El Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE ha sido reiterativo en su planteamiento y convencimiento de que la causa principal del elevado déficit financiero del sector eléctrico que ahoga las finanzas públicas, se debe al alto costo de generación o abastecimiento y que la solución a dicho déficit pasa primero por el cambio de la matriz energética. A continuación un extracto de declaraciones recientes donde se ratifica lo antes expresado:

  1. La raíz de la solución del tema es cambio de matriz y ampliación de la matriz. Si no tenemos energía, no importa lo que hagamos; energía suficiente y a buen precio, para que cualquier plan pueda dar resultado, en eso es que el pacto debe enfocarse primordialmente”.
  2. El alto precio de producción de electricidad en el país obliga al gobierno a subsidiar a los usuarios del servicio con más de mil 500 millones de dólares anuales.

Las anteriores declaraciones confirman el criterio de la CDEEE de que el alto precio de generación es la causa principal del déficit financiero del sector eléctrico, el cual obliga al Gobierno a otorgar un subsidio directo anual por un monto superior a los US$1,500 millones.

Cualquier ciudadano que lea las afirmaciones anteriores podría llegar a la conclusión de que una empresa distribuidora que posea altos costos de abastecimiento debido a los altos costos de generación, sería una empresa con un alto riesgo de sufrir grandes déficits financieros y en consecuencias altas perdidas operativas.

En la Republica Dominicana, existen sistemas eléctricos aislados que poseen un costo de abastecimiento mayor al que experimentan las distribuidoras Edenorte, Edesur y Edeeste, mas sin embargo son empresas que no están sometidas a los altos déficits financieros que experimentan las distribuidoras y la CDEEE.

Consorcio Energético Punta Cana Macao, CDEEE, Edenorte, Edesur y Edeeste

El Consorcio Energético Punta Cana Macao (CEPM) es una empresa privada del sector eléctrico de la República Dominicana que genera, transmite, distribuye y comercializa energía en la zona turística de Bávaro, Punta Cana, Macao y Bayahibe.

Según el Informe de Calificación de Riesgo elaborado por Feller Rate en Mayo del 2013 el cual se encuentra disponible en Internet, el precio de generación o abastecimiento promedio de CEPM para el 2012 fue de unos US$0.182/kwh, mientras que para el mismo año, el costo de abastecimiento promedio de las tres (3) distribuidoras fue de US$0.1770/kwh.

De acuerdo a la hipótesis sustentada por la CDEEE, el  Consorcio Energético Punta Cana Macao en el año 2012 debió experimentar un alto déficit financiero y perdidas debido al alto costo promedio de generación o abastecimiento que tuvo ese año, el cual fue superior en un 2.82% al costo de abastecimiento promedio de las tres (3) distribuidoras.

Mientras en el 2012, las pérdidas totales (energía cobrada menos energía comprada) de las distribuidoras se situaron en el orden del 39%, las pérdidas totales de  CEPM en sus zonas de concesión alcanzaron el 4.4%.

En el 2012, mientras el subsidio directo otorgado por el Gobierno al sector eléctrico se situó en el orden de los US$1,000 millones, la empresa CEPM obtuvo beneficios en su operación comercial.

Esta situación de bajas perdidas y ganancias, le permite a CEPM satisfacer el 100% de la demanda en sus zonas de concesión sin que se produzcan apagones financieros, mientras que las tres (3) distribuidoras apenas suplen entre el 65% y 70% de la demanda en sus zonas de concesión y con pérdidas totales en el orden del 40%. Si las tres (3) distribuidoras suplieran el 100% de la demanda en sus respectivas áreas de concesión, las pérdidas totales se situarían entre un 60% y 65%, ya que mientras más energía se suministra, mayores son las pérdidas en términos absolutos, relativos y porcentuales.

¿Por qué CEPM con un costo promedio de generación o abastecimiento más alto que el costo promedio de abastecimiento de las tres (3) distribuidoras no opera con los enormes déficits financieros de estas empresas?

  1. Porque sus pérdidas son muy bajas, lo que evidencia un manejo eficiente de la empresa.
  2. Porque han realizado las inversiones necesarias en distribución para reducir las pérdidas.
  3. Porque realizan las inversiones necesarias en el área de mantenimiento de redes y subestaciones.
  4. Porque los usuarios que reciben el servicio de electricidad, son clientes, lo que significa que poseen medidores registrados en el sistema de gestión comercial, siendo sus consumos de electricidad, medidos, facturados y cobrados.
  5. Porque sus gastos corrientes son bajos y razonables.
  6. Porque no posee una nómina de empleados abultada.

¿Por qué las tres (3) distribuidoras con un costo promedio de generación o abastecimiento más bajo que el costo promedio de abastecimiento de CEPM operan con enormes déficits financieros?

  1. Porque sus pérdidas totales son muy altas (alrededor del 40%), lo que evidencia un manejo ineficiente de las empresas. Si las tres (3) distribuidoras suplieran el 100% de la demanda en sus respectivas áreas de concesión, las pérdidas totales se situarían entre un 60% y 65%, ya que mientras más energía se suministra, mayores son las pérdidas en términos absolutos, relativos y porcentuales.
  2. Porque no han realizado las inversiones necesarias en distribución para reducir las pérdidas.
  3. Porque no realizan las inversiones necesarias en el área de mantenimiento de redes y subestaciones.
  4. Porque una gran parte de los usuarios que reciben el servicio de electricidad (alrededor de un millón), no son clientes, lo que significa que no poseen medidores registrados en el sistema de gestión comercial, no siendo sus consumos de electricidad ni medidos, ni facturados ni cobrados.
  5. Porque sus gastos corrientes son muy elevados.
  6. Porque poseen una nómina de empleados abultada.

