Desde 2014 el Ministerio de Energía y Minas ha seguido de manera planificada y sistémica una trayectoria que consideramos en toda su amplitud y alcances correcta, responsable y transparente en relación conel despeje de la incógnita de si hay o no hay hidrocarburos en cantidades comercializables en el territorio nacional.

El punto de partida fue el análisis sosegado y competente de la información existente y el rescate de estudios y hallazgos valiosos de campañas exploratorias precedentes, para luego continuar con la producción de nueva información geológica, geofísica y geoquímica con ayuda de avanzadas tecnologías y el soporte técnicode la transnacional Slumberger, uno de los líderes mundiales en la materia.

Como resultado, el Estado pudo recuperar aproximadamente 18,000 km de sísmica, las cuales representan un costo de más de US$80 millones a los precios actuales de mercado (más de 4 mil millones de pesos a la tasa de cambio al día, inversión que hubiera hecho el Estado en otro escenario). 

¿Qué seguía?

El ministerio continuó con la licitación del proyecto de creación de la Base Nacional de Datos de Hidrocarburos (BNDH), adjudicado finalmente a Slumberger,en limpia competencia con gigantes como Halliburton y Baker Hughes, entre otros acreditados participantes. La BNDH, que fue puesta en funcionamiento el 12 de junio de 2016 como“un novedoso compendio y archivo digital de todas las informaciones geológicas, geofísicas y sísmicas resultantes de la exploración y prospección de hidrocarburos en territorio nacional” que permite evaluar el potencial de hidrocarburos en la Republica Dominicana (ver: Portal Web del MEMRD).

Cruciales tareas posteriores fueron cumplidas cabalmente y en los tiempos previstos, tales como interpretar la información disponible para la construcción de modelos geológicos; analizar los Sistemas Petroleros (SP) en las cuencas de la República Dominicana; identificar áreas con mayor potencial para la adquisición de nuevos datos y actualizar los modelos de Sistema Petrolero con la nueva información recopilada. 

Enfrentando exitosamente los desafíos regulatorios y contractuales, así como los relativos a la elaboración del esquema fiscal y preparación de la primera ronda petrolera, el ministerio arribóel 10 de julio del año en curso a la primera ronda petrolera, celebrada en la ciudad de Houston, Texas. Posteriormente, el 27 de noviembre de este mismo año, cumpliendo con todos los requisitos de rigor, se adjudicaron al gigante norteamericano Apache Corporation, en el marco de la primera subasta, los derechos de exploración y explotación de petróleo y gas en una de las zonas más prometedoras de todas las estudiadas hasta ahora: la Cuenca de San Pedro de Macorís.

En este proceso, como lo exige la ley, fueron exhaustivamente analizados por técnicos locales altamente calificados, reunidos en comisión pericial, la garantía de seguridad,  la oferta para la exploración y producción costa afuera y el debido poder notarial.  

Cabe recordar que documentos clave que precedieron la mencionada subasta, como la propuesta de política fiscal, el régimen contractual y el contrato modelo de exploración y producción de hidrocarburos, pasaron la prueba en organismos especializados regionales, como fue el caso de OLADE, contando con el apoyo financiero no reembolsable de la cooperación canadiense. Estos documentos fueron posteriormente revisados por el Ministerio de Hacienda, la DGII y la prestigiosa consultora internacional Wood Mackenzie. 

Todo lo hechoestá en sintonía con la visiónsobre el aprovechamiento responsable y sostenible de los recursos no renovables nacionales.

Un primer elemento de esta visión es que estos recursos deben ser aprovechados bajo condiciones de sostenibilidad, responsabilidad política y cumplimiento de los principios de juridicidad, rendición de cuentas y transparencia.

Un segundo, en caso de hallazgos de reservas económicamente aprovechables de hidrocarburos,es la apuesta a quela producción de gas o petróleo, o las dos cosas a la vez, significaría un ahorro de miles de millones de pesos anuales al Estado y a los contribuyentes, generando simultáneamente nuevos empleos, una sustantiva fuente de divisas adicionaly mayor seguridad energética para el país.

Un tercero, la exploración y la producción de hidrocarburos, es componente consustancial de una nueva gobernanza de los recursos naturales no renovables con sus consabidos elementos relevantes: aspectos regulatorios, fiscales, de manejo macroeconómico, planificación estratégica, formulación e implementación de políticas públicas, y gestión y aprovechamiento de los recursos primando un enfoque intra e intergeneracional de los asuntos ambientales.

Por último, captar e invertir de manera eficiente una proporción considerable de las rentas obtenidas en iniciativas reproductivas o de desarrollo, con un abordaje muy original traducido ya en un anteproyecto de ley.

La construcción de esta nueva gobernanza no es simple retórica.  Los avances concretos son, a grandes rasgos: a) Anteproyecto de Ley de la Minería Nacional; b) Anteproyecto de Ley de Gestión de la Renta Estatal Minera; c) elaboración de otros anteproyectos, reglamentos y leyes del ámbito minero e hidrocarburífero, y d) cumplimiento de todos los requisitos de ingreso a la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), trabajándose actualmente en su implementación.

La suerte está echada. Cualquiera que sea el resultado, el equipo y la alta dirección ejecutiva del MEMRD pueden sentirse plenamente satisfechos del deber cumplido, no solo por el debido rigor científico de este programa, sino porque han rendido cuentas a la ciudadanía en todo momento, como corresponde.