A estas alturas del jueguecito pandémico, con decenas de miles de infectados, varios millares de fallecidos, llevamos algo más de veinticinco mil quinientas personas vacunadas según informa de manera muy optimista

Salud Pública. A este paso de tortuga coja y caminado dos pasos marcha atrás y medio hacia adelante será en el 2.050 que quizás se acabe de vacunar con la doble dosis a los millones de ciudadanos que componen y la necesitan en el país … si es que por entonces quedamos alguno de los actuales vivos por contagio… o por edad.

Qué gran verdad aquello de cada oveja con su pareja, es decir rico con rico y pobre con pobre, por  eso en lugar de recibir las vacunas de Moderna, Pfizer, AstraZeneca y otras del primer mundo las que nos mandan, casi de lástima, son las chinas y las hindúes que van sobre todo para los países desvencijados de África, y aunque puedan ser buenas y efectivas, no han sido probadas ni aprobadas por los organismos de controles médicos norteamericanos y europeos. Nada como ser la Primera República del Mundo para gozar de poder e influencia.

El presidente Abinader está en un buen momento, aparece en los medios de comunicación aquí, allí, allá, y acullá, inaugurando, abriendo, picando, presidiendo, viajando, haciendo y prometiendo cosas importantes. Es lógico que en estos periodos iniciales y más en países presidencialistas donde las figuras de los primeros mandatarios son más que divinas se les quiera dar la máxima exhibición posible para que el pueblo vea que están trabajando. Ahora bien, ojo con el desgaste que produce una sobre exposición, ver al presidente hasta en la sopa, es decir hasta en las cosas más nimias, puede bajarle el contenido y sabor de la misma.

Ya estamos, como era de esperar, con los líos de la Cámara de Cuentas y el Ministerio Público ante el allanamiento, bastante espectacular por cierto, el cual se incautaron durante horas montones de papeles y documentos. Los primeros ven el todo el acto como un ¨show¨ y consideran irracional la orden judicial y un atropello al orden institucional. Los segundos dicen que actuaron dentro de la legalidad. Tal vez las dos partes tengan parte de razón, es posible que haya algo exageración con el tratamiento noticioso de la Cámara de Cuentas y que al Ministerio Público hasta se le haya pasado de espectacularidad , pero de que hacía falta meterle mano investigativa…lo hacía.

Que a estas alturas se siga fuñendo con la posible explotación de Loma Miranda indica que los depredadores no cesan en su empeño de llevarse lo bueno que en su piel y en sus entrañas pueda haber, y es que son como los perros hueveros vuelven al asunto una y otra vez aunque se les queme el hocico negándoles los permisos, a ver si en un momento oportuno o de descuido o cansancio de la administración o de la opinión pública pueden lograrlo. La Falconbrigde debería desistir de una vez por todas sus intenciones sobre Loma Miranda, el pueblo dominicano ha reiterado muchas y definitivas veces que NO, que NO quiere que la exploten que la dejen con toda su belleza natural. Y el gobierno dominicano debería poner un enorme letrero definitivo en la zona que diga No se Vende, ni se Alquila, ni se Cede ni se Regala Loma Miranda ¿OK?. En castellano, inglés, francés, alemán, ñáñigo y urdu para que sea aún más claro.

Éramos pocos y parió la abuela, así dice un dicho irónico para contar que a las muchas cosas malas se les agregan otras más. Ahora parece un nuevo turista que le ha gustado tanto nuestra isla que ha venido con intenciones de quedarse. Se trata del mosquito Aeddes vittatus según reza en su correspondiente pasaporte entomológico. Es diferente al ya aceptado y adaptado Aedes aegypti que campea por campos y ciudades como Pedro por su casa. ¿Es peligroso el nuevo inquilino? Dicen los expertos que aún no se conoce lo que este intruso puede hacer, pero apostamos peso a cabo de túbano a que nada bueno nos va a aportar. Con el dengue, el dengue hemorrágico, la malaria, la zika y la chikungunya aquella ya tenemos zozobra de sobra. Atención pues con el vittatus que de seguro que es un vivo que quiere vivir a costa de nuestras vidas