Si uno tiene alguna forma de pelo crespo o pigmentación en la piel puede reclamar su herencia africana. En la moda actuar la herencia africana no se relaciona con alguna forma de poesía o con hermosos cantos del continente negro, como dice de esas tierras el conocido cliché, sino con el hecho de ser víctima. El tema de ser negro es ser objeto del racismo, también de ser excluido y discriminado. Todos somos descendientes de una población esclava y nuestra única herencia es negra.

No hubo herencia del lado de nuestro tenue color de la piel, que caracteriza a los que no son en todas las formas negros en el modo más oscuro. El hombre blanco se impuso, y reclamar alguna herencia blanca es una forma de racismo o algún modo de alienación. Cuando se habla de la nota cromática en la piel que heredan los negros no hay matices. Todos somos negros y de la negritud viene toda nuestra herencia castrada por las imposiciones de la naturaleza blanca.

Se estigmatiza a las mujeres que quieren el pelo lacio porque cuando son negras niegan su origen en una actitud racista. Así se le venden formas de peinarse que supuestamente vienen de la cultura negra, de origen africano, pero todo no es más que la imposición de una cultura dominante. Así se plantea el afro como peinado de negro cuando no es un peinado africano, sino del negro norteamericano.

Se llegó a decir que el afro no fue una creación de Angela Davis o de las panteras negras, sino de la cantante africana Miriam Makeba, que en ninguna de sus fotos se le ve con un afro o con uno de los peinados que hoy usan las mujeres negras de América para decir que lo son asumiendo su herencia, cuando el tema es parte de un negocio.

Las mujeres que usan el pelo lacio no pueden argumentar que la razón de usarlo es la facilidad de manejo, nada de eso es válido, porque todo es alienación e imitación del pelo de la raza blanca. En esto no hay otros seres ni otras razas, concepto a estas alturas difuso. No se habla del pelo de los chinos ni de los esquimales y mucho menos de los indios nativos de América que fueron asesinados y explotados en una historia que no se cuenta porque el relato que se impone es el de los negros como víctimas, del modo que lo cuentan en Norteamérica. 

Para tener el pelo lacio siendo negra sin que sea un síntoma de demencia debe tener licencia desde donde se impone la idea y así puede la cantante Beyoncé, además del tener el pelo lacio para moverlo a donde va su cabeza, teñírselo de rubio. Lo mismo pueden hacer la modelo Naomi Campbell o la cantante Rihanna, esta última puede pintarse el pelo de pelirroja, quizás como parte de su herencia vikinga porque no es del todo negra como no es del todo blanca, pero no lo puede decir como lo dijo Nicolás Guillen, que de sus dos abuelos uno era negro y el otro era blanco, de uno heredó el pelo y del otro la nariz.