El mundo ha cambiado. Todos estamos de acuerdo en eso. Pienso que hasta esta semana la paz mundial no había estado, tal vez, mas amenazada que ahora. La crisis de los misiles de octubre de 1962, mantuvo en vilo a la atención internacional, aunque no había Internet, tan solo radio, televisión y prensa. Sin embargo se impuso la prudencia y el orden en el “desorden internacional” y la crisis fue zanjada entre el Presidente John Fitzgerald Kennedy y el Premier Nikita Krushov; gracias a la política o mas bien a la realidad de la autocontención, es decir, los dos rivales antagónicos de la guerra fría, sin embargo aliados en las dos guerras mundiales escenificadas en Europa (1914-1919; 1939-1945), se mostraron las garras y los colmillos y nada mas, dedicándose a exportar sus guerras de propaganda a los países de su traspatio. (Cuba en Angola; USA en Dominicana)
La guerra como fenómeno, ha sido analizada por tres hombres, verdaderos pensadores monumentales, salvadas las distancias: Un Asiático, Tzun Su; que la analiza dándonos una visión espiritual, mágico religiosa y hasta plena de misticismo; un europeo Von Klasewitz, que al decir creo que de Brzezinski, es "el mas citado y sin embargo el mas desconocido estudioso de la Guerra", la ve de una forma que podríamos decir "moderna" en los tomos que heredó, compiló y publicó la viuda de aquel gran teórico de la guerra, que no participó ni fue vencedor en batalla alguna de trascendencia; el tercer hombre, es un norteamericano, politólogo de la Harvard University, Samuel Huntington, quien toca por primera vez, creo yo, el importante y decisivo ingrediente religioso en las guerras. Fue adversado seriamente por Francis Fukuyama en sus fallidas tesis del fin de la Historia, que decretaban el pase a la papelera de reciclaje de la Historia, de toda ideología política. Esta es, o podría ser la guerra de Huntington. Esta puede ser, la guerra del choque de civilizaciones, pero podría también ser la guerra del fin, no solo de la civilización occidental, sino de la humanidad en su totalidad.
Esta semana, superada la guerra fría, se hacen declaraciones de guerra, abiertamente, por Corea del Norte a su vecino y familia, Corea del Sur. Dos naciones, pero un solo país y un solo pueblo, que fue dividido en 1945 por las dos potencias vencedoras de la Segunda Guerra europea, o "Mundial". En este caso China, la gran ausente de aquellas dos conflagraciones que hicieron del Siglo XX el más sangriento de la historia, podría ser un jugador global decisivo, en caso de desencadenarse un conflicto nuclear. Por otro lado habrá que ver qué papel jugará Rusia dependiendo de a quien apoye.
Un aspecto que hace diferente, entre otros, al actual conflicto, es el de que hay una motivación de orden ideológico, porque Norcorea sigue atada al Comunismo como sistema político, mientras que Corea del Sur es capitalista y pro occidental, aunque a ambas les fue impuesta esa forma de gobierno e ideología por los dos invasores, Estados Unidos y Rusia, entonces Unión Soviética, cuando se repartieron el país, dividiéndolo en el Paralelo 38, en 1945, dando lugar a la Guerra de Corea, de 1950-1953, “primera guerra caliente de la Guerra Fría”.
Un eventual ataque nuclear, que podría ser hoy jueves o mañana viernes, según un Comunicado del Gobierno Norcoreano, o una aplicación de la Doctrina de la Guerra Preventiva de Mister Bush; atacando los Estados Unidos antes que Corea del Norte lo haga; podría desencadenar una conflagración mundial sin precedentes, porque no hemos padecido todavía una guerra nuclear entre potencias mundiales, algo que sería, no solo un cumplimiento de las Profecías de Mateo 24 y del Apocalipsis, sino que también sería una guerra total de aniquilamiento recíproco, de circunstancias y resultados impredecibles.
