Salgo del trabajo, como todavía es de día, es el verano, decido contribuir un chin a la armonía de la vida familiar. Tomo el tren 1 hacia el apartamento de mi hermano, Alto Manhattan. En el tren va un dominicano cantando y bailando salsa, exhibe esa contentura que siente el hombre cuando está acabaíto de cobrar o va a encontrarse con su enamorada. Como soy un tipo nice rogué Oj Alá seanambos.
TÍOOOO, me saluda mi sobrino demasiado efusivamente cuando abre la puerta. Recibo su abrazo del oso. Ay ay ay, gimen mis costillas cuarentonas. Mi sobrino practica Tae Kwan Do y Fútbol Americano.
Tío, I need your advice.
¿Sobre?
I like a girl in school, I like her like a lot.
¿Y qué pasa?
I don’t know what to say to her.
¿Y tú crees que un jamón como yo puede decirte nada que funcione?
I asked Dad also.
Varias opiniones. Inteligente. ¿Ustedes son amigos?
Dad and me?
No carajo, tú y la muchachita.
Ah no, I haven’t talked to her yet.
Es muy fácil, solo acércate a ella y pregúntale su nombre, le dices el tuyo y… ¿qué es lo que más te gusta della?
Her green eyes.
Bien, dile que tiene los ojos verdes más bonitos que has visto, y que quieres invitarla al cine, o a comer algo, o a cualquier otra cosa que ustedes los teenagers hacen estos días que no sea Meth.
Isn’t that too forward Tío?
Claro, pero algunos tienen la suerte de que Fortuna, oh diosa intoxicada reprendida por Ignatius, les ponga amor cerca sin coger mucha lucha, otros deben aprovechar los raros momentos y causar un encuentro.
What? Who’s Fortuna Tío, who’s Ignatius?
Fortuna es una loca e Ignatius se apellida Reilly, mejor contéstame una vaina, para lograr besarla, ¿no tienes miedo de hacer el ridículo, de pasar rechazo y vergüenza pública?
No, I really like her, she’s sooooo pretty.
Perfecto, entonces cuando te le acerques no dejes de mirarla a los ojos, mientras la miras piensa en lo mucho que te gustan esos ojos, eso se va a reflejar en los tuyos, y si tiene amiguitas con ella, ignóralas.
Yeah, I can do that.
Pero claro que sí que tú puedes, además, ¿te va a meté a pendejo ahora?, usted es un mozalbete buenmozón que no jiede tanto a chivo. ¿Ella es latina?
No, she’s from Ukraine.
Ucrania, oh Dios, esa zona horrorosa es una fábrica de mamis.
Yeah, she’s very pretty Tío.
Bueno, dale pallá, y toma 20 dólares por si acaso y tienes que invitarla a un hamburger o a cualquier otra cosa que no sea Meth.
Ya en el tren 2 a casa pienso en ese amor de primera juventud, tan suicida, tan impoluto, sin mañas, con besos maravillosos que duran no una canción no, una sinfonía entera en repeat toda una tarde entera con su noche entera; todavía esos jóvenes corazones no han sido rotos por Fortuna, oh diosa en hongos, para ellos el futuro todavía es un lugar seguro donde vivirán abrazaditos. Los jóvenes enamorados son los primeros versos del hermosamente sencillo poema escrito en el Siglo V por Bhartrhari:
"En días pasados ambos acordamos
Que tú eras yo, y yo era tú";
versos conmovedores de una era primitiva, donde el amor era precioso y el primer amor bien podía ser el único porque la esposa podía morir repentinamente de una pestecita amarilla y el esposo podía ser empalado en un dos por tres por haber musitado en el mercado de ibis y cigüeñas que el rey era medio enano.
