A la nueva investigación periodística del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), junto al diario alemán Süddeutsche Zeitung y suplida a 96 medios internacionales, ayudados por un equipo de casi 400 periodistas de 67 países han colaborado con el análisis de 13.4 millones de documentos, durante poco más de un año e incluyen informaciones de 19 registros societarios: Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, las Bermudas, Islas Caimán, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente, Trinidad y Tobago, el Líbano, Labuán, Malta, Islas Cook, Islas Marshall, Samoa y Vanuatu, se le ha llamado “Paradise Papers.
La filtración de esa cantidad de documentos proveniente de dos grandes Oficinas de Abogados, las cuales, históricamente, se han dedicado a proveer servicios 'offshore' en paraísos fiscales. Una de ellas es “Appleby”, fundada en las islas Bermudas, y la otra “Asiaciti Trust”, de Singapur.
La creación de la primera data de la última década del siglo XIX. En la actualidad cuenta con oficinas en diez países y territorios, los cuáles dadas la baja o nula fiscalización y elevada opacidad, ofrecen ventajas para limitar el pago de impuestos, pero también para esconder fondos. En Appleby, los clientes operan sobre un mínimo de US$30.0 millones y es parte del llamado "Círculo Mágico Offshore", un exclusivo grupo de las nueve oficinas de mayor prestigio que se dedican a proveer este tipo de servicio a nivel mundial.
Asiaciti Trust, igual que la anterior es un Oficina que crea compañías y estructuras fiscales que pueden considerarse como opacas. Su casa matriz está ubicada en Singapur, con sucursales en Samoa y San Cristóbal y Nieves.
La diferencia entre el caso de los Mossack Fonseca Papers y los Paradise Papers estriba en que el primero se concentró en constituir sociedades y abrir cuentas bancarias, mientras que Appleby y Asiaciti Trust, en adición a lo anterior, han ofrecido esquemas de planificaciones fiscales a sus clientes, lo que los hace más vulnerable a que sean sujetos de acusación penal.
Las informaciones de esos 13,4 millones de documentos revelan operaciones de empresas multinacionales, empresarios, celebridades y financistas que posiblemente ocultaron activos y movieron fortunas lejos de los controles tributarios correspondientes. Algunos de los nombres que sobresalen son los de corporaciones como Glencore, Apple, Nike y Facebook, algunos miembros del gabinete del presidente Donald Trump y hasta la reina Isabel, pero también artistas como Bono y Shakira. Estos documentos administrativos incluyen información sobre los accionistas, administradores y representantes legales de las personas y las empresas, a quienes le tocará, en algún momento demostrar que los fondos operados por esas vías no son producto de la ilicitud u opacas gestiones.
La razón por la que se considera a una jurisdicción opaca es por el hecho de que los registros societarios en ciertos países o territorios no son públicos o de acceso limitado. Es decir, que no cumplen con los estándares mínimos de transparencia. Además de que los 19 registros que integran los Paradise Papers si existe algo que lo particulariza es la poca transparencia de las informaciones.
Más de 30,000 clientes individuales y corporativos de Appleby provienen de los Estados Unidos, quizás esto de sentido a la Ley FATCA. En ese mismo orden se distinguen el Reino Unido, China y Canadá.
Una empresa "offshore" es cualquier entidad jurídica creada fuera del país en donde se encuentre su casa matriz o sus reales propietarios, pero popularmente se asume que esté establecida en un país o territorio que se considere como paraíso fiscal. Eso sí, se tiene que dar la condición de que sus operaciones, si las hubiere, se realizan fuera de la jurisdicción en la que ha sido registrada. La tendencia es que se dediquen a la adquisición de activos y al manejo de cuentas bancarias, no declaradas a la autoridad fiscal correspondiente.
Algunos nos hemos preguntado que se busca al publicar nombres y posiblemente afectar el riesgo reputacional de personas que no han delinquido. A esto la ICIJ ha indicado que se debe a que muchos son Persona Expuestas Políticamente (PEP), lo que le da connotación de interés público. Además, porque es noticia pasible de que las autoridades la tomen en cuenta para iniciar investigaciones o para que sirva de información a casos en investigación y por la tendencia internacional que procura obligar a los paraísos fiscales a eliminar el secreto bancario y a transparentar sus operaciones.
El Banco Mundial, ha indicado que "en la gran mayoría de casos de corrupción, financiación del terrorismo, lavado de dinero y fraude, los vehículos corporativos (ya sean compañías, fideicomisos o cualquier otro tipo de estructura) se utilizan para esconder la identidad de las personas involucradas en la corrupción". Siendo el vehículo de los paraísos fiscales uno de más socorridos. De aquí que su uso criminal los haga asumir como de alto riesgo.
Ya hemos apuntado en otras publicaciones que estos servicios fueron creados por el mismo sistema capitalista, aunque la parte que viola las leyes fiscales no son justificables desde ningún punto de vista. El viabilizar un proceso de comercio internacional procurando pagar la menor cantidad de carga fiscal de manera transparente, no es ilegal. Pero si estas Oficina de Abogados, de asesoría financiera y comercial se dedican a crear estructuras corporativas complejas que permiten ocultar la identidad de sus reales propietarios y beneficiarios finales, con lo que proporcionarían mecanismos eficientes para evadir impuestos, lavar activos o financiar actos terroristas, entonces estarían cometiendo un delito penal que debe ser castigado. Estas revelaciones traerán consecuencias más temprano o más tarde y éstas implicarán inminentes investigaciones con sus posibles judicializaciones y condenas, pero también el efecto nocivo reputacional sobre los que no han delinquido e indefectiblemente los nuevos diseños de ingenierías legales y financieras que provean opacidad… es que todo evoluciona, absolutamente todo. Salvo la ética y la moral, esa que sólo se aprende con el ejemplo y no se compra en “funditas”.