Según la FAO (1), cada año, aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano en el mundo, se pierde o se desperdicia. El costo económico de este hecho es de aproximadamente USD 750 mil millones equivalente al PIB de Suiza en 2013.
La superficie de terreno ocupada en producir alimentos que luego no se consumen es de 1.4 billones de hectáreas, cerca del 30 por ciento de la superficie agrícola del mundo. Esta situación representa una doble pérdida tanto para mejorar la seguridad alimentaria mundial como para mitigar los impactos ambientales generados por la agricultura.
Estos datos aparecen en el estudio “Food wastage footprint: Impacts on natural resources” (1) que ofrece un análisis global de la huella ambiental del desperdicio de alimentos (tanto de la pérdida como de los restos de alimentos) a lo largo de la cadena alimentaria[1] y que se centra en los impactos sobre el clima, el agua, la tierra y la biodiversidad.
El informe estima que la producción global agrícola (para usos alimentarios y no alimentarios), es de unas 6 gigatoneladas[2] mientras que el desperdicio total de la parte comestible de los alimentos es de 1,3 gigatoneladas.
Las exigencias de apariencia hacen que los agricultores a veces pierdan la tercera parte o más de sus cosechas sólo por razones estéticas.Se estima que la cantidad de alimentos que no están podridos ni caducados pero que tampoco se consumen, genera el equivalente a 3,3 gigatoneladas de CO2. Esto sin contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas del uso de la tierra. Esto coloca al desperdicio de alimentos como el tercer emisor mundial de GEI después de China y los EE.UU.AA.
Los impactos sobre la biodiversidad a nivel mundial son difíciles de estimar aunque, es evidente que el monocultivo y la expansión de la agricultura producen externalidades negativas sobre las áreas silvestres generando la pérdida o fragmentación de hábitats y la consecuente merma de las poblaciones de mamíferos, aves, peces y anfibios.
La mayoría de los países europeos y norteamericanos tienen entre 150 y 200% de las necesidades nutricionales de sus poblaciones. Es decir, tienen entre una vez y media y dos veces más comida de lo que efectivamente necesitan. Y si en el cálculo incluimos los productos utilizados como piensos para alimentar al ganado (maíz, soya y trigo), que se podrían consumir, la proporción se duplica resultando en un inventario de entre tres y cuatro veces la cantidad de comida que requiere su población para alimentarse. (2)
Reducir este colosal desperdicio, no solo ayudaría a evitar la presión sobre los escasos recursos naturales, sino también a disminuir la necesidad de aumentar la producción de alimentos para satisfacer la demanda de una población creciente. Contamos con los recursos y la tecnología para erradicar el hambre y garantizar la alimentación a largo plazo. (3)
El problema es movilizar la voluntad política para forzar una ruptura con el sistema global de alimentos que es manejado por un reducido grupo de empresas transnacionales y financieras que especulan y fijan sus precios con el único propósito de maximizar el beneficio financiero desconociendo el derecho a la alimentación que tenemos los seres humanos y obviando los impactos sociopolíticos de sus decisiones sobre todo en países empobrecidos. (4; 5)
Bibliografía
- FAO.Food Wastage Footprint. Impacts on natural resources. Organización de las Naciones Unidas pra la Alimentación y la Agricultura. 2013. p. 63. ISBN 978-92-5-107752-8.
- Stuart, Tristram.The global food waste scandal. Londres : TED, 2012.
- FAO.How to feed the world 2050. www.fao.org. [Online] agosto 8, 2013. [recuperado el 5 de abril de 2015.] de: http://www.fao.org/fileadmin/templates/wsfs/docs/expert_paper/How_to_Feed_the_World_in_2050.pdf.
- García, Carlos.Alimentos ¿Derecho humano o mercancía? [Digital] Santo Domingo : La esquina del buen ambiente, 2013.
- Ziegler, Jean.La esquizofrenia de Naciones Unidas: Una lucha sin medios contra el hambre. Aithne.net. [Online] agosto 2013. [recuperado el 5 de abril de 2015.] de: http://www.aithne.net/index.php?e=news&id=201&lang=6.
[1] Producción agrícola, manejo postcosecha y conservación, procesamiento, distribución, consumo y restos de alimentos
[2] Una gigatonelada = 1.000.000 de toneladas