He escrito recientemente una serie de artículos sobre la corrupción y como entrapa todos las esferas de la sociedad, incluyendo las raíces más sublimes de un poema o las letras de una canción. Ese es el caso de "Por Amor".
Nací en 1962, de modo que viví mi infancia en los años sesenta y mi pubertad y pre adolescencia en los setenta. Soy, por tanto, testigo ocular y auditivo de muchos acontecimientos culturales, sociales y políticos.
Mi pluma fue fraguada a muy corta edad en el cenit de la vida cotidiana de una familia de comerciantes del siglo XX, llamados mercaderes en el siglo XIX, impulsores de la era industrial y el capitalismo democrático, conocidos en el siglo XXI como emprendedores o "entrepreneurs".
Incansable lectora de informaciones bibliográficas y reseñas periodísticas, amante de la radio y poco dada a la pantalla chica porque prefiero seleccionar lo que leo y veo en Instagram, Youtube, Facebook, Twitter y Google, leo los periódicos sin costo adicional en las redes cibernéticas, conocidas en español como "redes sociales" o "social network" en inglés. Y leo bien, es decir, profundizo en los temas con los que me asocio y no me conformo con el decir de una sola fuente. Indago. Investigo.
Siendo así que en varias reseñas y alocuciones radiales encontré que las letras de la canción "Por Amor", más que una canción, un himno al sentimiento más sublime de la humanidad, son de la autoría del fenecido poeta y escritor René del Risco Bermúdez.
Si es corrupción coger lo ajeno y apropiárselo, no importa cuán sutil sea esa apropiación y ultraje, se trata de un robo cultural, una apropiación de la memoria insular de un tema que, por demás, escribió René del Risco días antes de morir en un trágico accidente que nunca fue aclarado.
Devuélvale la canción "Por Amor" a su dueño Rafael Solano para que pueda, al menos, después de más de medio siglo de apropiación indebida, resarcir su alma!