
Este tipo de tropiezo, como el que se develará aquí, ocurre con frecuencia cuando la persona que redacta se da a la tarea de hacer sus propias traducciones de textos cuando lee noticias en inglés y las comenta en español.
En el desarrollo de esta sección se verá con certeza cuáles son las traducciones para la voz del inglés y, sobre todo, cuál es la que corresponde en este caso.
Para la voz del inglés existen en español diferentes traducciones que se acomodan con el contexto del mensaje. En algunos casos para el club del inglés puede usarse la palabra “cofradía” del español, en tanto que son agrupaciones de personas que comparten gustos, aficiones o una situación determinada.
La voz fraternity tomada por el ángulo del tipo de actitud y dinámica que predomina en la asociación, puede definirse como una solidaridad o “compañerismo”; de aquí que pueda usarse la palabra entrecomillada del español para la traducción.
En sentido general el vocablo del inglés puede considerarse como un “club de estudiantes” en el que sus miembros tienen afinidades culturales y celebran reuniones de actividades de índole diversa.
Se dejó para la última posición la traducción que se considera más apropiada para la situación en que se encontró la pifia, “asociación sociocultural estudiantil”. Frente al local de esta asociación fue donde el homicida mató a tiros a dos mujeres.
La última propuesta de traducción se ajusta mejor a la definición que tiene fraternity en inglés, si se tiene en cuenta que es una asociación estudiantil para actividades sociales, escolares o extracurriculares.
Si se observa lo que se propone como traducción, las soluciones se orientan y dependen del aspecto que se desea destacar. En uno se subraya el lazo que se genera entre los miembros de la asociación. En el otro se resalta la actividad a que se dedican los miembros. En la última propuesta se retiene el local de eso que se denomina club, asociación, sociedad.
La dificultad que se comprueba en la traducción, que resulta en más de una palabra, viene como consecuencia de que en los centros superiores de enseñanza de habla hispana no hay clubes de este género en los cuales los últimos se identifican por letras griegas.
Lo que se propuso es una solución lógica porque traduce la idea de una institución que es diferente a las ideas corrientes en lengua española, una sola palabra en español no podría definir con exactitud la idea del inglés.
El motivo que movió a proponer otras soluciones diferentes a las de la columnista es porque en español una “fraternidad” es una relación de amor o solidaridad entre hermanos o entre quienes se tratan como tales.
Una vez más queda demostrado que lo que debe traducirse no es la palabra que aparece bajo los ojos, sino el concepto en la lengua de llegada que tiene el vocablo de la lengua de partida.