Regresamos a la región de Transcaucasia en el Cáucaso sur, específicamente a Armenia y Azerbaiyán que han acordado un nuevo alto el fuego en Nagorno Karabaj (Artsaj para los armenios) bajo los auspicios de Rusia, que tiene la particularidad de parecer definitivo. ¿Quiénes son los vencedores y quiénes los vencidos?  

UN MAL ACUERDO O UNA PÉRDIDA TOTAL 

Se recordará que la región de Nagorno Karabaj (Artsaj para los armenios), territorio enclavado en Azerbaiyán, pero habitado mayoritariamente por armenios, se autoproclamó república independiente en 1991, una acción que no fue reconocida por Azerbaiyán, pero si fue apoyada por Armenia. A lo que le siguió una guerra entre Armenia y Azerbaiyán que se cobró la vida de más de 30 mil personas y se prolongó a 1994, hasta la firma de un armisticio a instancia de Rusia. En aquella ocasión fueron arrancados de control azerí decenas de poblados y territorios, entre ellos Lachín por donde se conformó el denominado corredor de Lachín, un corredor geopolítico que aseguraba la conexión territorial entre Armenia y la autoproclamada república independiente que en 2017 pasó a llamarse República de Artsaj.   

El alto el fuego firmado este 9 de noviembre a instancias de Rusia después de 44 días de violentos enfrentamientos, consagra la victoria de las fuerzas azeríes sobre el terreno, en unos enfrentamientos que iniciaron el 27 de septiembre, en la renovada tensión entre Azerbaiyán y Armenia por Nagorno Karabaj. Tan solo Armenia reportó la muerte de 2,317 militares. Azerbaiyán, por su parte, tiene por costumbre no dar cifras de sus muertos en combate. En la práctica, Bakú ha reconquistado no solo amplios territorios que estaban en poder de los armenios desde 1991, sino Shushá, la segunda ciudad en importancia de la República de Artsaj (a tan solo 11 kilómetros de su capital Stepanakert) que fue a la vez, la capital de Artsaj la décima provincia del reino medieval de Armenia.   

Previsto por el acuerdo, 1960 soldados rusos, para mantenimiento de la paz, han empezado a ser desplegados en Nagorno Karabaj para hacer cumplir el acuerdo y se mantendrán allí por unos 5 años que pueden ser renovados. Nikol Pashinián, primer ministro de Armenia anunció el martes 10 el cese de hostilidades, calificando la decisión como difícil, pero necesaria ante la realidad militar. Vladímir Putin, presidente de Rusia, confirmó el acuerdo e informó que ambos Estados intercambiaran prisioneros de guerra, rehenes, detenidos, así como los cuerpos de los fallecidos en combate. Por su parte, Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán apareció en un video ese mismo día, burlándose del premier armenio, en el entendido de que le había ofrecido la autonomía, cuando solicitaron independencia para la Republica de Artsaj y la rechazaron. Hoy no hay Estado ni lo habrá, dijo en el video.  

¿QUIÉNES SON LOS VENCEDORES Y VENCIDOS DEL CONFLICTO? 

Entre los ganadores de este conflicto tenemos a Ilham Aliyev el presidente de Azerbaiyán, un musulmán chiita que derrotó a los armenios cristianos, recuperando el control de territorios azeríes que habían estado bajo el poder de Armenia desde hace casi 30 años. El triunfo le da una lavada de cara a su régimen, pues esta victoria eleva el nacionalismo y el patriotismo junto con su figura. Shushá, ciudad recuperada, la más azerí de Nagorno Karabaj, un símbolo para Azerbaiyán, cuna de poetas y escritores. Su toma le dio a Aliyev la oportunidad de imponer la paz bajo sus condiciones, muy fuerte para los armenios, pero cónsonas con el derecho internacional: recuperar sus propios territorios. No ha exigido el retorno de Nagorno Karabaj, aunque siendo honesto, no creemos que sea necesario. Más adelante veremos el porqué.  

En segundo lugar, Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía quien logró proyectar con éxito su visión estratégica a Transcaucasia, región incardinada en el área de influencia rusa, tras su irrestricto apoyo a Azerbaiyán, nación de origen turcomano y ampliamente de religión musulmana al igual que Turquía, donde sus presidentes ambos musulmanes, han desarrollado una gran amistad y para no dejar dudas sobre ello Erdogan dejó claro que su respaldo al presidente Ilham Aliyev, durará todo el tiempo que sea necesario. Aunque los rusos lo han negado, Erdogan anunció que las fuerzas de paz a desplegar en Nagorno Karabaj y el monitoreo serán realizados en conjunto por fuerzas rusas y turcas. 

En tercer lugar, Vladimir Putin, pues el acuerdo crea una especie de protectorado ruso por 5 años que serán renovables. Rusia sin utilizar grandes recursos llevará militares a Azerbaiyán, el único país del Cáucaso que no tenía presencia militar rusa.  

Entre los perdedores se encuentran en primer lugar Nikol Pashinián, primer ministro de Armenia y, sobre todo, los armenios, que cuando inicio la ofensiva azerí dominaban 7 distritos azerbaiyanos contiguos a Nagorno Karabaj que ahora han perdido. Por las armas cuatro y en base al acuerdo otros tres: Lachín, Kelbajar y Agdam. También, Azerbaiyán tendrá un corredor a través del territorio armenio para conectar a su aislado territorio de Najichevan.  

Gran parte de esto es consecuencia de errores estratégicos cometidos por Pashinián a quien Rusia trató de convencer de que conforme con las conversaciones de Madrid, negociara con Azerbaiyán un acuerdo intermedio por el cual utilizara los territorios ocupados en la guerra de 1991-1994 para devolverlos a cambio de la autonomía u otras concesiones sobre Nagorno Karabaj, pero Pashinián se negó, manteniendo una determinación que lo ha conducido hasta la presente derrota.   

Para Armenia que ha estado sola en esta guerra, esta pérdida es terrible, pues Nagorno Karabaj es fundamental en el sentimiento nacionalista y en su política nacional. Sobre todo, Shushá que representaba su triunfo en la guerra de 1991-1994, pues su conquista fue determinante para lograrlo. Tras perderla era solo cuestión de tiempo para perder también a Stepanakert la capital. 

¿QUÉ PASARÁ AHORA CON NAGORNO KARABAJ? 

A pesar de que Rusia y Armenia son socios del acuerdo de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y que todos esperaban ver a Rusia ir en auxilio de los armenios, incluso por afinidad cultural, Vladimir Putin no activó la cláusula de defensa mutua, pues las embestidas azeríes no han sido consideradas como ataques directos a Armenia en su territorio, en razón de que Rusia nunca reconoció a Nagorno Karabaj como parte de Armenia.  

De momento Stepanakert la capital de Nagorno Karabaj está a salvo, al igual que algunos territorios contiguos y el corredor de Lachín, pero al perder los 7 distritos que Azerbaiyán les ha arrebatado quedan desguarnecidos y expuestos, siendo solo cuestión de tiempo para que en una hipotética nueva ofensiva Azerbaiyán les dé, el golpe de gracia. Existe el riesgo de perderlo todo. Por lo pronto Stepanakert y los pocos territorios que quedaron de la República de Artsaj van a continuar con una autonomía de facto y lo más probable es que se inicien interminables negociaciones en torno suyo.