Conclusión

De acuerdo al análisis anterior, podemos concluir que la causa principal del elevado subsidio y alto déficit financiero del sector eléctrico, no radica en el costo promedio de generación o abastecimiento a que las distribuidoras adquieren la energía de los generadores.

El elevado subsidio y déficit financiero del sector eléctrico se debe principalmente a las altas pérdidas totales de las tres (3) empresas distribuidoras, a la ineficiencia con que dichas empresas son gestionadas y al elevado gasto corriente de esas empresas y la CDEEE.

A pesar de que la CDEEE afirma que la entrada en operación de las plantas a carbón de Las Catalinas producirán un ahorro de unos US$500 millones anuales, la realidad es totalmente diferente. En base al precio de US$0.12/kwh que la CDEEE ha anunciado que se venderá la energía producida por dichas plantas y tomando como referencia el precio promedio de compra de energía de las tres (3) distribuidoras para los primeros ocho (8) meses del 2014 que se sitúa en el orden de los US$0.1677/kwh, según el Informe Mensual de Desempeño del Sector Eléctrico publicado por la CDEEE, la economía real que producirán las plantas a carbón de Las Catalinas será en el orden de unos US$234 millones anuales, lo cual representa alrededor de un 17% del subsidio directo otorgado al sector eléctrico en el 2013 y proyectado para el 2014 (unos US$1,400 millones cada año). Si la comparación se realiza con relación al déficit de flujo de caja de las distribuidoras y CDEEE incluyendo las deudas corrientes, el cual se situó en el 2013 alrededor de los US$2,000 millones, cifra que se repetirá en el 2014, las economías o ahorros que producirían la entrada en operación de las plantas Las Catalinas en términos de reducción de déficit, representarían alrededor del 12% del déficit en flujo de caja del 2013 y del 2014.

Si bien es cierto que la reducción en el costo de abastecimiento o generación contribuye a una reducción en el subsidio directo y déficit financiero del sector eléctrico, no es menos cierto que por el impacto que la entrada en operación de las plantas a carbón de Las Catalinas tendrán la disminución del precio de abastecimiento o generación y por la realidad operacional y comercial de CEPM, queda evidenciado que el costo de abastecimiento no es el factor principal o determinante en el déficit financiero, sino que las causas principales hay que buscarlas por el lado de las altas perdidas de las distribuidoras, de la pésima gestión de las mismas y en los altos gastos corrientes de estas empresas (distribuidoras) y la CDEEE.

Si el Gobierno no toma la firme decisión de invertir recursos importantes en la reducción de las excesivas perdidas de las distribuidoras (no menos de US$800 millones en dos (2) años) y de reducir drásticamente los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, tal y como tomo la firme decisión de contratar la construcción de las centrales a carbón, cuyo costo total se situara en el orden de los US$3,000 millones cuando se computen los costos asociados a la línea de interconexión, escalamiento de costos e intereses durante la construcción, entre el 2014 y la fecha en que dichas centrales entren en operación (entre 4 y 5 años incluyendo el 2014), el Estado podría estar erogando una suma total que oscilaría entre los US$5 mil y US$ 6 mil millones solo en subsidio directo al sector eléctrico, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que el País sufra apagones más intensos y frecuentes a los que se reciben en la actualidad.

La inversión a realizar en la reducción de las pérdidas de las distribuidoras es menos del 30% de la inversión total a realizar en la construcción de las plantas a carbón de Las Catalinas y es una inversión que se puede realizar en un menor tiempo y con impactos positivos mayores en la reducción del déficit financiero del sector eléctrico, cuyos resultados podrán observarse más rápidamente que los efectos de la entrada en operación de las plantas a carbón.

Si el Gobierno ha podido comprometer las finanzas públicas para ejecutar un proyecto de inversión en las plantas a carbón de Las Catalinas que implica unos US$3,000 millones en por lo menos cinco (5) años,  a razón de unos US$600 millones en promedio por año, más fácil resultaría hacer un compromiso serio para una inversión en distribución de unos US$800 millones en dos (2) años, a razón de unos US$400 millones por año, para atacar y resolver las altas perdidas y elevado déficit financiero que experimenta el sector eléctrico, las cuales constituyen uno de los peores canceres que corroe y hace metástasis acelerada en las finanzas públicas.

Si no se hace la inversión requerida en la reducción de las pérdidas de distribución y en la reducción drástica de los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, cuando entren en operación las plantas a carbón de Las Catalinas, se corre el riesgo de producir una gran decepción y frustración en la sociedad, pues se comprobara que las ilusiones y promesas vendidas no se materializaran y el sector eléctrico seguirá siendo la mayor carga económica y financiera en las finanzas públicas, al mismo tiempo que se incrementa el deterioro en la calidad del servicio brindado, el déficit financiero y la tarifa eléctrica seguirán en su escalada alcista golpeando a los consumidores e impactando negativamente a los sectores productivos que mueven y dinamizan la economía del país.