El Fondo Monetaria internacional (FMI) está conformado actualmente por una matrícula de 187 países miembros. República Dominicana ingresó al mismo el 28 de diciembre de 1945. La cuota total del país es de DEG 218.90 millones. Esa cuota representa apenas un 0.9% de la cuota total de los países miembros, y ese porcentaje es su poder de voto en las deliberaciones del organismo.
A través de su equipo técnico el FMI acaba de concluir la visita al país correspondiente al 2015, en el marco de lo que establece el Art. IV del Convenio Constitutivo de ese organismo internacional, el cual prevé las obligaciones que asumen los países miembros frente a esa entidad, incluyendo someterse a revisiones periódicas y a los mecanismos de vigilancia correspondientes para asegurar el cumplimiento de tales obligaciones.
En el marco de estas visitas al país los miembros el staff técnico del FMI se concentra en recabar informaciones económicas y financieras relacionadas con el desempeño de la economía y en hacer consultas con el Banco Central, el Ministerio de Hacienda, la Superintendencia de Bancos, con sectores empresariales y con entidades de la sociedad civil, con la idea de evaluar si la política cambiaria, monetaria y de precios que se estén implementando son compatibles con la estabilidad interna de precios y con la promoción competitiva del comercio internacional.
De acuerdo con el referido Art. IV, los países miembros del FMI se comprometen a colaborar con dicho Organismo y entre sí para establecer regímenes de cambio ordenados y promover un sistema estable de tipos de cambio; a orientar sus políticas económicas y financieras hacia el objetivo de estimular un crecimiento económico ordenado con razonable estabilidad de precios; a promover la estabilidad fomentando condiciones fundamentales y ordenadas, tanto económicas como financieras y un sistema monetario que no tienda a producir perturbaciones erráticas; a evitar la manipulación de los tipos de cambio o el sistema monetario para impedir el ajuste de la balanza de pagos o para obtener ventajas competitivas desleales frente a otros países miembros.
El FMI, por su parte, se compromete a supervisar el sistema monetario internacional a fin de asegurar su buen funcionamiento y a vigilar el cumplimiento por cada país miembro de sus obligaciones. Los países miembros también asumen el compromiso de proporcionar la información necesaria para que el organismo pueda ejercer esa supervisión y, a solicitud del Fondo, le consultarán sobre sus políticas de tipos de cambio.
Tras recabar las informaciones requeridas, hacer deliberaciones y discusiones con las autoridades económicas del país, el equipo técnico emite un comunicado de prensa sobre las conclusiones preliminares de dicha visita. Pero las opiniones expresadas en esta declaración son las del personal técnico del FMI y no representan necesariamente las del Directorio Ejecutivo, que es su autoridad máxima.
Luego de emitir el referido comunicado de prensa el equipo técnico se retira a su sede en Washington para elaborar el informe que debe ser presentado por la Gerencia del Organismo al Directorio Ejecutivo para su debate y decisión. Al al concluir las deliberaciones el Director o la Directora Gerente, como Presidente o presidenta del Directorio, resume las opiniones de los Directores Ejecutivos, y ese resumen se comunica a las autoridades del país como resultado final de la Misión.
Entre los temas tratados en esta oportunidad por el equipo técnico en su comunicado de prensa están los relativos al desempeño de la economía, al sector externo, a la política fiscal, a la política monetaria, al marco institucional y al pacto fiscal, al sector financiero, a las reformas estructurales, al sector energético y al clima de inversión, entre otros.
Sobre el desempeño de la economía, la misión del FMI dijo que la República Dominicana sigue estando entre las economías mas dinámicas de la región, habiéndose beneficiado de un marco de políticas fortalecido y de condiciones externas favorables. Sobre esa base, dijo que el crecimiento ha promediado el 7% durante el 2014 y los tres primeros trimestres del 2015. Ese ciclo ascendente, dice la Misión, brinda al país una buena oportunidad para enfrentar las vulnerabilidades que aún permanecen, construir amortiguadores contra riesgos y fortalecer las bases de un crecimiento futuro sustentable y más incluyente.
La Misión proyecta que la economía termine el 2015 con un crecimiento del PIB entre un 6.5 y un 7%, motorizada por una demanda interna resultante de la recuperación del empleo y de las condiciones externas favorables que aumentan el ingreso disponible. En lo concerniente a las expectativas para el venidero 2016, la Misión dijo que el impulso del crecimiento sigue siendo robusto y la visión del panorama macroeconómico es favorable, y que en el futuro el crecimiento converja gradualmente a su potencial de 4.5-5%.
En lo concerniente al sector externo de la economía dominicana, la Misión proyecto que el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos se reduzca en el 2015 a mas o menos un 2% del PIB, el cual sería el nivel más bajo de la ultima década, como resultado principalmente de una factura petrolera mucho más reducida en su valor, del aumento de las exportaciones de servicios turísticos, del crecimiento de las remesas y del crecimiento de las exportaciones de zonas francas.
El resultado favorable de las cuentas externas ha hecho posible un aumento gradual de las reservas internacionales hasta cubrir más de tres meses de importaciones nacionales, además de que dicho reducido déficit de cuenta corriente y el tipo de cambio resultante se encuentran en línea con los fundamentos de la economía dominicana.
