ALANTE 

“La Ley de Partidos salió alante y la de. . . le siguió atrás. . . “

Muchas voces del español dominicano no habían tenido reconocimiento en las obras lexicográficas dominicanas porque se las consideraba como distorsiones de palabras del español general. Este tipo de discriminación terminó con la publicación del Diccionario del español dominicano en 2013.

Alante ha encontrado su lugar en ese diccionario en la página 2, reconocido en las locuciones adjetiva, adverbial y verbal. Estas son respectivamente, “de alante, alante alante y estar alante”.

Aquí puede pensarse con buen criterio que la voz en estudio se utiliza para sustituir a la palabra “delantero”, o la locución “del frente”

Algo que se ha quedado fuera es que “alante” por sí mismo tiene significado. En algunos casos puede decirse que “alante” funciona como adjetivo.

Para argumentar en favor de esto puede recurrirse a una frase como, “Salió temprano y llegó alante”. En los verbos de movimiento, salir, entrar, llegar, etc. alante funciona como sinónimo de primero, del mismo modo que se vio en el ejemplo expuesto más arriba.

En otras situaciones puede hablarse de “alante” para referirse a un sitio o puesto, por ejemplo, cuando se dice, “Siéntate en el sillón de alante en el carro. Aquí puede pensarse con buen criterio que la voz en estudio se utiliza para sustituir a la palabra “delantero”, o la locución “del frente”.

GURGUCIA

“. . .fundamentalmente por campesinos, la GURGUCIA urbana. . .”

Las voces en las lenguas no se detienen en sus acepciones originarias; no permanecen estables, sin cambios a través de la historia, porque en la medida en que cambia o evoluciona la sociedad, el léxico se acomoda a las circunstancias y necesidades. No solo se crean nuevas palabras para llenar los vacíos que se manifiestan, sino que algunas de las voces en uso adquieren nuevas acepciones.

Lo que se enunció en el párrafo precedente es lo que se presume que ha sucedido en el caso del dominicanismo gurgucia.

No cabe duda de que en un principio la cualidad de gurgucia solo se aplicaba a la mujer. Esto denota el sexismo que imperaba en esa época

Hasta que se leyó la frase reproducida aquí se pensaba que la voz gurgucia solo servía para expresar las cualidades de una mujer a la que se consideraba poco atractiva físicamente. Esa es una manera elegante de manifestar que a esa mujer se la considera fea.

El Diccionario del español dominicano (2013:357) en su definición de la voz en cuestión entra en detalles interesantes, “Persona fea y grosera, de modales toscos”. Da a entender ese diccionario que puede usarse en femenino y masculino. Con esas informaciones se reconoce la ampliación del concepto, pues abarca tanto al hombre como a la mujer.

No cabe duda de que en un principio la cualidad de gurgucia solo se aplicaba a la mujer. Esto denota el sexismo que imperaba en esa época, pero la admisión de que se usa también el calificativo para hombres es testimonio del progreso que se ha producido en ese campo.

Eso no es todo lo que se deseaba destacar en esta sección. Si se lee la frase de la cita quien lo hace se percata de que en ese caso específico se la usa para un grupo, no tanto para referirse a la cualidad de poco atractivo físico, sino al segmento de la población urbana que observa una conducta grosera y despliega modales toscos. Así el uso pasa de lo individual a lo colectivo.

DOTE

“En esta obra de 86 capítulos, EL dote de observador. . .”

En el español general, la palabra dote cuenta con varias significaciones. Algunas de estas se señalarán en esta sección, a la par que se resaltarán los géneros a que pertenecen. Esto así porque “dote” puede ser femenino o masculino, dependiendo de la significación que se le reconozca en el empleo que se haga de la palabra.

En la cita que se presenta en esta sección, la palabra dote se usa en tanto “calidad o capacidad apreciable de alguien” que es la forma en que el Diccionario de la lengua española en su cuarta acepción la define.

El punto en esta sección es tener presente que con esa significación el vocablo dote es de género femenino, de donde debió aparecer precedido por el artículo “. . .LA dote de observador. . .”

Sí, el mensaje trasciende, pero lleva un error que lo afea. Se entiende la idea a pesar de que el redactor se equivocó respecto del género de la palabra dote con esta acepción. Estos tropiezos hay que evitarlos.

Los medios modernos de información y acceso a las buenas prácticas de la lengua están en la red. Basta con unos segundos para llegar a las fuentes que proporciona la Real Academia de la Lengua y la Asociación de Academias de la Lengua Española. La Academia Dominicana de la Lengua no se queda atrás en esta actividad.

ANOPHELES – ANÓFELES – ANOFELES

“. . .del género ANOPHELES. . .”

Leer vocablos como el del título hace pensar que el contacto con lenguas extranjeras si bien es cierto que enriquece los conocimientos de la persona, no deja de perjudicar la ortografía del español. Lo escrito en la frase inmediatamente anterior a esta es algo que puede probarse mediante el encuentro con la voz del título.

La forma que aparece en la cita es la del latín que refiere directamente al género de mosquito. En inglés adoptaron esa representación tomada del latín, porque en esa lengua la combinación /ph/ tiene un sonido del español /f/. Si el autor de la cita usó el latín, debió utilizar letras cursivas.

En la actualidad la Real Academia prefiere la enunciación y la grafía sin tilde, anofeles y escribe que también se dice y escribe anófeles

Esta voz no se trae a estas reflexiones acerca de la lengua solo para tratar el asunto de la influencia de lenguas extranjeras sobre el español, sino también porque la sílaba tónica ha cambiado a través de la historia de la lengua.

En los años cincuenta y sesenta del siglo XX, en la escuela se prefería enunciar el nombre del mosquito con el esfuerzo tónico sobre la lera /o/. El nombre de este insecto proviene del griego anopheles, con la penúltima /e/ breve. La palabra del griego de la cual se toma la del español significa “perjudicial, inútil, dañoso”. “La acentuación etimológica sería, pues, anófeles”. Diccionario de galicismos prosódicos y morfológicos (1999:34).

En el mismo diccionario antes citado viene la información de que en portugués presentan las dos grafías. En italiano como en portugués, se dice anofeles, con acento grave sobre la letra /o/. “En francés, desde mediados del siglo XIX, anophèle”. La palabra del griego de la cual se toma la del español significa perjudicial.

En la actualidad la Real Academia prefiere la enunciación y la grafía sin tilde, anofeles y escribe que también se dice y escribe anófeles.

De acuerdo con las autoridades de la lengua el término anofeles es adjetivo, aunque mayormente se usa como sustantivo masculino. Es un mosquito de dos alas, con una trompa o pico que sirve para succionar y dos apéndices táctiles y movibles del mismo largo de la trompa. La hembra de este mosquito es la que transmite el paludismo, conocido también con el nombre de malaria.  Las larvas de este mosquito viven en aguas estancadas o de escasa corriente.