Negar la verdad es un

Adulterio del  corazón.

San Agustin.-

Algunos intelectuales atiborrados de teorías e inmersos en su mundo, apartados del resto de los mortales, como si vivieran en el Olimpo junto con sus iguales Dioses míticos, cerebros sin corazón que se quejan de los mortales que no pueden llegar a esas luces donde solo ellos la ven brillar, son acomplejados que ven a los demás por el rabillo del ojo como si fueran simples insectos por carecer de su vasta cultura. ¡Vaya usted a ver qué problema!

Su verdad es su verdad y de nadie más, ya lo habíamos dicho todo lo otro está equivocado, aún sus teorías sean imprácticas y se hayan pasado toda una vida teorizando hasta del por qué la existencia de los pobres, pero sin exponer ninguna solución viable para el problema. Algunos pretenden que me convierta en teórico cuando siempre he reconocido que  este instrumento solo es válido si se puede llevar a la práctica o producir alguna acción benefactora, material o espiritual eso no importa, pero que aporte algo.

Y es por eso que me acusan de ser monotemático, como si fuera un pecado el serlo y yo siempre lo admito, porque si “a confesión de parte relevo de prueba” entonces, ¿por qué se molestan tanto?. Lo importante sería preguntar si no son monotemático los políticos, dirigentes de ciertos gremios, empresarios del transporte que se auto titulan líderes sindicales, los prósperos periodistas dueños de medios y acérrimos defensores de sus derechos, los cuales cuelan por debajo disfrazándolos de intereses del pueblo o las clases más desposeídas cuando la realidad es que responden a otros intereses, ¿son o no monotemáticos?

Al igual, qué decir de los políticos con su cara a cara, sus “sacrificios” para destinar los barriles y cofres para el bienestar de los pobres o para la educación, muy a pesar de que no es su trabajo, o de sus actos indelicados, su falta de ética, su cambio de bandera, agrupación o chinchorro de partido a su mejor conveniencia sin nunca presentar ningún sacrificio en busca de algún interés nacional, y no hablamos de “prestamos” internacionales para crear peajes fantasmas y otras tantas diabluras. ¿Son o no monotemáticos? ¿Repiten o no repiten lo mismo? Todo esto, sin hablar del tema semanal de la manipulación descarada, abusiva o nada transparente precio de los combustibles, ¿tampoco es monotemático? ¿Recurrente?

Cabría preguntar entonces, hay razones o no para sentirse mal por ser obligado a ser monotemático, claro que sí, pero no hay de otra que continuar con la misma cantaleta o con la misma gota dándole al jodido jarro hasta que se le abra un hoyo o que de tanto j… nos lo abran a nosotros. La razón muchas veces aconseja no abrir siquiera la boca y mucho menos ponerlo en blanco y negro pero por igual, ese es el camino que nos tiene hundidos en esta miseria de vida sin valor moral o ético, pero estamos conscientes de que lo que mata no es la caída, sino el aterrizaje y por eso buscamos hacerlo lo más suave posible, aun permanezcamos mil años siendo monotemático.

Es preferible que así sea, y como el miedo es sabiduría a los ojos del peligro, vamos a dejar de referirnos a esos intelectuales, ya que son peores que un gallinero de faranduleros cuando les cae un chisme nuevo en la boca, porque a ese grupo de grilleros “intelectualoide” se les olvida, dentro de toda su capacidad de conocimientos y manipulación, que todos tenemos un pasado que es la sombra que define nuestros días presentes.

Algo así como los curas y su celibato. ¡Si señor!