Ya comienzan a evaluar al 2016. Uno de esos intentos lleva el título de este artículo y es de El País, que comenzó su especial de fin de año por sección bajo esta premisa. En República Dominicana, me parece que no fue solamente en el 2016: todo está saliendo al revés desde el parto en que salimos a la historia.

En la revista “Gestión y Competitividad”, revista especializada del periódico El Caribe, el presidente del Capítulo Dominicano de las Ciencias de la Complejidad en su artículo “1605: el inicio de la gran cimarronada”, con bastante lujo de detalles.

En ese año se produjeron las “Devastaciones de Osorio”, el punto de partida para la génesis de la división de la isla entre las colonias de Santo Domingo español y Saint Domingue français.

Estas desvastaciones prefiguraron el estado actual de la isla de la Hispaniola, pero igualmente se puede hablar de cualquier región del planeta Tierra. Si para entender que el 2016 es el año que todo salió mal, debemos revisar toda la historia. Porque 1498, cuando Colón descubre el nuevo continente que terminó llamándose América también fue un año que se fue por la borda en términos históricos.

Todas las fechas que chocan con la expansión del imperialismo europeo para constituirse en el año que le dieron la vuelta al rumbo de esos países que pasaron a ser colonias: los países africanos, los americanos y los asiáticos.

Entonces, ¿cuándo se va a enderezar la historia a favor de los países víctimas de las tantas devastaciones de Osorio sufridas, aunque sea en los escasos quinientos años de la Edad Moderna?