En medio de estos días tumultuosos y volcánicas ansiedades de los dominicanos, particularmente de los menos alfabetizados de los rincones del País, acerca del discurso dispersos y sin coherencias de parte del gobierno para manejar la trayectoria del Huracán Irma, notábamos que carecían de un plan único de orientación; los meteorólogos no tenían una voz o dos, sino un sinnúmero de predictores que en ocasiones improvisaban informaciones.
Yo me clavé en el hogar frente al televisor, mientras accedía a las redes sociales y me incorporaba a los chats de colegas de la Universidad desde el martes, miércoles y jueves, cuando la marea bajo y la realidad nos decía que el final había llegado este último día para alivio de la tensión y amenaza a que nos sometía esa probabilidad de entrar el huracán. Los bautizaron como el más poderoso de la tierra, a casi 300 kilómetros por hora, algo nunca visto en la Cuenca del Caribe, y la desesperación se apoderó de los dominicanos, que corrieron audaz a realizar compras y hacer otros menesteres ; terminaron ganando los empresarios y comerciantes que vaciaron sus naves.
Los internautas enviaban y reenviaban un montón de mensajes que se cruzaban contradiciéndose sin ningún soporte académico ni científico, pero al fin se crían como los mejores técnicos de la Meteorología, la Ingeniería, la Sismología y la Física; en algún momento tuve la osadía de aclarar en un chats que me declaraba inexperto( como lo soy) en esa materia y que no debía estar enviando orientaciones ni juicios de la materia, dado a que iba a desorientar más.
Era pues mi molestia por tantos atrevimientos de internautas, con afán de predecir cualquier cosa, menos la verdad. Entonces, comprendí con certidumbre la imposición de la post-verdad en esta época de brega de tecnología de punta, donde con un click se disparan los más descabellados mensajes que ponen en caos a los inopinados en cualquier latitud de la tierra; esa post-verdad que desarrolle en un articulo anterior de agosto, donde la verdad es de quien mienta más y persuada a los demás de la justeza de sus criterios. Los flechazos de informaciones se entretejían de tal manera que no sabíamos a quien creer, si a Meteorología, a los Voceros del Gobierno, que solicito se presentaron desde la Presidencia con su Plan de Ayuda, a los periodistas o las Redes Sociales.
La post- verdad seguía batiéndose hasta la noche del miércoles, cuando una comunicadora, con estilo académico e investigadora, Alicia Ortega, se plantó con seriedad, objetividad e interrogación responsable, ( que aplaudimos) entrevisto a un experto del Centro de Huracanes de Mami con suficiente experiencia, Jhon Morales, que el día anterior había dado su sabía opinión, y declara en la entrevista a distancia que el Huracán haría daño en las provincias del Nordeste y Norte, cuando ya el curso del Huracán Irma varió unas pocas distancias de la costa, pasando su trayectoria a 100 kilómetros de Dominicana y que no variaría tanto; Alicia continuó haciendo preguntas puntuales, que respondió con mucha certeza y bastante claridad de sencillez. Luego presento al Ingeniero y Geólogo Osiris de León, que remato con su pericia y don de fluidez técnica en el tema. Así, me hice la correcta idea de lo que aparentemente sucedería en la trayectoria para felicidad del pueblo dominicano y sentirnos tranquilos por haber sorteado tan terrible calamidad atmosférica. Nos inundamos en lluvias en mucha parte de la geografía nacional, sobretodo en el Nordeste y agradecemos a Alicia Ortega y su afanado Equipo de Reporteros, que cundieron con sus reportes todas las regiones impactadas por Irma. Así se hace Patria, no con afán de protagonismo político; ahora que atiendan a los damnificados con la misma presteza con que aparecían en los Medios.
Vemos con muy buenas ganas y sanas intenciones la cadena de mensajes cristianos y los Amén, oraciones y rezos de parte de los devotos dominicanos que inundaron las Redes; pero como la canción de Los Guaraguaos: No Basta Rezar. Hay que solidarizarse, actuar y colaborar con los damnificados y los humildes del País. El propio Papa Francisco sentencio que no es suficiente creer en Dios, porque en nombre de el se han hecho los peores crímenes de la humanidad: dijo: " ……algunas de los mejores personas de la historia no crían en Dios, mientras que muchos de los peores actos los hicieron en su nombre". Por esas razones, en aquellas palabras del Papa Francisco, daba preeminencia a la vida espiritual, no al templo; muy sabías y orientadoras palabras, hoy que el mundo está inundado de hipocresías, y no necesariamente de aguas huracanadas. Cuantas personas fingiendo sentimientos cristianos o no cristianos ante los demás y en su fondo social o político desmintiéndolos con su proceder, ya sacerdotes, pastores, religiosos, funcionarios o gente común.
Veamos a partir de ahora la actitud del Gobierno respecto a los que perdieron sus casas y ajuares, en vez de compensarse con la subida de los combustibles y bocinas lanzando ditirambos proclives al Presidente, como cual salvador de la Patria.