La población mundial actual es de aproximadamente 7 mil 850 millones de personas. Cada año nacen unos 140 millones y mueren, más o menos, unos cincuenta.

Diariamente nacen unas 400 mil personas y mueren otros 160 mil.

En accidentes de tráfico, anualmente, el mundo registra un millón trescientos mil fallecidos.

800 mil se suicidan cada año, es decir, cada 40 segundos.

Unas 465 mil son víctimas de homicidio, otras 90 mil por conflictos armados y aproximadamente 26 mil por actos terroristas.

En los Estados unidos, se registra un incendio cada 70 segundos y en España se registraron más de 80 mil intervenciones de los bomberos.

Mas de 600 mil mueren por el uso de drogas ilegales.

De cada cien personas en el mundo, 6 son adictos a estas.

De estos consumidores, un millón y medio conviven con el virus del sida y otros 6 millones con hepatitis C.

Mas de 850 millones de personas están desnutridas y mueren diariamente por esto unas 60 personas.

1,700 millones con problemas de sobrepeso. 3 millones mueren al año por esta causa.

Cada cuatro segundos fallece un fumador. Mas de mil millones de consumidores de tabaco deja un promedio de 9 millones de fallecidos al año. Cáncer de pulmón o fallas del corazón…

Solo en los primeros 30 días de este año ya el consumo del alcohol ha matado a más de 300 mil personas.

Unas 650 mil mueren a causa de la gripe. Mas de dos millones han fallecido hasta el día de hoy por culpa de la COVID-19 de los más de 103 millones de casos “reportados”.

Mas de 8 millones murieron afectados por la contaminación atmosférica, es decir, solo de respirar.

Y así continua el mundo en su agitada traslación sobre el universo. No hay estadísticas sobre los muertos por el amor o a quienes les cayó un rayo.

Vivir, es ya un desafío. Somos una estadística más desde el mismo inicio del nacimiento. Vamos sorteando la suerte como equilibristas hasta lograr alcanzar el final que esta… “al otro lado”.

Recuerdo aquella ocasión en que mi primo, médico, se me acercó sigiloso al verme fumar un cigarrillo. Me dijo: "te vas a morir por el tabaco". Yo solo atine a contestarle: ¿Y tú, de qué te vas a morir?"

Como ya habrán notado, todos nos vamos a morir. Así que “controlen” la prisa por llegar “al otro lado”. Al final de la cuerda, hay un misterio.

Se que es difícil mantener el equilibrio y encima mirar hacia los lados, contemplar el paisaje, disfrutar de la vida y lo que esta nos ofrece.

No es “lograr” llegar a la vejez lo que debe de importarnos realmente, más bien, preguntarnos constantemente ¿que estamos haciendo ahora con este momento?

Dentro de unos años, días o segundos, pasarás al olvido. Serás solo un número más insípido e indolente de las estadísticas. Tu recuerdo durará lo que dure la memoria de los que te conocieron.

Al fin de cuentas, nadie puede hacer nada por evitar nuestra mortalidad, ni siquiera tomar nuestro lugar.

Lo único valioso que podríamos aportar sería nuestra disposición ante la vida. Nuestra actitud ante los desafíos que esta nos presenta día a día.

Sonreír a pesar de todo y agradecer el breve o largo instante que esta nos brinda porque la vida no es vida sin la muerte y la muerte solo vive cuando muere. O quizás, "la vida solo es vida cuando vive y la muerte solo muere cuando muere"…ahí los dejo que escojan.

Igual ya les advertí de que se está muriendo la gente en el mundo… ¡salud! mínimo carnicero