¡Alá es grande! ¡Alahú Akbar!
Con ese grito de guerra avanzan los “refugiados” desde Irak, Siria y Afganistán, por tierra, por sierra y por mar.
“¡Esto es una invasión musulmana descomunal!”- afirma el Arzobispo húngaro Lazio
Kiss-Rigo. “No se trata de refugiados sino de invasores”, opina el purpurado.
No olvidemos que Hungría es uno de los países europeos que se oponen a recibir esta masiva invasión de desplazados. Resulta, sin embargo, que en realidad menos del 4% es sirio, los demás son libios, tunecinos, iraquíes y afganos con pasaportes sirios falsos. (elrobotpescador.com).
¿Quién les provee esos pasaportes falsos? En Siria solo quedan dos embajadas: la de la República Checa y la de Rumanía, porque las demás se han desparpajado y no existe manera de confirmar si estos pasaportes son válidos.
De acuerdo con “Info Direckt”, existe una organización internacional que organiza estas invasiones con fines comerciales (les cobran a los “refugiados”), tal como existen organizaciones detrás de la guerra en el Medio-Oriente, que patrocinan, arman y protegen a los mal llamados “yihadistas combatientes del Estado Islámico”. Son dos garfios de la misma garra.
De acuerdo con Robert Parry en su último artículo de periodismo investigativo, “Can Obama level with the people” (¿Puede Obama decirle la verdad a los ciudadano), un día después de la última masacre de Paris, hay que conectar estas matanzas con lo que está ocurriendo en Siria.
“¡La culpa es de Francia por intervenir en Siria!”, dicen que gritó uno de los terroristas en el Bataclan Concert Hall, segundos antes de empezar a ametrallar a la gente a mansalva.
Lazio Kiss-Rigo, que vivió muchos años en la India, es el purpurado más influyente de Hungría y dice que lo que está sucediendo con los mal llamados “refugiados” es un “infantilismo”. El infantilismo consiste en creer que se trata de una avalancha de desplazados, impulsados por las guerras causadas precisamente por los que arman y mantienen al Estado Islámico. De ahí que el arzobispo apoye totalmente a Víctor Orban, el premier húngaro, quien se opone al ingreso de estos refugiados en Hungría.
“Se lo hemos comunicado al Papa pero el Vaticano no hace caso”, dice Kiss-Rigo.
“El Papa ha estado exhortando a que le demos la bienvenida a estos mal llamados “refugiados”, casi todos jóvenes fanáticos y en edad militar, sin darse cuenta de lo que en realidad está sucediendo con estas invasiones.
El Arzobispo Caldeo de Mosul (Irak), Amel Nona, es otra de las voces en contra de las ráfagas invasoras provenientes del Medio Oriente. “Nuestros sufrimientos de hoy son el preludio de lo que sucederá en Europa en el futuro cercano”, declaró el Arzobispo al “Corriere della Sera”, el diario más influyente de Italia. Este Arzobispo es uno de los cinco arzobispos que han tenido que abandonar sus sedes, debido precisamente a la desestabilización de la región.
“Los radicales islámicos sunitas me han desplazado”, dijo el arzobispo iraquí al Corriere della Sera. “Apelo a los medios de comunicación occidentales para que traten de entender nuestra situación en el Medio-Oriente”. “Dentro de poco tiempo se convencerán de lo que les estoy diciendo, pues seréis las víctimas propiciatorias de esos mal llamados refugiados que hoy estáis recibiendo en vuestra casa. Lo de París fue sólo una muestra”
De acuerdo con el periodista francés, Nicolás Bonnal del diario digital “Boulevard Voltaire”, todo se debe a una estrategia geopolítica, junto al apoyo a los terroristas del “Estado Islámico”, a quienes Obama llama “yihadistas moderados” y a quienes, junto a Qatar, Israel y Arabia Saudita, suple armamentos y apoya masivamente, sobre todo ahora que ha enviado “asesores militares a “entrenarlos”.
¿No nos suena esto a los “freedom fighters” (luchadores por la libertad”) de Ronald Reagan en Nicaragua?
