La agricultura orgánica o ecológica es un sistema de producción basado en técnicas que excluyen el uso de productos químicos con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos libres de residuos tóxicos. Hasta la primera guerra mundial, toda la producción agropecuaria podría considerarse ecológica ya que, en ninguna de sus etapas se utilizaban fertilizantes, herbicidas o pesticidas sintéticos. (1)
La visión mercantilista de la agricultura industrial generó una falsa visión de ineficiencia del sistema natural o tradicional de producción descentralizada propia del esquema de producción ecológica y dio paso a lo que hoy conocemos como producción convencional.
Durante años se argumentó que desde el punto de vista nutricional, no había diferencia entre los alimentos producidos con uno u otro sistema de producción. Sin embargo, cuando se evidenciaron los efectos cancerígenos de algunos herbicidas y otras sustancias utilizadas en la agricultura moderna, la agricultura ecológica cobró nuevos bríos.
En 2012, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford (EE. UU.) analizó los resultados de 240 artículos anteriores llegando a la conclusión de que no habían diferencias consistentes en el contenido vitamínico aunque sí evidenciaron que el fósforo, aparece en mayor medida en los alimentos orgánicos (2)
Un estudio internacional liderado por la Universidad de Newcastle (Reino Unido) y dado a conocer recientemente por el British Journal of Nturition (3) demostró que los alimentos orgánicos son más sanos que los otros. (4) En esta ocasión, se analizaron 343 estudios anteriores sobre agricultura ecológica con el objeto de averiguar si los cultivos orgánicos son nutricionalmente superiores y más beneficiosos para la salud que los cultivados mediante la agricultura convencional. Las conclusiones hablan por sí mismas: los productos orgánicos tienen más antioxidantes (entre un 18 y un 69% más), menos pesticidas (entre un 10 y un 100% menos) y hasta un 48% menos de cadmio.” (3) (4)
Se encontró además que las concentraciones de nitrógeno fueron mucho menores en los cultivos orgánicos. Las concentraciones totales de nitrógeno fueron 10% más bajas, y también se encontraron registros menores de nitrato (30%) y nitritos (87%) (3)
Los autores de este último estudio indican que existen suficientes datos como para asegurar que las diferencias en la cantidad de antioxidantes, pesticidas y cadmio se deben a la tecnología de producción. La conclusión es clara “la comida orgánica es alta en antioxidantes y baja en metales tóxicos y pesticidas”. (3)
Independientemente de si se produjo de manera orgánica o convencional, parece que el cambio climático podría incidir sobre la calidad nutricional de los cultivos. No solo sobre los rendimientos de las cosechas. Un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Nature (5)plantea que una mayor concentración de CO2 en la atmósfera, podría inducir una reducción en los niveles hierro y zinc de cultivos como el trigo, el arroz y la soja.
Aunque estudios previos han arrojado resultados contradictorios sobre este último punto, el mayor respeto de la agricultura ecológica por el medio natural, ofrece ventajas comparativas a mediano y largo plazo.
Bibliografía
1. García Cartagena, Carlos. La primera opción. Acento. virtual, 28 de diciembre de 2012.
2. SINC. Público.es. www.publico.es/. [En línea] 5 de Sept. de 2012. [Citado el: 13 de agosto de 2014.] http://www.publico.es/441833/
3. Agronoticias América Latina y el Caribe. [En línea] 17 de julio de 2014. [Citado el: 13 de agosto de 2014.] http://www.fao.org/
4. Muy Interesante. www.muyinteresante.es/. [En línea] julio de 2014. [Citado el: 13 de agosto de 2014.] http://www.muyinteresante.es/
5. Kintisch, Eli. National Geographic en español. www.ngenespanol.com/. [En línea] 13 de agosto de 2013. [Citado el: 15 de agosto de 2014.] http://www.ngenespanol.com/