En la semana pasada se produjeron hechos y declaraciones que han llamado mucho la atención con respecto a la reelección y las agrietadas relaciones entre las Iglesias Cristianas y el gobierno.
Comenzaré con las declaraciones del Ministro de Economía Isidoro Santana quien abiertamente se pronunció en contra de la modificación de la constitución para una repostulación del Presidente Danilo Medina.
Conozco a Isidoro y sé que es un hombre vertical, de hecho, ni siquiera es una persona a quien se le atribuye parcela política, siempre ha estado vinculado a la sociedad civil.
Isidoro es una persona frontal, fiel a sus ideas y principios, dice lo que cree conveniente y no se anda con paños tibios, es alguien a quien siempre he admirado, pero me parece que en esta ocasión hubo en él falta de tacto, creo que no debió decir públicamente lo que pensó, entiendo que su próximo paso debería ser renunciar porque tampoco es bueno esperar a que lo cancelen, sería más honorable para él.
El segundo es el Ministro de Energía Minas, el señor Isa Conde quien ayer hizo público un documento en el que abiertamente fija su posición respecto a la modificación de la constitución y la repostulación del Presidente. De este señor sí me sorprende más porque es alguien que ha trabajado en los dos gobiernos de Danilo.
Llamó mucho mi atención su texto y a no ser que tenga otras ofertas su comunicado también puede costarle el puesto, simplemente es cuestión de tiempo, de hecho, ya Gonzalo Castillo reaccionó y los mandó a callar a ambos.
Por último, seguimos con el problema entre el Ministerio de Educación y la Iglesia. Todo el país ha sido testigo de la reacción de las Iglesias ante una orden departamental emitida por esa institución creando una comisión para elaborar la política de género que las Iglesias mal llaman Ideología de género.
Católicos y protestantes han actuado de manera airada y han fijado posiciones radicales al respecto porque entienden que detrás del enfoque de la perspectiva de género hay una agenda oculta de organismos internacionales que procuran imponer los grupos LGBTI y el aborto, dos temas que son totalmente rechazados.
Pienso que, como manera de enfriar un poco el ambiente y congraciarse con las Iglesias, los diputados emitieron una resolución en el que autorizan el cumplimiento de una ley que instruye a que se lea la Biblia en las escuelas públicas del país. Pienso que esto fue más por estrategia que por fe, pero resulta que el Ministerio de Educación, a través del Director General de Currículo, ha dicho que no cumplirá esa medida pues la constitución establece la libertad de cultos y por consiguiente no pueden imponer la lectura del libro sagrado de una religión en específico a pesar de que existe un concordato.
Desde hace unos meses la Iglesia parece haberle declarado la guerra al gobierno y creo que, al PLD, al punto que para bajar la tensión se produjo una reunión entre el Arzobispo de Santo Domingo y el Presidente de la República, sin embargo, las tensiones no han bajado y la cosa se ha puesto peor.
Algo huele mal y no es en Dinamarca, la reelección cada día se pone más difícil y los próximos meses serán determinante.
Sígueme en Instagram @aprendoconrafael.