He querido insistir sobre el tema de fomento del turismo utilizando los Parques Nacionales, debido a lo conveniente económicamente que resultaría la utilización de estas áreas, principalmente del Parque Nacional Cotubanamá ( Parque Nacional del Este ), ya que presenta ventajas comparativas que ayudarían grandemente en el corto plazo a alcanzar la meta de 10 millones de turistas al año que ha planteado el Presidente Danilo Medina.
Consideramos que es el momento adecuado de abrir estas áreas y aprovechar nuestros recursos naturales, de promover una modificación de la ley de áreas protegidas No. 202-04 para permitir el desarrollo ecoturístico y de baja densidad de las costas, con ciertas regulaciones para no provocar daños en el parque, y con la ayuda de los propios inversionistas, a través de un patronato que tenga el co-manejo del parque, arreglarlo y darle condiciones para que pueda ser visitado, y realmente este ecosistema sea un socio importante del país.
Mediante un plan de manejo bien estructurado, planteamos modificar los límites del parque para que se permita el desarrollo de las costas, dejando un kilómetro desde la pleamar hacia el interior del parque y basado en el estudio realizado por la empresa Benchmarc, Inc en el año de 1973, que sirvió de base para la creación del Parque, el cual establece dejar las costas libres para uso y disfrute de los visitantes. De igual manera se especificó en dicho estudio la creación de la segunda y tercera etapa con lo que hoy conocemos como Cap Cana y Punta Cana, las cuales no llegaron a concretizarse.
El Parque Nacional del Este no es poseedor de grandes bosques necesarios para la atracción de lluvias, no tiene bosques húmedos, ni albergue de especies que no puedan seguir viviendo y reproduciéndose con esta propuesta de liberación. Es un área que en la actualidad está siendo aprovechada informalmente al llevar turistas a Saona y Catalinita. Por lo tanto, puede explotarse perfectamente sin que las áreas más vulnerables sean afectadas, al contrario, sería responsabilidad de este sector privado protegerlas, conservarlas y ayudar a su desarrollo, a través de un co-manejo del Parque.
Inmediatamente suceda la liberación de las costas, estos terrenos costeros tendrían una plusvalía importante, de las cuales el sector privado estaría en disposición de aportar una proporción para la construcción de una carretera que bordee y sirva de limítrofe del parque, construir senderos peatonales hacia las cuevas, manantiales y áreas de observación de aves y reptiles, lugares de interés histórico-científico, acondicionamiento de dichas cuevas para observación y estudios de pictografías y enterramientos indígenas. Inclusive, y hasta pagar a los propietarios privados que queden dentro del parque, cuyas parcelas no podrán desarrollarse , ya que el Estado no ha pagado ninguno de los terrenos expropiados mediante el Decreto No. 722 del año 1975, y así se eliminaría un pasivo importante que tiene el Estado, y dichas parcelas quedarían a nombre del Estado Dominicano.
En nuestra propuesta planteamos la inclusión de la figura del fideicomiso, que junto al Patronato, serían los responsables del manejo de los recursos que generaría el traspaso de propiedades y el otorgamiento de concesiones, haciendo una justa distribución entre los propietarios, tanto los de costas como los internos, y a la vez haría las inversiones que se acuerden, como carretera que bordee el parque, senderos peatonales, etc.
En adición a esto, las poblaciones de Bayahibe y Boca de Yuma tendrían un crecimiento cuantitativo y cualitativo que les ayudaría a mejorar sus condiciones de vida. Se mejoraría la calidad de la educación y se crearían escuelas vocacionales y de idiomas, guías turísticos y oficios técnicos, así como la creación de estancias infantiles, lugares para el cuidado de niños ( bebes) como ayuda a las madres trabajadoras. Estas enseñanzas les proveería de una profesión que les permitirá insertarse en estos hoteles y nuevos centros de trabajo rápidamente con un empleo formal y digno.
No es tiempo de temer a este desarrollo, podemos asegurar que utilizando los Parques Nacionales con un manejo científico, las áreas protegidas estarán en mejores condiciones y serán de mucho más provecho del que hasta ahora han sido, al igual como están funcionando en diversos países donde se han construido las facilidades mencionadas. Conviven humanos y ecosistemas, son una especie de socios donde se preserva y restaura el medio ambiente para que pueda seguir siendo la base del desarrollo sostenible de los Parques, del turismo y de las comunidades cercanas.