El presidente Danilo Medina ha enviado una misiva a Emma Polanco, quien se acaba de convertir en la primera mujer en ganar la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (28/10/1538). En la misma le felicita y le augura los mejores éxitos, entendidos como la creación de un ambiente de tranquilidad, aprovechamiento del tiempo y elevación de la calidad.

Al día siguiente de las elecciones en las que Polanco ganó en primera vuelta con cerca del 55% de los votos emitidos, el 21 de junio, Medina ha destacado el orden y la paz de un proceso que ha sido considerado modelo para la sociedad, y ha puntualizado:

“Esperamos, confiados en las intenciones que le animan, que será un período en el que reinarán la tranquilidad, el buen aprovechamiento del tiempo y los esfuerzos cotidianos para elevar la calidad académica que ha de avalar los conocimientos profesionales de los egresados, para orgullo de todo el pueblo dominicano”.

Ese párrafo encarna el sentimiento de muchos en la sociedad dominicana, y también en la UASD. Sin dudas. Y si no es un cumplido en medio de la algarabía del triunfo, se podría decir que estamos ante una señal positiva, que la académica debe de acoger sin pérdida de tiempo. A esta hora –se supone–, ha gestionado una cita con el mandatario para que hablen al desnudo sobre la realidad universitaria, sin etiquetas.

En corrillos uasdianos muchos ven al presidente como un “enemigo” de la institución porque –entienden–  ha apostado a su desaparición al favorecer a las universidades e institutos de un empresariado que no es santuario ni nada parecido.

Durante la campaña, el sector vinculado al candidato Editrudis Beltrán anunció que Medina, como el expresidente Leonel Fernández, le apoyaba. Luego, el vespertino El Nacional destacó en su título principal que Medina “apoya a Emma” y “Leonel a Editrudis”, versión que fue repetida por otros medios y opinantes. No se ha visto hasta ahora declaración pública alguna negando tales respaldos emitidos por informantes. Y si las hubo, no sonaron con igual y mayor intensidad.    

SINCERIDAD ANTE TODO

La comunicación del Presidente implica tres preocupaciones ciertas, que son las de muchas personas: tranquilidad, aprovechamiento del tiempo y calidad. Maravilloso.

Pero las debilidades en esos pilares no son fortuitas. Han sido construidas al calor del tiempo, y en ello han influido factores internos y externos. El Estado, como dueño de la universidad, y el empresariado, como beneficiario, no están libres de pecado. Nunca han sido coherentes con la academia. Más bien han resultado mezquinos al negarle algún aporte, salvo excepciones. Y eso no es sano, ni contribuye a los cambios que, desde tribunas mediáticas, se reclaman.

Cierto que la UASD no resiste más desórdenes callejeros, pues el primer afectado es el estudiante, que pierde tiempo de docencia y nunca la recupera. Cierto que la intranquilidad interna y el mal desempeño, nos daña a todos. Cierto, incluso, que la calidad ha desmejorado en muchas carreras, pero no solo a causa de factores internos. Ni eso es exclusivo de la academia estatal porque la mala calidad y la corruptela arropan igual al sector privado.

La diferencia está en que el sector público airea sus trapitos al sol; y los otros, los secan en lavadora, contiguo al cuartito de servicio. 

Una mirada rápida al interior de la UASD, deja ver causas como la masificación sin respuestas. Unos 200 mil estudiantes en manos de cerca de  4 mil docentes cuando se necesita más del doble. Secciones de 50 o más estudiantes en aulas inadecuadas. 160 millones de dólares al año, a razón de 40 mil pesos por estudiante empobrecido hasta el tuétano por el sistema, representa la principal apuesta a la mediocridad.

Docentes sin un seguro médico digno, que deben de trabajar 40 horas o más a la semana para devengar un salario que ellos suponen decente, pero que, al final, se lo tragan los impuestos. Miles de estudiantes que han sido vomitados por liceos públicos y colegios privados, como si fueran comida rápida, plagados de debilidades inhabilitantes, además del peso de su empobrecimiento. Empleados administrativos, en general, poco empoderados con el servicio… Sí, son muchas las fallas. Fallas, herencia de afuera, del sistema. Son hijas de la falta de institucionalidad y transparencia estatales, pero también de parte importante del empresariado y de organizaciones llamadas sin fines de lucro o no gubernamentales, muy distantes de ser ejemplos para el mundo.

La nunca “abierta para todos”, la mundialmente prestigiosa Universidad de Harvard, con cerca de 20 mil estudiantes, recibe un financiamiento de 21 mil millones de dólares. La educación superior no es ni por asomo para venduteros que salen cada día a chelear para ganarse los pesos de la comida del día. Es carísima, pero en RD lo ocultan con “emotivos discursos” plagados de posverdades. O mejor, de mentiras disfrazadas.   https://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_de_Harvard.

          

Dos de los ejes planteados por el presidente Medina en su carta a la rectora electa (aprovechamiento del tiempo y tranquilidad) son alcanzables en poco tiempo si, entre las cuatro paredes de la institución, se impone la autocrítica y autoridades y gremios lo entiendan y los asuman.

Un pacto urgente ha de imponerse allí si persiste la aspiración de supervivencia de la primada de América ante los despiadados ataques de los francotiradores, la mayoría de ellos sin contar en su historial siquiera con la alfabetización de “un pobre diablo” parido por la pobreza, o con la formación para escribir un párrafo coherente y sin faltas ortográficas, o con capacidad para sostener un diálogo reflexivo, sin estridencia.

Hay que refundar la UASD. Ella tiene que comprometerse. Pero el Gobierno también tiene que concentrarse en ella, asumirla. No entrar y salir con un cuentagotas.

¿Cómo explicar que el Gobierno construya 10 mil aulas para escuelas y liceos, mientras su universidad, la que recibe a los montones de bachilleres, tenga un déficit que ya pasa las 500?

¿Cómo explicar que 40 o 50 mil estudiantes del principal municipio del país, Santo Domingo Este, se tengan que trasladar a la sede, agravando el hacinamiento, la inseguridad, y el caos en el tránsito vehicular, mientras se empobrecen más, porque allí no ha sido construida una Ciudad Universitaria?

Celebremos la alfombra roja que ha tendido el Presidente Medina a la primera mujer rectora en los 480 años de la universidad. Aliados es mucho mejor.