Westinghouse es una marca que contribuye con la calidad de vida de la gente en todos los países. Cuál es el momento de esa interpretación sobre un restaurant de pizza donde no debo pedirla con pepperoni? Para los partidos políticos de República Dominicana creemos que todo el mundo tiene esa imaginación de que hablaba Dolores O’Riordan (Just my imagination, porque en sentido de la pertinencia de su crítica sobre el proceso creativo, no toda campaña es imaginativa). Los días de mañana y pasado corresponderán a una especie de control en que el proceso de ocultos pronombres –ese Banco Mundial al que todos hablamos por walkie talkie–, es interesante como una Bolognesa.
En una temporada en Punta Cana analizan al Barca y al Real Madrid. A puertas cerradas, la manifestación de la evolución nos explicó antes que en el esquema darwiniano fue explicado con suma elocuencia en eso que, según el comensal, nunca entendió Rene Descartes cuando habló a la Academia de Leiden sobre monos que nunca hablaron. En su libro, Darwin nunca dijo que un mono era capaz de sonreír por dos horas. Nunca dijo que un mono podía decir alguna palabra que fuera repetida, como el ruiseñor de los césares, de manera consecutiva para su conocimiento. Pero en el otro libro, Schopenhauer dijo que en todo hombre podía existir ese territorio que en el momento de su excelencia podía ser percibido como las Dunas de Bani: demasiado aprendizaje para decir solo una palabra y la pizza fue servida.
Al momento de publicación de su libro, Ernesto Hemingway, dijo a los medios que nadie era capaz de permanecer dos mañanas con la mano agarrada en la nariz. El proceso de risa que esa declaración movió a una publicación que reposa en los archivos de la memoria histórica, donde españoles de latitud dormida, corroboraron tal habitáculo de la lógica y la demostración científica empirista. Pero ya se mostró en la UE que John Locke tenía las cosas tan claras que en el medio de aquellas averiguaciones fidedignas no encontraron mayor explicación que decir que el medio más idóneo para impregnar de consideraciones políticas el mundo, era nada más y nada menos que el periódico.
Lo mismo puede entenderse cuando leemos las páginas del New York Times, con la misma sospecha terrible de que no nos dirán los resultados de San Luis o Poe booms. Lo mismo dijeron esos aguajeros dominicanos que nunca comprendieron que el momento más importante de la vida estaba en la construcción de un futuro.
Así como en la película de Sinead O’Connor, cuando digo película digo su vida real repleta de misterios, los datos que nos proporcionaron los organismos de inteligencia corroboran los límites de la conciencia en la raza humana. En un artículo publicado en el periódico El País, de España los cronistas de una nueva teoría de la raza concluyeron nada apresuradamente que la raza negra tiene una menor masa encefálica, lo cual explica, según decía alguien, la “debilidad de madera” que dicen algunos tienen los negros. Conocemos quienes dominan el país en términos de la propensión a saber quien ganara las elecciones del año que viene, pero las intrincadas formulas de la lucha de estos partidos, ha hecho que la población no diga que sucede en todas las instancias del gobierno que nos ha gobernado en los últimos 5 años.
En la encuesta Newlink que fue publicada en este mismo diario no se puede decir que una tendencia terminaría por decirle a la gente que el único camino era seguir al líder del reformismo histórico, como de seguro ha pensado más de tres. Lo que pasa es que creemos que en los datos de esa entrevista, la gente conoce bien la sistemática misión de los encuestadores. Lo que nadie dijo entonces era que el misionero era una posición del Kamasutra que no es permitida a todo el mundo y que nadie es capaz de sonreír cuando están agarrándose el codo. Eso demuestra de una vez por todas la existencia del alma de los hombres, algo que ha molestado durante más de un milenio a la raza humana de nuestros ámbitos geográficos. No tengo que decir que en ese nimbo de fórmulas donde nadie tiene que ser tomado como un deletéreo informante de los organismos de inteligencia no es menester denunciar lo que otros dijeron sobre la misión de aquella torpe condición de no decir que la vida era un lugar donde todo ocurre como practica de fitness.
Darwin nunca estuvo equivocado cuando estableció las bases de la moderna antropología dominicana y erecta de noches, pues Darwin no tenía sino condición de un, cuando entendió que su trabajo era extremadamente histórico. Lo que no podemos estar seguros es que en el de Darwin podemos hallar eso que otros no quisieron saber nunca: que todas las especies humanas corresponden a un mismo género musical. La orquesta de la sinfonía terrestre no tiene que ser sometida al dictamen de los políticos. Pero Darwin no dijo tampoco que la mejor manera de demostrar la evolución de la especie era conocer los ancestros –como el hombre Piltdown–, que siempre nos ponen en el asunto de estudiar muchas matemáticas, o aprender las lecciones del Quijote, un libro de Cervantes Saavedra que nunca leí pero que sé que existe en una vieja biblioteca.
La evolución de la especie es una teoría de redacción escrita que tiene que ver con una función estadística que nos parece única en la medida en que la evolución no es sintagmática, es decir que el orden de cosas existente en la tierra no tiene que ser sino tomado como una averiguación en bruto donde la gente tendrá, 1. Predisposición a entender lo que le ocurre, como sucede con los organismos de la sociedad donde la evaluación dura mucho tiempo antes que suceda una interpretación nueva de diverso origen. Para la última vez que me bebí una copa de coñac, no me dije que lo que había conocido era esa percepción que otros tienen de las encuestas electorales.
¿Por qué primero nos dicen que las encuestas tienen esa pulsión de nada que nos permite conocer eso que otros han explicado desde el mismo inicio de la especie? Por ejemplo, el chimpancé que es un mono turbio no tiene sino la misma inteligencia del hombre pero desgastada por tanta inercia, según nos explica el historiador de morigeradas funciones que fue Bertrand Russell, lo mismo que Charles Darwin conoció a esos primates que no tenían manera de decirle a la gente de dónde venían porque eran simplemente renuentes, como dice Borges en el Inmortal, a conversar para que los dejaran libres y no los lanzaran al trabajo. Lo primero es decir que en cualquier investigación, científica o demostrada según parámetros de antigua silogística realidad, la apertura elemental de esos minuciosos percibidos númenes, tiene que decirnos que sucede con el origen de la especie. Leí un texto que principiaba de contradicciones formales; lo concebí aquí en Punta Cana pero me permití conocer lo que otros dijeron sobre el trago que nadie conoció esa mañana. Por ejemplo, un día dije a la gente de ese edificio que no era rentable dormir durante 24 horas. Los que interpretaron el azar como una de las intenciones de Dios, no se equivocaron en lo más mínimo y comenzaron a ser como amantes de la pizza y el rock más contemporáneo.