Creo que tú y yo vamos a esperar el 14 de Febrero junticos, trabajando, pero uno al lado del otro. Porque hoy en día el concepto de cercanía amorosa trasciende los límites físicos. Es más, casi no tiene que ver con dormir uno al lado del otro sin rozarse, sin estremecerse, sin olerse, sin lamerse los sentidos… Uyyy, esa cercanía distante yo, no la quiero. Prefiero vibrar cada instante entre el erotismo de la palabra bien sentida, dicha con el más puro sentimiento, o entre imágenes y vídeos reveladores y orgásmicos. ¡Bendito el Internet, cuando se usa para dar amor sincero y fiel! ¡Maldito el Internet mal usado, separador de parejas y fraccionador de familias! Las redes enredan a los descerebrados impensantes, hipócritas, egoístas y cínicos. Las redes sociales acercan corazones bienhechores, acercan amistades y familias distantes por mares durante siglos.
La tijera está sobre la mesa: unos podan rosas; otros destruyen esperanzas. El problema no está en las herramientas, sino en la intencionalidad humana. Somos las acciones que dicen lo que somos. "Obras hacen fe".
Si das amor sincero, no importa si es por WhatsApp, Messenger o Hangoust, o por un "besito con lengua" frente al mar. El amor por las redes se puede medir o evaluar, aunque algunos crean que no, aunque algunos digan que "el papel o el teclado aguanta todo lo que le pongan". Aprende a mirar críticamente lo que te escriben y podrás saber el grado educacional de la persona, sus intereses, sus expectativas de vida, frustraciones, rencores, posición ideológica y política, gustos y disgustos, sueños y hasta morbosidades.
"Ola veya, aki toy pol ti, pa ablar con tigo. ¿Ere cazada? mandame foto tuya de ora mimo".
¡Por favor! Con esa manera horrible de manifestarse se pueden deducir disímiles características del sistema de pensamiento y comportamiento de este hombre. ¿Y qué decir de las muchachas vendiendo su cuerpo a cambio de "recargas para celular" -en el caso de las cubanas- o "cualtos pa' Salon" como piden las dominicanas? Porque el comercio sexual electrónico es hoy día otra de las recurrentes vías de prostitución y de trata humana.
Lo triste del caso es el uso irresponsable de las redes sociales, la desatención a la persona con la que convives, y hoy queda ella inerte frente a sus novelas televisivas, mientras el marido pide fotos eróticas en Facebook a toda la que se le ocurra.
¡Ohh! ¿Y qué fue del amor, de las promesas de fidelidad, de la lealtad del alma y de la mente? Prefiero ser apasionada, soñadora, entregada y coherente y entregarme en cada acto de amor, sea virtual o físico. Pero si la relación del tipo que sea -formal o informal- no funciona, ¡termínala! ¡Qué hijos ni hijos, por Dios! ¡Hasta cuándo van a tratar de manipular a otros con lo aparencial de los hijos! El chocolate es chocolate, no café.
Alguien me dice: "Vivo con la madre de mi hijo por darle ejemplo al niño".
¿Ejemplo de qué? ¡Ahh, ya! De simulador, infiel, mentiroso, de maltrato a la mujer. No es un buen padre ni una buena madre quienes teatralizan una convivencia en pareja sin amor. ¿Crees que los niños y adolescentes de hoy, nativos digitales, son tan estúpido como usted? Mantener una relación fría, disfuncional e, incluso, con discusiones y mal trato de ambas partes, es mucho más dañina para los hijos que la franqueza. Una verdad bien dicha en el momento apropiado, duele, pero pasa, y con el tiempo se agradece. La mentira y el engaño siembran rencor y desconfianza para toda la vida. La verdad es ejemplo sanador. La mentira asesina el alma y las ilusiones.
Bienvenido sea el amor trasmitido por cualquier medio. Las flores virtuales alegran la vista. Una palabra tierna y escrita desde el fondo llega al otro lado con solo apretar el corazón y la tecla Enter, que es muy simbólica, pues es de entrar, penetrar, llegar… Y se recibe esa palabra rebosante de sentimientos. Pasar una madrugada pegaditos uno al lado del otro, a la sola distancia de un click, puede ser tan excitante como el orgasmo físicamente vivido. Las plenitudes del alma son mucho más espirituales que físicas.
Canto al amor y la tecnología. ¡Hagamos de las redes una fiesta de amor!