En lo que respecta a la política fiscal, la misión dijo haber visto con beneplácito el continuo compromiso de las autoridades con la disciplina fiscal. Y agrego que en ausencia de determinadas medidas de política, los déficits consolidados del sector público, incluyendo al sector eléctrico y al Banco Central, se proyectan en torno al 5% del PIB en el mediano plazo, y, como resultado, la deuda pública consolidada ascendería desde menos de 50% del PIB estimado por la Misión para el año 2015 hasta alrededor del 54% del PIB para el año 2020.
En ese contexto, la Misión recomienda al gobierno acelerar el proceso de consolidación fiscal iniciado en agosto del 2012, con el objetivo de lograr un balance primario positivo al nivel del sector publico consolidado, el cual sea suficiente para revertir la trayectoria ascendente de la deuda.
En lo concerniente a la política monetaria, la Misión encontró que la misma ha sido consistente con el objetivo la estabilidad de precios, bajo el esquema de metas de inflación que implementan las autoridades monetarias.
En ese orden dicha Misión expreso que si bien la reducción de los precios del petróleo ha contribuido a una caída de la inflación de alrededor de 3% hasta 1.2% durante el último año, se espera que la creciente brecha positiva del producto y los recientes recortes de la tasa de interés devuelvan la inflación al rango meta de 4% ±1% en el 2016. En caso de que el movimiento alcista de la tasa de inflación supere ese rango meta, y se generen expectativas preocupantes se recomienda una postura más rígida para garantizar la estabilidad de precios.
En ese sentido es oportuno apuntar que cada vez que las autoridades monetarias se reúnen al final de cada mes para evaluar la decisión a tomar en el marco de la política monetaria para garantizar la estabilidad de precios, queda claro en el comunicado que se emite para dar a conocer a los agentes económicos los resultados de esa evaluación, que se mantendrá la vigilancia permanente sobre el comportamiento de las variables económicas para tomar decisiones oportunas ante las expectativas inflacionarias o devaluatorias que eventualmente se estén verificando.
En lo relativo al marco institucional, y al pacto fiscal que se acuerde, la Misión expreso que el fortalecimiento continuo del mismo ayudara a mejorar los resultados macroeconómicos y que las discusiones previstas sobre el pacto fiscal entre los diferentes entes de la sociedad, brindarían la oportunidad de institucionalizar el compromiso con la consolidación y con establecer un ancla para políticas fiscales futuras.
Sobre el perfil de riesgo de la deuda pública que tanto preocupa a los agentes económicos, a los organismos internacionales y a las propias autoridades, la Misión estableció que el mismo se beneficiara de una reducción de la dependencia de los prestamos en moneda extranjera, lo cual requiere de un mayor desarrollo del mercado interno de bonos.
Pero más que esa reducción de la dependencia de los prestamos en moneda extranjera, es bueno tomar conciencia de que en estos momentos lo más importante para evitar una crisis futura de la deuda pública, es concentrase en la negociación de un verdadero pacto fiscal que permita equilibrar las finanzas publicas a nivel del sector publico consolidado, tal y como lo recomienda el propia FMI, debido a que es la única forma de detener el crecimiento de dicha deuda.
A la Misión le preocupa que no haya una coordinación abierta entre las autoridades monetarias y las fiscales en lo relativo a la estructura de los plazos de las emisiones de deuda y en lo que tiene que ver con una gestión unificada y más efectiva de la deuda pública. En esto tal vez tenga razón. Esa mayor coordinación aparenta ser una tarea pendiente.
Como era de esperarse, por las propias funciones del FMI, la Misión expreso su apoyo a la intención de las autoridades de fortalecer el marco de la política monetaria, especialmente en la dirección de promover un mayor desarrollo de mercado cambiario dominicano para imprimir una mayor flexibilidad a la tasa de cambio y para incrementar la posibilidad de la economía dominicana de asimilar los choques externos mediante la acumulación de reservas.
La Misión también expreso su complacencia por otras reformas estructurales y medidas que se están ejecutando o en proceso de ejecución para dar respuesta a otras inquietudes que son tradicionales en las recomendaciones que deja el organismo cada vez que viene al país a dar cumplimiento a lo que establece el Art. IV del Convenio Constitutivo. Nos referimos a los avances en la supervisión bancaria, al monitoreo que requiere el rápido crecimiento del crédito, a la necesidad de introducir la supervisión en los casos de entidades financieras no bancarias, al esfuerzo que se está haciendo para resolver el complejo problema del sector energético, al esfuerzo que se hace para reformar el sector educativo, a la mejoría en el clima de inversión y a la necesidad de una mayor flexibilidad en el mercado laboral, necesaria para mejorar la competitividad de la economía.
En definitiva, esta Misión del FMI ha hecho una buena evaluación de la economía y nos ha dejado claro el camino a seguir para continuar mejorando el desempeño de la economía dominicana en la dirección de sentar las bases para continuar avanzando en la solución de los problemas fundamentales de nuestra sociedad y garantizar una mejor distribución de la riqueza nacional. Han habido avances en esta dirección pero es obvio que se requiere consolidar lo que se ha logrado y continuar avanzando para que podamos disfrutar de un futuro más promisorio para la sociedad dominicana. Ojalá que el ajetreo de lo política partidaria nos permita lograrlo.