Algo huele mal en Dinamarca es la traducción más popular de la expresión que bien traducida al español desde el inglés "There is something rotten in Denmark"  seria "Hay algo podrido en Dinamarca". No obstante, es cuando alguien dice "Algo huele mal en Dinamarca" que todos saben que se está hablando de Hamlet, una de las obras literarias fundamentales de Shakespeare.

He querido titular este artículo con esa expresión con el interés de que nos ubiquemos en que así como las cosas no iban, ni se presagiaban bien en Dinamarca después de la extraña muerte del Rey, tampoco la situación del planeta tendrá un final feliz de continuar algunas tendencias.

Una crisis económica y financiera global sin precedentes, decadencia de unos, ascenso de otros, formación de bloques de seguridad colectiva. Estamos asistiendo a una época no igual, pero parecida a las etapas que antecedieron a las dos Grandes Guerras. ¿Tercera Gran Guerra? Todo lo indica, para algunos es casi un hecho que no está muy lejos, no obstante soy de los que cree que no, he tenido discusiones donde defiendo la posición de que el ser humano ha avanzado. Además existen varias diferencias, por lo cual esta vez será diferente y estoy casi seguro que la sangre no llegará al río, al mar o al océano.

La primera diferencia significativa es que ahora existe, para bien o para mal, funcione o no, un organismo de diplomacia multilateral como la ONU, que aunque necesite algunas reformas está bien estructurado, tiene en la Asamblea General un Parlamento de la Humanidad donde están representados casi todos los países del planeta, y todos los Estados soberanos con reconocimiento universal. Además existe un Derecho Internacional codificado, que se supone debe respetarse.

La segunda, quizás la más importante, es que esta vez los actores son verdaderamente globales y el escenario también es global, por lo que en dado caso si se produce, esta sería la I Guerra Mundial o mejor dicho la Guerra Mundial, la única y de la que creo no sobreviviría la humanidad, tomando en cuenta las potencias nucleares que se enfrentarían, las armas de destrucción masiva que entrarían al conflicto. Sostengo esta posición en que las dos anteriores fueron guerras europeas en sus causas y escenarios, que con el tiempo fueron involucrando otros actores y otros escenarios, pero nunca llegaron a ser del todo planetarios.  En la I y II Gran Guerra, las causas y los azares se fueron urdiendo en Europa, con actores exclusivamente europeos, esta vez esas causas se están gestando en los 5 continentes conocidos, desde América hasta Oceanía, teniendo en Asia y sobre todo el Mar de China Meridional, uno de los principales escenarios que podría ser tomado como excusa para iniciar la conflagración.

Los actores fundamentales, esta vez son EEUU y China. Uno en América, el otro en Asia; uno que sigue siendo la potencia y sigue siendo hegemónico, pero que en algunos aspectos está en decadencia o por lo menos tendrá que aceptar que nos encaminamos a un mundo multipolar; el otro asciende, y aunque no tiene pretensiones hegemónicas ni imperialistas, es un gigante imposible de ignorar, un dragón que con su desarrollo, que aunque es pacífico, está influyendo, está afectando a todos los países del mundo, está  creando intereses en todo el planeta, los que tendrá que defender.

Por eso el tema número uno del mundo de hoy, al que debemos prestar mayor atención son las tenciones que se están produciendo entre ellos.

Las declaraciones de Hu Jintao conminando a su Marina  prepararse para la defensa, sobre todo por el conflicto que tiene con Vietnam, Filipinas, Taiwán por unas pequeñas islas en el Mar de China Meridional, y el renovado reforzamiento militar de los EEUU en Asia-Pacífico en franco desafío a China, son sólo algunos ejemplos.

Hoy como nunca se precisa una segunda versión del libro "El Gran Tablero Mundial" de Zbigniew Brzezinski, pero no sólo para analizar Eurasia, sino todo el planeta, incluyendo a América Latina, que con la creación Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), entra al juego estratégico mundial. China y Rusia fueron los primeros en felicitar la iniciativa latinoamericana y caribeña, ¿acción diplomática rutinaria o es parte del juego? Algo huele mal en el planeta, sería una pena que retrocedamos de la civilización a la barbarie. No obstante, sigo apostando a la sensatez, por lo que creo que todas las diferencias se superarán diplomáticamente.

Mi posición, es que no habrá guerra, aunque parezca. El final no será semejante al trágico final del Hamlet de Shakespeare, sino al Hamlet original, la leyenda del siglo XII del historiador danés Saxo, que tiene un final feliz. Lo creo, entre otras razones, porque cinco mil años de una cultura china que aspira a la paz y la armonía de todos los seres humanos, será un elemento determinante en todo este proceso.