Barak Hussein Suetoro Obama prometió sacar a todos los soldados estadounidenses del Medio-Oriente. Lo reafirmó 16 veces seguidas pero ha hecho todo lo contrario.
A Irak y a Afganistán hay que añadir a Siria, donde están enviando también soldados que, como en el caso de Vietnam, dizque que no son “combatientes” sino “asesores militares” (boinas verdes) que van a “entrenar” militarmente a los “jihadistas moderados”. Allí se están enfrentando contra sus contrapartes rusos, los “Spetsnaz” (los boinas verdes rusos), que hace tiempo han estado haciendo lo mismo “asesorando” al gobierno de Assad.
La Associated-Press-gfk ha declarado que seis de cada diez estadounidense están en desacuerdo con Obama en esta nueva aventura.
El objetivo real de Washington es el de dar al traste con el gobierno de Bashar Hafez al-Assad, el último peldaño de una táctica que empezó con el derrumbe de Libia y de Túnez pero que no se ha podido completar en Siria. De ahí la entrada de Rusia en la película en defensa de Assad, su aliado estratégico.
Estas son las palabras textuales del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, el 31 de octubre: “Es el pueblo sirio el que debe decidir el destino de Bashar al-Assad, nadie más. Esta es una crisis global que afecta, no solamente a Siria, sino a Europa y a toda la región. Esto es un crimen de lesa humanidad”.
Muchos de los hoy día “refugiados”, de acuerdo con el periodista Nicolás Bonnal, son libios y tunecinos desplazados, con pasaportes sirios falsos, suministrados por las mafias organizadas que operan en connivencia con los servicios de la inteligencia israelita (Mossad), la inteligencia saudita y la CIA, un dato corroborado por la inteligencia austríaca (infodireckt.com).
“Gobernar mediante el caos es uno de los principios del neo maquiavelismo”
(Paul Wolfowitz, ex sub-secretario de Defensa y el décimo presidente del Banco Mundial).
Siempre se parte de una “imagen arquetípica” que sirve de símbolo recurrente (leit-motiv) y corroe el inconsciente colectivo de los zombis amaestrados y espantados por estas tragedias (nosotros).
Lo que sucedió en Paris el viernes 13, es un ejemplo al canto.
En el caso del Estado Islámico, el tema simbólico recurrente son las imágenes traumatizantes de las ejecuciones masivas y los cadáveres de niños muertos en la travesía.
En el caso del cuco de Osama Bin Laden, fueron las imágenes de los dos Bin Laden contradictorios, uno dextro y el otro zurdo; uno hablando inglés con acento tejano y el otro hablando un inglés oxfordiano británico.
En el caso que nos ocupa, el leit motiv han sido las imágenes de la carnicería de París, como antes había sido la imagen arquetípica del niño “sirio” ahogado, flotando en una playa turca. Eso preparó las bases subliminales para la aceptación subconsciente de la invasión de miles de refugiados huyendo hacia Europa, que nos repiquetean a cada rato por la televisión. Notemos que son las mismas imágenes repetidas.
Resulta y viene a ser, sin embargo, que, de acuerdo con analistas consultados, cuando las olas traen hacia la orilla al cadáver de un ahogado éste termina siempre en posición paralela a las olas, no en posición perpendicular a ellas, como presentan los medios al niño “ahogado”. Además, a los ahogados siempre se les salen los zapatos, debido al oleaje y, en este caso, el niño, que tiene todas las características de ser de etnia turca, apareció y fue colocado ahí expresamente, con sus zapatitos bien apretaditos. ¡Cuántas coincidencias!
Otra coincidencia fue la que ocurrió hace apenas diez meses, el 7 de enero, en el periódico “Charlie Hebdo”, también en París, donde subrepticiamente “apareció” plantado otro pasaporte, en este caso “sirio”, revelando la identidad de uno de los terroristas, tal como había sucedido en el caso del 9/11 en Nueva York, en medio de aquel infierno de las Torres Gemelas. La historia se repite una vez más.
Otra coincidencia central es que todos esos terroristas son musulmanes y que, automáticamente, se “suicidan”.
Conclusión: que estamos siendo manipulados inmisericordemente una y otra vez.
¡Alahú Akbar! ¡Que Dios nos ampare!