En nuestro país las cosas se hacen al revés, lamentablemente, comenzamos por donde debemos terminar.

Esto viene al cuento por el manejo totalmente ilógico que está dando la Procuraduría General de la República al caso Odebrecht, que si sigue como va no parará en ningún lado provechoso para el pueblo dominicano, no obstante demostraciones inequívocas de que la empresa sobornadora está en disposición de llegar a acuerdos e incluso devolver los dineros irregularmente distraídos en países como Perú, Brasil y Panamá. Veamos:

Lo primero que hizo la Procuraduría fue ordenar la entrega de los contratos sostenidos con la indicada empresa, luego citar al Director o gerente de la empresa en República Dominicana, como si de los contratos pudieran obtenerse datos que den lugar a la consecución de los elementos tipificativos del crimen, o como si el Director o Gerente de la empresa cometería suicidio inculpándose de hechos que no han sido probados.

Según nuestro criterio lo primero que debió hacer el Ministerio Público fue requerir, tal y como “supuestamente” lo ha hecho el listado completo de los funcionarios públicos y lobistas que pusieron la mano a los noventa y dos millones de dólares (US$92,000,000.00) o casi cuatro mil trescientos millones de pesos, así como las declaraciones, expedientes y demás investigaciones que dieron lugar a esta conclusión, la cual ha llevado al extraordinario hito judicial de la devolución de miles de millones de dólares al erario de países como Brasil, Estados Unidos y Suiza.

De estos datos ya recabados iniciar las investigaciones consecuentes sobre bases sólidas y sobre todo, definitivas que no pueden dar lugar a investigaciones nuevas, a interrogatorios que no van a ningún lado, y de circos mediáticos que no llevarán a los investigadores a partes que no sean las ya investigadas por personas que han estudiado y dormido con ese expediente desde hace mas de cinco (5) años, es decir, partir desde una pista totalmente lista para despegar con un destino totalmente determinado y conocido.

La lista es larga y sobre todo de personas que todavía mantienen una gran influencia política y económica en los intrincados manejos de la política dominicana, que sin quizás contribuyeron de manera decisiva en elecciones recientes y en manejos indelicados e inciertos para obtener resultados específicos en zonas que eran de otro partido. Sabemos a fe cierta, que es un trago amargo que puede hacer estallar, como en Brasil, todo el corrupto tinglado con que se maneja el Congreso dominicano a través del hombre del maletín y las llamadas y reuniones y los sobres con papeletas de las verdes y las no tan verdes.

Llama en la investigación la cantidad de dinero entregado en la República Dominicana, MILLONES DE DOLARES por cada año de actividad, siendo nosotros el tercer país en montos entregados en sobornos, y el primero si tomamos en cuenta nuestro tamaño y población reducidas.

Si lo dividimos estadísticamente en la población dominicana, triplicamos con cada ciudadano el soborno de Brasil y Venezuela, únicos por encima de nosotros en la nefasta lista.

Debemos mantener esta oportunidad abierta, esta llama encendida, cuestión de que no pase de nuevo que aparezca una nueva empresa que tenga la misma “suerte” que ODEBRECHT y gane todas las licitaciones que aparezcan, sin que esto tenga consecuencias. Evidenciándose la falsedad y mentira constante en los supuestos concursos y licitaciones tan cacareadas.