AGREMIACIÓN

“Estas iniciativas se han ganado el apoyo de varias AGREMIACIONES, así como de Hollywood, la industria de la música y la Cámara de Comercio estadounidense.”

Con cierta facilidad puede deducirse que la agremiación del título tiene relación con el vocablo gremio. De acuerdo con lo aceptado en el habla general y asentado en el lexicón mayor de la lengua, la agremiación es la acción de agremiar. Es reunir en gremio a personas o profesiones.

No debe olvidarse que lo aceptado y registrado es lo referente a la acción; no hay referencia alguna con respecto al grupo o asociación. En esta sección se realzará el hecho de la extensión que se hace en el texto del concepto agremiación.

En el primer párrafo de esta sección se mencionó que la agremiación guarda relación con gremio. La noción de gremio por sí misma ha evolucionado. En un principio era solo la asociación de personas que se dedicaban a la misma actividad. Más tarde pasó a ser también, como en la actualidad, el conjunto o clase de personas que se dedican a la misma profesión o que poseen el mismo estado social. No ha de perderse de vista que con el ensanchamiento no se hace necesario que estén organizados en una asociación formal, sino solo que coincidan en dedicarse al mismo tipo de actividad.

No hay que sorprenderse si algo como lo planteado más arriba en el texto citado ocurre. Sucede con mucha frecuencia que la acción termina por representar el producto o el efecto de esta. Vale decir que la agremiación, acción de agremiar puede muy bien terminar como equivalente del efecto de la acción: gremio. Este tipo de fenómeno o evolución en las lenguas no es una excepción, es algo que puede comprobarse por medio del estudio de la evolución de las palabras.

PLANCHA

“Mientras cocina: Haga PLANCHAS (push ups) mientras espera a que hierva el agua.”

Es posible que si el lector no es bilingüe o algo que se aproxime a eso se quede sin entender qué busca esta plancha en este lugar. Lo que salva el mensaje es que voces del inglés le imprimen sentido a lo que se escribió en español.

Quien escribió esto en su columna semanal era consciente de lo que estaba haciendo, de ahí que añadiera en inglés la explicación de lo que escribió en su jerga o en su español particular.

Lo que se examina aquí es algo que ocurre con mucha frecuencia. En algunos casos sucede porque se habla acerca de algo más o menos especializado y los iniciados en la materia entienden de qué se trata. En otras ocasiones la escritura sigue al habla, es decir, se escribe como se habla sin tener en cuenta que los objetos no están presentes o que no hay demostración que haga patente lo que se menciona con el vocablo que no es de dominio general.

Esta plancha que aparece en este escrito no aparece en los diccionarios del español. Para hacer el asunto más complicado aun, las planchas que registran los diccionarios para los deportes distan mucho de ayudar a darle sentido a la frase que se copió. Son más bien posiciones de gimnasia o posiciones bastante incómodas de lograr en una cocina.

Como el sentido se despejó con el inglés, se sabe que el articulista se refiere a lo que en algunos países llaman “lagartija”, que es lo mismo que él llamó plancha. Acontece con la lagartija lo mismo que con la plancha: que no aparece en los diccionarios con ese contenido.

Si se ha de elegir entre las dos voces ya mencionadas se sostiene aquí la voz lagartija para el ejercicio ese porque el movimiento que se efectúa durante el ejercicio se parece bastante al que hace la lagartija al levantar con las patas delanteras el torso.

Llegado a este punto hay que definir el ejercicio. Es un ejercicio de condicionamiento realizado boca abajo subiendo y bajando el cuerpo con la fuerza de los brazos que se doblan y enderezan mientras que se mantiene la espalda derecha soportando el cuerpo solo en las manos y los dedos de los pies.

No hay que sorprenderse de que el articulista haya usado el término plancha para este ejercicio porque hasta algunos diccionarios bilingües ofrecen esta palabra como traducción. Otros optan por llamar el ejercicio: flexión de brazos o de pecho. La última es más que incompleta, vale decir, la traducción es deficiente por carecer de todos los elementos que caracterizan el ejercicio.

La lagartija que se mencionó antes tiene la ventaja de estar inventariada en el DAA donde se reconoce que es un ejercicio gimnástico, solo que se deslizó un error en la acepción como se verá: “Ejercicio gimnástico que consiste en levantar y bajar alternativamente el cuerpo haciendo flexiones con LAS MANOS mientras se mantienen estas con las palmas…” (Las mayúsculas son mías, RG)

Este pequeño error más que nada lo que hace es que recuerda al lector que ese gran diccionario es una obra de humanos y que como tal no escapa a los errores que caracterizan a este género de trabajo intelectual.

FATAL

“. . .como penalidades obligatorias en casos de negligencia FATAL y la creación de un sistema público de clasificación de asilos sobre la base de los resultados de las inspecciones.”

Leído en español corriente la oración recién transcrita expresa que la negligencia es inevitable, ineludible, desgraciada, infeliz, desastrosa, mala, muy mala o, rematadamente mal. No por escribir lo que figura antes de esto se está de acuerdo con la redacción. La intención del redactor era otra. Eso se tratará más abajo en el desarrollo de esta sección.

