En tierras lejanas me he informado de la desaparición física de Yolanda Santana, con quien me unieron sólidos vínculos fruto del accionar político y social. Todos aquellos que tuvimos la dicha de conocer y compartir con Yolanda, sabemos que ella estaba hecha de un material humano excepcional, el cual puso a prueba en distintas batallas libradas defendiendo los derechos de su
pueblo, de los trabajadores, las trabajadoras y todo el movimiento obrero y feminista del país.
Yolanda, formó parte de las mujeres y hombres que en el país han hecho significativas contribuciones para la liberación de los oprimidos; ella fue un ejemplo de la combatiente abnegada, solidaria e internacionalista.
Aunque me encuentro a distancia de mi tierra, me uno al dolor que embarga a toda la familia de Yolanda, a sus seres queridos y al movimiento democrático popular y progresista al que siempre se mantuvo unida.