El amor joven es adorable, dramático por inexperto, ya se sabe, se entrega sin egoísmo, más para alante no hay gente, no se puede pensar en nadie más, se coge una bala por el ser amado; contrario al amor cuarentón, ya con varias vagabunderías hechas y sufridas, tal vez divorciao, con un niño imperativo que no para de berrear si no le ponen Frozen y una expareja de voz chillona y nombre atroz que solo pone en repeat alguna bachata particularmente fea y cursi; un amor manoseao, mutilao, mañosísimo, que por default atenúa el gustazo sabiendo que puede venir un trancazo; ya ha sido saboreao varias veces eso que saboreamos ahora; el fenómeno amorférico ha sido enfrentado antes, solo que ahora en lugar de un ciclón batatero a cielo abierto se siente como una brisa fuerte bajo un techo de concreto; se quiere mucho sí, pero má palante hay gente; se puede durar meses no en un triángulo amoroso no, en un cuadrado amoroso y hasta en un octágono amoroso (que yo tengo un primo medio atronao con la moral de un mandril recho que se ta divorciando, a las amantes de Skype les habla de matrimonio y tiene amores con una damnificada que Fortuna, oh diosa en perico, le puso cerca de su trabajo); no solo no se coge una bala por el ser amado, sino que se coge al ser amado de escudo y ver gente nueva encuera es una vaina buena. Los amantes cuarentones vivimos los últimos versos del poemita de marras:
"¿Qué ahora nos ha pasado a los dos,
Que tú eres tú, y yo soy yo?"
Aquí recordé, tal vez fue el germen de esta nota, que sobre amor joven y viejo también escribió el inglés Jerome K Jerome:
"Cupido no gasta una segunda flecha en el mismo corazón. Nosotros gustamos, apreciamos, tenemos mucho, mucho cariño, pero no amamos otra vez. El amor de un muchacho viene de un corazón lleno; el de un hombre es más a menudo el resultado de un estómago lleno. De hecho, la babosa corriente de un hombre no puede ser llamada amor, comparada con la apresurada fuente que se reboza cuando el corazón de un muchacho es golpeado con la flecha celestial".
Por cierto, amable lector, permítame una ligera digresión onomástica: Jerome K Jerome. Yo no sé a usted, pero a mí ese nombre me maravilla. Un nombre bien puesto por padres con buen gusto que en verdad amaban a su niño. Hay otro escritor inglés que se llamó Ford Madox Ford, también está el poeta gringo William Carlos Williams, y yo una vez cogí un taxi de New Rochelle al Bronx con un taxista musulmán cuyo nombre era Mahoma Nari Mahoma. Yo fallé, cuando me hice ciudadano gringo y me preguntaron cómo quería llamarme en esta nueva vida debí ponerme Dicent Juan Dicent aka Bonao Dino Bonao.
Esto es a propósito.
Hay que ser de bauxita para no saber que el Amor a cualquier edad es más bueno que mucho chicharrón villamellero con mucha yuca mocana y mucho aguacate elíaspiñero acariciados generosamente con aceite verde de España (sorry por la metáfora alimenticia pero me toy muriendo de hambre ay un mondonguito); lo que no me parece bueno es estar con dramas adolescentes teniendo un cerebro cuarentón; esos vulnerablemente cursis ’No me digas eso que se abre la herida', y uno no ve sangre por ningún lao, y pregunta, ’¿Te cortate amorchito?', pero no, la herida no es en el cuerpo, es en el espíritu, herido por la incertidumbre de la charlatanería. Si uno es un cuarentón siempre debe recordar a Girondo: "El amor no es un narcótico para el uso exclusivo de los imbéciles".
Al final:
'Con eso del amor no se puede generalizar, hay excepciones' podría argüir un viejebo dizque afixiao de una muchachita de 20 añitos portadora de una barriguita sin estrías.
Y yo, como un correcto plagiador chejoviano, le contestaría:
'Mire, caballerete, sí hay excepciones sí, pero mejor será que gaste menos dinero en viagras y más en sus vástagos, que el caconcito necesita unos tenis y a la greñuíta hay que celebrarle la Primera Comunión; lo que no se puede, caballerete, mucho menos después de haber mencionado su peculiar nombre, es terminar una nota como esta sin este poema de William Carlos Williams'.
Canción Amor
¡Barre la casa limpia,
Cuelga frescas cortinas
Ponte un nuevo vestido
Y ven conmigo!
¡El olmo está esparciendo
Sus pequeños panes
De dulces olores
Desde un blanco cielo!
¿Quién escuchará de nosotros
En el tiempo por venir?
Déjalo decir que hubo
Un estallido de fragancia
Desde las negras ramas.