No es un asunto nuevo que algunas personas que leen la lengua inglesa utilicen fatal como adjetivo para transmitir una idea que no le corresponde en la lengua española. El adjetivo fatal enuncia en español lo que se consignó en la primera oración de esta sección. En sus funciones de adverbio adopta la última acepción: rematadamente mal.

El académico Emilio Lorenzo en su obra Anglicismos hispánicos, 1996, tipifica el error de una manera muy escueta: “No es raro encontrar en noticias de procedencia inglesa o en traducciones el adjetivo fatal en el sentido de mortal”.

Una vez citado lo último queda claro que esta era la intención del redactor, dar a entender que las penalidades obligatorias se aplicarían en los casos de negligencia mortal o de negligencias que hayan ocasionado la muerte.

La voz fatal del inglés tiene muchas traducciones posibles. Cada una de ellas dependerá del sentido de la frase en que se encuentra. Lo más conveniente es ser cauteloso y no precipitarse copiando la misma palabra en español.

Como consecuencia de lo ya expuesto más arriba debe observarse cuidado al traducir fatality y fatalidad. La del español es simplemente: desgracia, desdicha, infelicidad. La fatality significa muerto, muerte, víctima. No se revisarán todos los casos en esta sección para no abusar de la paciencia de los lectores, mas ténganse en cuenta las advertencias ya señaladas.

El mismo fenómeno que se encuentra entre el inglés y el español con respecto de esta palabra se reproduce entre el inglés y el francés. Las precauciones antes mencionadas las observan también los buenos traductores entre el italiano y el inglés y viceversa.

CUIDADOR

“. . .incluso después de determinarse que los CUIDADORES mataban a los pacientes al no atenderlos debidamente.”

La selección de cuidador en esta frase no es muy feliz. Se revisará lo que se comprende por cuidador de acuerdo con lo que el verbo cuidar significa por sí mismo. Después de estudiar el asunto se propondrán otros vocablos para nombrar a esas personas.

Como es fácil de prever, cuidador es aquel que cuida. Eso obliga a volver la mirada al verbo cuidar que es poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo. Eso se deduce de la oración reproducida más arriba no es lo que esos “cuidadores” estaban haciendo.

Cuidar es asistir, lo que es lo mismo que atender a alguien, socorrer, favorecer, ayudar. Es cuidar enfermos y procurar su curación. Ayudar es socorrer, auxiliar. Esas acciones puestas al servicio de alguien son poner los medios para el logro de algo. En el caso del cuidador todo se reduce a cuidar, lo que en caso de enfermos es procurar la curación de esas personas.

Si el empleado pagado para ejercer las funciones de cuidador falta a su obligación contractual de proveer los medios y atenciones para procurar la curación, entonces falla a su condición de cuidador. No puede llamársele cuidador porque falta el elemento principal que define a esa persona.

En el caso específico del empleado en falta debió calificársele de “empleado, dependiente, funcionario, trabajador” o como se le antoje al redactor. El empleado lleva un asunto por encargo. Estos no eran colaboradores porque no trabajaban para alcanzar un resultado.

En algunos de los países americanos a las personas que asisten a sus horarios y los agotan sin cumplir con sus obligaciones cabalmente se les califica de “come-cheques”. En el caso de estos empleados no cumplían con sus obligaciones; muy al contrario, lo que hacían era que mataban a sus pacientes al no atenderlos debidamente.

Los redactores están en la obligación de cuidar en el estilo y la selección de palabras cuando componen oraciones, párrafos y escriben reseñas. Si no ponen atención en lo que hacen faltan a su deber principal con respecto de la comunicación del mensaje.

Al no nombrar los empleados en falta con una denominación adecuada el redactor falló e hizo menos claro y preciso su mensaje. No es cuidador quien no cumple con las funciones que le atribuye esa designación.

VEREDA

“H. comentó que se ha volcado en su triciclo al menos tres veces en los últimos meses debido a los baches en las VEREDAS.”

Hay que dejar bien establecido qué cosa es una vereda porque no es la primera vez que se lee la voz usada de modo que parece que se excede quien la usa al aplicársela a algo que no reviste todas las características para merecer ese nombre.

La vereda más famosa es la del bolero “Vereda Tropical”. Después de ese desvío del tema principal se sitúa el asunto en su contexto. Una vereda es un camino angosto que generalmente forman los transeúntes o los animales a fuerza de usarlo.

En algunos países de América, por lo menos en ocho de ellos,  la vereda es la acera de una calle o de una plaza. Por esto se recomienda a los peatones que usen la vereda al caminar para evitar encuentros desafortunados con automotores, para prevenir que los atropellen.

En la actualidad en otros países se reserva el nombre vereda para los senderos en los bosques y, en los campos para los que son el resultado del paso de personas o animales. En las ciudades hay muy pocas posibilidades de que las personas se vean en la necesidad de utilizar veredas para transitar a menos que no sea en la América austral que es donde las denominan así cuando son aceras.