Un ingeniero a cargo de una de las escuelas en proceso de reconstrucción expresaba su satisfacción, como ciudadano dominicano, ante el hecho que la obra que realiza entre otros atributos tendrá 18 sanitarios con los estándares internacionales, donde había dos letrinas para miles de estudiantes.
El vasto plan de transformaciones de la infraestructura escolar que se realiza en todo el territorio nacional junto a otras sustanciales acciones en curso marca un hito. A lo dicho respecto a la infraestructura escolar se agrega la disponibilidad de desayuno, almuerzo y merienda; además de adecuadas áreas deportivas; así como la dotación de libros y uniformes ; junto a la extensión del horario que más que duplica el promedio histórico de 2.8 horas efectivas de jornada escolar.
En algunas comunidades ya se han iniciado además programas de transporte escolar, dando respuesta a un serio problema que no solo facilitaría la llegada a tiempo de los estudiantes a la escuela, sino que reduce los riesgos de accidentes de tránsito en el camino hacia las escuelas principalmente en motocicletas.
Hay quienes habían dicho con mucha insistencia que lo gerencial era un problema mayor que el financiamiento de la educación, y hoy se puede afirmar que las actuales autoridades han sabido combinar de forma correcta ambas perspectivas y se siente un fuerte componente gerencial en las distintas vertientes de las actividades educativas en curso.
Los avances en los acuerdos entre las autoridades del Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores-ADP- en cuanto a dar efectiva continuidad al proceso de mejoría sustancial del salario de las maestras y maestros. Lo mismo que los avances hacia el más alto nivel y calidad en la salud por la vía del consorcio ARS-PSSs SEMMA, el cual requiere de un profundo rediseño organizacional, así como un reenfoque de su forma de financiamiento que le permita no solo superar la crisis actual sino constituirse en un modelo para el Sistema Dominicano de Seguridad Social y para lo cual tiene toda la potencialidad.
Sumando al conjunto de aspectos destacados las iniciativas en ciernes hacia el ya imprescindible nuevo paradigma en la formación y capacitación docente, el que se inicia proyecta ser un año escolar histórico.
Todas esas acciones en curso indican un giro estratégico en la perspectiva de superar la crisis existencial del sistema educativo dominicano en las últimas décadas que lo retrotrajeron hasta ocupar en cuanto a la calidad de la educación primara el penúltimo lugar entre 144 naciones del mundo. Es justo reconocer junto al inicio del año escolar que en el área educativa el país avanza. ¡Adelante!