Estimado embajador Brewster:

Su presencia como embajador de los EEUU nos ha  dado frecuentes motivos de orgullo. Sin embargo, su entrevista ayer con Alicia Ortega, en El Informe  marca un nuevo hito.

En breves minutos, usted ha fortalecido nuestra política exterior en la República Dominicana haciendo hincapié en los derechos humanos a través de sus  diversas identidades. Consciente del maltrato a la mujer por aberraciones sociales aplaudo su  emocional reclamo de justicia para ellas,  así como  su insistencia, en  darle su merecido a quienes así maltratan a  dominicanas indefensas y sus jóvenes  hijitas .

Por el amor a mis dos hijas, y mi trabajo en el USAID  en la prevención del SIDA, en la India, donde presencie los horrores  sufridos por mujeres esclavas,  las palabras se me escapan Y no puedo describir la repugnancia sentida hacia esos energúmenos.

Con Doña Alicia, ha  discutido claramente el éxito logrado por el trabajo conjunto de ambos países. Los logros alcanzados en el marco del CAFTA-DR, la creciente inversión de capitales, las masivas remesas, y las oleadas de turistas visitando este precioso rincón  energizan la alta tasa de crecimiento  económico, aunque mal distribuido,  disfrutado durante los últimos años.

Con esta colaboración, si  la corrupción masiva enfermando esta sociedad no fuera tan desgastadora, se hubiera convertido al paraíso del Caribe para unos pocos, en territorio libre de hambre y pobreza. El estilo cuenta; en mis décadas con el Departamento de Estado y la USAID pocas veces he sido testigo de tan hábil manejo de una  espinosa cuestión hilvanada en torno a un  personaje de oscuro desempeño en la JCE Dominicana; ¡bien hecho!

 Aunque su advertencia a las instituciones de orden público angustie por su contenido, su llamado  renueva la  entereza de dominicanos valientes  e íntegros luchando por  redimir su sociedad a pesar de los corruptos.

¿Está protegiendo la fuerza del orden a nacionales o extranjeros?  Se prefiere no inmiscuirse a nivel de detalle, pero también hay a que defender a estas fuerzas…sus miembros ameritan, con creces, salarios y beneficio justos.   Mas el crimen cunde.

El riesgo de  encontrar  elementos criminales nos ha apartado de  queridos amigos, y a pasar por alto los excelentes restaurantes o maravillosos eventos culturales en la bella Primada.  Y  han socavado nuestro trabajo en la campaña electoral americana a favor de una mujer bien calificada y para evitar el catastrófico resultado de un díscolo multimillonario.

Amigos y  grupos de inversionistas siempre fueron animados a comprar bienes raíces en lo mas preciado del Caribe. No más.  Peor aun, debido a mis crecientes temores debo reconsiderar mi plan de retirarme aquí y disfrutar la calidez de  buenos y leales amigos,  apreciados y queridos.  Pero quienes apañan a los criminales no les interesa el futuro del país—por eso es necesario un valiente mensaje . Bob y usted cuídense de los  incontrolables disgustados por sus palabras.

Cuando  la ley y el orden se restablezca,  no tengo duda, la inversión inmobiliaria, especialmente en  regiones  impulsadas por el auge turístico,  dará frutos. Ojala y no demore,.  Cuanto me  gustaría regresar a estas cálidas costas!  Mas sin ley, no será posible;  el cadáver de un turista destruye en unos minutos millones en inversiones, y miles de trabajos.

Señor Embajador,  de nuevo, Pati y yo le agradecemos profundamente la valentía de su esposo y la suya, ella les ha escudado de los dardos  arrojados por los corruptos. También le escuda de aquellos quienes acerbamente critican su preferencia de vida;  ojala defiendan con el mismo fervor a las abusadas niñitas dominicanas.   Mas, reflejando serenidad budista, usted inspira cordialidad  y siempre educado y elegante,  evita herir al otro , a  pesar de los pesares.  Eso le ha permitido comprender, e inclusive defender en otros inhóspitos medios, las justas demandas de muchos dominicanos casados con la dignidad nacional.

Nos sumamos al  grupo orgulloso de tener  al Sr. James "Wally" Brewster como nuestro embajador. Benditos sean.