Otra posibilidad sería que se aproveche el marco de hostilidades y la tensa situación entre las dos Coreas y los Estados Unidos, para darse al menos dos posibilidades que también atentan contra la paz mundial y podrían ser antesalas o chispas detonantes del mismo conflicto: Una, que Israel, potencia nuclear y aliada incondicional de los Estados Unidos, aproveche para atacar a Irán, por supuesto para aniquilar, en un ataque sorpresa de su aviación, las instalaciones y plantas nucleares y, dos, que Irán ataque con misiles ICBM(*) armados con ojivas nucleares a Israel, tomando en cuenta que de Teherán al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, hay una distancia de alrededor de mil kilómetros y los misiles balísticos intercontinentales, tienen suficiente alcance para ello. (*) Intercontinental Balistic Missile
Otro aspecto que no estaba en las dos guerras europeas del pasado siglo o que no llegó a trascender, ser determinante, ni tal vez a comentarse, es el aspecto religioso. La gente mata con más pasión por la creencia en sus dogmas, que por el apego a ideologías políticas. Se muere más dulcemente por un credo religioso que por el petróleo. Las guerras "santas" siempre son mas crueles, sangrientas y carniceras que las que son por territorios, recursos e intereses nacionales. Dos religiones surgidas en la soledad del desierto y monoteístas – Judaísmo y la fe musulmana- se disputan la vieja Ur- Shaleim o Jerusalén, como su capital religiosa. Aun así, toda fe es causa de disensión, mas que de unanimidad. Por ello no se puede descartar que algún país musulmán, facilite y coopere para que un tercer actor ataque a otra nación musulmana.
Conjeturando, en un conflicto hipotético, consideramos que los grupos de potencias aliados y hostiles serían los siguientes: Estados Unidos, Corea del Sur, Israel, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón, Turquía, España, India, Brasil, Egipto, Libia, Arabia Saudita.
El otro bando, mas corto, podría incluir: Corea del Norte, Irán, Rusia, China, Pakistán. Se advierte que estamos conjeturando un posible orden bélico internacional y que esta lista no es limitativa ni estática. La única constante es el cambio. Además, es posible que no todos entren, como es históricamente probado por la Conflictología, en la guerra a un mismo tiempo y de una vez. Lo esperado, común y posible, es que los ataques inicien con los primeros tres actores, a saber: Estados Unidos y Corea del Sur contra Corea del Norte, y luego se dé el natural e histórico proceso de escalada de las hostilidades donde se van integrando otros jugadores de distinto peso y categoría, en esto nos referimos a si tienen o no capacidad nuclear, disposición de recursos para mover efectivos con facilidad y a grandes distancias, capacidad de tecnología bélica, en fin, recursos, dinero, porque la guerra, además de ser una feria internacional de la muerte, es una jugosa industria que moviliza la economía, amén de la alta cifra de muertos, desplazados, refugiados y mutilados, además de la destrucción material que dejan tras su paso.
Otra parte de nuestra conjetura es cuál sería el teatro de operaciones en una guerra de tales proporciones. Sería, como predijo Brzesinski en su Gran Tablero Mundial, el megacontinente euroasiático, la mayor masa continental del planeta; tendría ramificaciones importantes en territorios de la China Continental; cual sería el papel del no citado deliberadamente Taiwán; habrían, por primera vez desde la Declaración de Independencia Norteamericana de 1776, combates de guerra convencional internacional en territorio de los Estados Unidos; cual importancia tendría en las operaciones la avanzada tecnología bélica de los Estados Unidos; los escudos antimisiles, bombarderos y los Drones, o aviones no tripulados; se usarían abiertamente, en este todos contra todos de aniquilamiento, armas bacteriológicas y neurológicas; renacerían viejas rencillas históricas como las que abrigan Japón y China, en esta nueva guerra; y de América Latina qué, se quedaría Brasil solamente como jugador latino en tal enfrentamiento global, o pasaríamos a ser peones de las grandes potencias; que impacto de aprobación o rechazo tendrían en el patio latinoamericano, las posturas y participación de países como Venezuela, Bolivia y Ecuador; y así, un mar de conjeturas y de dudas. La paz mundial y la continuidad de las civilizaciones penden de un delgado y quebradizo hilo.