Últimamente la canción ¨Cuando un amigo se va¨ de Alberto Cortez ha sonado mucho en mi reproductor musical, he tenido que despedir a varias amistades entrañables que dicen no poder aguantar las condiciones en que han de trabajar para usted.

Mándele mis saludos si los encuentra por ahí, tal vez sea el mesero que le sirva los platos en sus viajes de placer, o la mucama que le arregle la cama de hotel, o el obrero que lo construyó.

Puede ser, también, la meretriz con la que hace ejem, ejem y que es uno de nuestros principales productos de exportación, con presencia en 66 países.

Sé que poco puede decir a los que golpean con coraje el cajero automático, sin pensar que dicho artefacto no tiene la culpa de arrojar ¨5,457 $¨ en la Consulta de Balance, usted sí.

Según me explicó,  lo hace para fomentar la creatividad, y tan bajas pagas en verdad han motivado el surgimiento de múltiples talentos en la clase trabajadora:

Te hacen malabarismo con las tarjetas de crédito

Magia para llegar a fin de mes

Equilibrismo para mantener la estabilidad económica.

Para desgracia de ellos aquí no hay circos que canalicen tanto potencial, salvo el circo mediático que genera en cierta revista el casamiento de alguna de sus hijas.

¿Pero qué beneficio le pueden sacar a eso? a lo sumo la pueden utilizar para fines higiénicos, cuando ganas doce mil pesos al mes, solo existe una cantidad limitada de papel de la que puedes disponer.

Y quiera Dios no enfermar, eso es un privilegio.

¿Y estar sano para qué si no pueden ni hacer turismo interno? Descubre tu país, como reza el eslogan del Ministerio de Turismo, es un privilegio de los de su clase, el turismo interno de la clase trabajadora  se limita al perímetro de su barrio.

Si les toca morir, no le extrañe que en el testamento añadan clausulas especiales para que procedan a su incineración y a arrojar  las cenizas en su bien humectada y quirúrgicamente rejuvenecida cara. Son formas de expresar el descontento, al menos póstumo, ya que en vida su mera mención los pone a tragar en seco y ríen todos sus chistes, aunque sean malos.  

Mas le hago un llamado a que sea precavido, en algún momento se hartarán de recoger sus migajas y exigirán un sitio en la mesa. ¡Ellos prepararon el banquete!

Un sitio en la mesa, ¡en pie de igualdad!

Un sitio en la mesa, ¡Por la justicia social!

Un sitio en la mesa, ¡Por el desarrollo de la nación!

Ya sé que pensar es trabajoso, por eso  le paga a alguien para que lo haga por usted y defienda sus intereses espurios.

Ya sé que está desconsolado con el impedimento a las deportaciones,  ya que no podrá llamar a la ¨camiona¨ cuando la mano de obra ilegal haitiana finalice algún trabajo de construcción, pero entienda el país entero no se va a sacrificar para que siga con esa vulgar acumulación de riquezas.

No se confíe mucho en la apatía de este pueblo y su desorganización, mírese en el espejo del resto de Latinoamérica, la bestia dormida podría despertar, ya sea en la anarquía, en ese caso irá a por usted por la vía violenta,  ya sea alrededor de un líder populista, que  sentenciará:

¨exprópiese¨

Entonces no le quedará más remedio que refugiarse en  la gusanera de Miami y montar una columna en el Nuevo Herald.

No me cuente entre sus futuros lectores.