Para Atalias, quien me escribió para contarme lo que había sentido al leerme.
Surgen sentimientos nuevos y a la vez inexplicables, al encontrar alguien que diga que mis palabras han impactado de alguna manera su vida… Sobre todo yo, que escribo siguiendo el consejo de un gran amigo quien dijera, "escribe como si nadie te leyera", apelando a lo genuino, a la chispa verdadera que no quiere responder a ningún sector.
Mis palabras son una sencilla explicación inspiracional de los días más comunes, en cualquiera las versiones temáticas que estos transcurran para ser saboreados.
La idea de ser un animal cotidiano, un animal racional e inspirado a la vez, bebiendo en acción continua cada jornada, se me sale muchas veces de las manos, precisamente por las circunstancias en que se presenta… Espero con paciencia a que la inspiración llegue y alborote mi cabellera (siempre algo aparece!) y es precisamente la cotidianidad quien levanta el velo de las cosas comunes y muestra su lado nuevo.
"Nunca dejen de sorprenderse ante la vida", nos dijo un profesor en la universidad. Ese día supe, que más que un consejo, era un modo de vida a ser ejecutado y que a través de ello encontraría respuestas o más bien, las respuestas llegarían a mi… Innecesarias tal vez, necias, por supuesto, pero seguramente respuestas diferentes.
Humildemente y llena de vergüenza, agradezco a los que con valentía leen las locuras que se crean en esta ocurrente e indomable mente.
Gracias Atalias, de personas como tu debiera estar llena la tierra. Sigue adelante, continúa escribiendo. Todo lo que se hace con el corazón deja frutos.