El éxito, al igual que la caridad,
Encubre una multitud de pecados.
A. Mahan.-
Nos hemos acostumbrado a los plazos y poca cosa hacemos en el tiempo correcto. Y después del primer plazo el segundo y así por el estilo, cosa ésta, que nos ha llevado a un estilo de vida pletórica de irresponsabilidades, donde nada es nada y con cualquier espejito nos conformamos de manera sumisa, y es por eso que hemos llegado al extremo de que los políticos, y más, el tigueraje político, considera que este país es parte de su botín de campaña política y entre argumentaciones pendejas, elaboradas para pendejos, condescendemos, y de esa manera estamos viviendo. Aunque podría también decir… ¡Como siempre lo hemos hecho!
La peste del populismo se ha expandido cuan pandemia maldita en toda Latinoamérica con un blindaje e impunidad que aterra. Nos han llevado a otro tipo de dictadura, una llamada “democrática”, sustentada en un voto de miserias y analfabetismo, tan criminal como cualquiera pero, con nuevo ropaje, países en ruinas y pobres que se reproducen como la verdolaga que a su vez sirven como un colchón de “votos democráticos” que legalizan la dictadura.
Son votos para el partido gobernante, porque es la única manera de hacer clientelismo, ya que el dinero del pueblo lo utilizan sin reparo alguno en “obras” para beneficiar a los que formarán su “colchón de votos”, es decir, un voto de miserias, cautivo y desacreditado, para sustentar las ambiciones hegemónicas de grupos políticos elitistas que pudieron muy bien haber sido verdaderos líderes, ejerciendo reales gobiernos democráticos que condujeran a un desarrollo real y sostenido por medio de la creación de empleos y la justa aplicación de las leyes a todos por igual, pero no, ha sido mejor el clientelismo ramplón y el escarceo de argumentaciones para justificar lo injustificable.
“No hay que subir ni crear más impuestos”, cuesta comprender esta expresión, porque a todas luces encubre muchas cosas, hasta se podría pensar que el dinero producido por los impuestos se han dirigido en otra dirección, y si vemos hacia muchos de nuestros “lideres” que hablan de miles de millones para hacer campaña y todo lo recibido por los partidos políticos, sin llegar a ser genios o algo parecido, de inmediato nos damos cuenta lo que ha pasado… “Un país rico, pobremente administrado”.
“El país está abocado a la realización de un pacto fiscal que permita a la población tener más y mejores bienes y servicios públicos”, aleluya, el descubrimiento del siglo, el país quiere vivir mejor, aleluya. Clase Media pendeja, empresarios, ¿queremos mayores niveles de seguridad? ¿Cómo lo vamos a lograr?, ¿Cómo lo vamos a financiar?, bueno ya que ese distinguido comunicador no sabe cómo lo van hacer, hay que ayudarlo a encontrar la fórmula, la cual la tiene en sus propias narices, -le puede transmitir esto a los que en realidad toman las decisiones-, solo tiene que acercarse a muchos despachos que le quedan muy cerca y ponerle freno a las indelicadezas; a las donaciones con fines puramente políticos; al desenfrenado programa de incentivo a ser vago o a dejar de ser tan “solidarios” con el dinero que nos sacan de las costillas a los pendejos que trabajamos; a limpiar las nominillas; quitar los subsidios a los pobres padres de familia del concho y mil maneras más de ahorrar el dinero que no es del gobierno ni del partido que sea y se encuentre en el poder; dejando de exprimir cada semana el bolsillo de los ciudadanos por medio a artilugios matemáticos y supuestamente basados en una maldita ley que solo beneficia a los que manejan el gran negocio de los combustibles.
Si, en otras palabras por si no lo comprende, aun usted y los demás sean tan ilustrados pero que muchas veces el poder le obnubila el buen pensar, la solución está en el ahorro y el buen empleo del dinero que aporta el pueblo y solo con eso usted y los demás verán que podremos tener todo y más a lo que usted se ha referido. Y para concluir como loco… ¿Qué se ha hecho con los miles de millones recolectados por los dos pesos a los combustibles para agenciarse el apoyo de los pobres padres de familia del concho? ¡Ahorro y buen empleo de lo recaudado, es la solución! ¡Si señor!